Un microrrelato por día y cada uno de 150 palabras. Ni una más, ni una menos.

Durante la noche

Las transformaciones duraban solo una noche y cada vez que volvía en sí, se encontraba con un cuchillo en la mano y una garganta degollada. Despertaba siempre al instante siguiente de haber matado a su víctima, cuando la aureola de sangre comenzaba a expandirse debajo del cuerpo. Pero aquella vez fue distinto. En vez de escapar y ocultarse en su casa, decidió alejarse del pueblo y vivir en el bosque. La única forma de no asesinar personas, era no poder encontrarlas. Fiel a su plan, se alejó lo suficiente como para que en el transcurso de una noche —tiempo que duraban sus transformaciones— no pudiera llegar hasta una zona poblada. Así lo hizo y logró su objetivo hasta que cierta noche, mientras sufría una de sus transformaciones, despertó con la garganta degollada. Ahogándose con su propia sangre, supo que la bestia que vivía en él había encontrado una nueva víctima.

10 comentarios

  1. Dice ser ana...

    Esooooo… aquí esta el Walter feliz cortando cabezas 🙂 jiji

    Menos mal que la bestia que vivía en él al fin hizo algo provechoso para la humanidad y se auto eliminó, o no?
    A lo mejor pasará como en esas películas que uno esta sin respirar hasta el final y cuando se acerca el The end y te quieres ir feliz para la casa… viene el desgraciado comentario… Continuaráaaaa… y te vas con el corazón encogido pensando como será la siguiente película y aun que jures que no vas a verla… en cuanto la ves anunciada ya estas en la fila comprando el ticket jejeje

    Walterrrr yuhoooo… que no nos dices ni hola ché. Por si andas perdido por esos universos de corte fantástico, te recuerdo que tu nombre sigue siendo Walter 🙂 ok?

    PD: Consígueme Xfa unos mapas como los de ayer que conozco unos cuantos ambiciosos que seria buenísimo que se fueran por su propio pie a ese acantilado… jejeje
    Saludos para todos los cientocincuentales

    16 junio 2011 | 15:58

  2. Dice ser Al Sur de Gomaranto

    Eran estos los comienzos
    de otro…
    Doctor Jekyll y Mister Hyde
    con un degüello por noche.
    Cada día amanecía
    todo de sangre manchado
    y un a su lado, un cadáver.
    La lucha entre los dos YO,
    pronto se hizo patente
    y la lucha en ese frente
    la comenzó a ganar el Doctor Jekill
    Para lo que puso distancia entre él,
    y sus futuros degüellos.
    La cosa marchaba bien
    ya no amanecía manchado,
    por sangre de un degollado,
    ni había, ningún cadáver a su lado.
    Hasta que una noche Mister Hyde
    cortó el cuello a su otro YO,
    dándole muerte al Doctor
    su YO maligno, venció.

    16 junio 2011 | 16:30

  3. Dice ser bla

    bof, qué malo eres.

    16 junio 2011 | 17:39

  4. Dice ser tony80

    kien coño ha contratado a este tio?

    16 junio 2011 | 18:46

  5. Dice ser Metamorfosis

    Ojalá las leyes de la naturaleza dictaran que los monstruos que quieran o necesiten derramar sangre, eligieran la suya propia antes de derramar la ajena. De esta forma muchos monstruos primero se suicidarían, y ya no habría más tiempo para asesinar a sus parejas, ex-parejas, hijos,amigos, vecinos, ciudadanos de su pais o de otro…

    16 junio 2011 | 18:47

  6. Dice ser nono

    que fumais?

    16 junio 2011 | 19:31

  7. Dice ser fufuki

    Dame el movil del camello al que le pillas las drogas

    16 junio 2011 | 19:46

  8. Dice ser Al Sur de Gomaranto

    8)
    No me gusta protestar
    y menos cuando no pago,
    pero en honor a la verdad
    el descifrar vuestro código
    llamado de seguridad,
    no es nada fácil, lo juro.
    Y para los que ya vemos doble,
    que se nos convierte en cuatro.
    ¡Qué martirio, qué calvario!
    ¿Tanto trabajos os cuesta,
    cambiar el modelo de letra,
    por otro que sea más legible?
    Su ustedes me hacen caso,
    muy agradecido le estará.
    Este asiduo lector
    desde, Al Sur de Gomaranto

    16 junio 2011 | 21:07

  9. Dice ser Ironhand

    Lo malo es que últimamente estamos importando una de monstruitos en este país que suman ya el 80% de nuestros reclusos.

    16 junio 2011 | 23:05

Los comentarios están cerrados.