Unta la manteca sobre el pan y luego la dulce miel sobre la manteca. Remoja la tostada en el café con leche y espera a que se ablande. Luego llegan sus hijos, los dos, y su mujer. Los cuatro desayunan juntos todas las mañanas. Los vemos alimentarse detrás del cristal de la ventana de la casa; los observamos saborear el fruto de nuestro trabajo. Toda la colmena trabaja para él y su familia, alimentándola, manteniéndola. Yo fui la primera en ver la infamia, la que tuvo que encargarse de convencer a la colmena. «Hay que hacer justicia», les dije y desde ese día, cada mañana espiamos a la familia completa mientras desayunan. En algún momento van a abrir la ventana. En algún momento se van a descuidar y van a dejar abierto el mosquitero. Cuando eso suceda, finalmente vamos a saber si el más pequeño es alérgico a las abejas.
La rebelión de las obreras oprimidas, desalojadas de su habitat con humo, para que el gigantesco opresor se quede con el fruto de sus entrañas y engorde a sus expensas. Por pequeñas que sean las revolucionarias, son muchas y pueden vencer a los cerdos opresores- sobre todo a los cerdos opresores alérgicos- aunque se dejen la vida en el intento por defender sus derechos.
Nuestra suerte, hermanos opresores, es que a las revolucionarias les falta un puntito de organización, que tener la tienen, aunque un poco anárquica. Me recuerda tanto al mundo de los humanos…
18 mayo 2011 | 14:18
las abejas al poder!!!
18 mayo 2011 | 16:11
Eso, eso. Que de todo se cansa uno.
Hasta las pobres abejas obreras tienen derecho a ser valoradas.
Que se vaya preparando el «pequeñajo» con el antídoto.
Uhmmmmm ¡Qué rica está la miel!
18 mayo 2011 | 16:42
Ayyyy susto… que mi niña también es alérgica 🙁 y no va ser cosa de que paguen justos por pecadores).
Hace años vi un documental de dibujos animados de algún país del este, que ahora no recuerdo cual, que se trataba de la venganza de los peces que perdían a sus hijitos en las redes de los pescadores y de noche venían y asesinaban a los hijos de eses mismos pescadores. Ese documental ganó un premio, si tengo chance y lo encuentro se los pongo.
Bien, lo cierto es que jamás lo olvidé , y al verlo algo se removió en mi interior.
Ahora va el Walter y me pone las abejas al acecho y esperando hacer “justicia”, mama mia…
¿OH… y ahora quien podrá defendernos???
18 mayo 2011 | 17:05
Para Metamorfosis:
Tu comentario que precede,
es lo mejor que he leído
sobre las revoluciones.
Qué manera más exacta,
de describir lo que pasa,
en muchas de nuestras plazas.
Más que organización,
que por supuesto les falta,
yo creo que es experiencia
de, cómo lidiar la cosa.
En toda colonia social
hay, individuos de distintos rangos,
la mayoría son obreras y obreros,
como en abejas, hormigas y humanos,
con los roles bien marcados.
No habrá complicaciones,
mientras las leyes se cumplan,
sacrosantas leyes del reparto.
El repartir los alimentos,
(y algunas veces el sexo)
dando a cada cual lo necesario,
para no morir de hambre,
para no ir mendigando
o, sustrayendo a escondidas
o, con violencia, los garbanzos.
El sexo entre los humanos
es hoy en la actualidad,
lo único que no racionan,
pero si el trabajo y el pan.
o no hay para muchísimos
o solo para ellos hay
las migajas y las sobras.
Esto se puede soportar
por un tiempo muy limitado.
Si la cosa no se remedía,
y los de este segmento,
cada vez son más y más,
y se prolonga en el tiempo.
Los ánimos se deterioran
dando paso a las protestas,
las protestas son embriones
de revueltas y rebeliones,
que muchas veces derivan
en grandes revoluciones.
Deseo que siempre sean,
si es alguna vez se producen,
solo por medios pacíficos.
¡Por favor, no más peleas!
18 mayo 2011 | 17:19
Bonita fantasía Walter. Cuestión de tiempo solamente.
Muy bueno Metamorfosis, magistral. Muy al hilo de la metáfora en la que vivimos.
18 mayo 2011 | 17:41
Sr. Sur de Gomaranto
Gracias por las “flores” sobre mis comentarios.
En realidad ya quisiera yo que fueran como usted los describe, pero son solo unas veces bromas, otras veces desahogos. Aunque siempre trato de que sean en un lenguaje que todo el mundo entienda.
Veo que tiene un nieto que ejerce de ingeniero de computación, jejeje. Que bien. Si es que hoy en día estos niños ya saben en 6 años de vida lo que nosotros tardamos 12 en aprender
La verdad bromas aparte, los niños son los que más me enseñan de todo y sobre cualquier cosa. En mis ratos libres (que son poquísimos) me “meto” en una escuela infantil (guardería de un familiar) y con la excusa de que voy a ayudar en realidad voy para cargar mis “pilas” y llenarme de vida. Si estamos atentos a todo lo que nos rodea y queremos empaparnos de sabiduría… vaya que si aprendemos con los niños!
También le comento que tengo a mi suegro con 86 años que tampoco renuncia a su reloj de cuerda mañanera.
A él no le importa cuantos relojes modernos le regalen…él va con el de toda la vida que le ha sido fiel dice jajaja y para nada es un hombre anticuado o desactualizado antes por el contrario ( ya quisiera yo llegar a esa edad con la lucidez mental que se gasta mi (ex) suegro)
Bien Sr. Sur de Gomaranto espero que consiga esa mano amiga que de seguro lo ayudará a poner en marcha el engranaje de las nuevas tecnologías y por ende su blog.
Por estos caminos blogueros seguiré su poesía y su palabra amiga, que entre tanto comentario venenoso y confuso… es bálsamo para la vista y los sentidos.
Un cariñoso saludo
18 mayo 2011 | 17:59
Y lo peor que nos puede pasar es que las abejas empiecen a comunicarse por Internet, pues ya esta comprobado que comunicarse por este medio trae de cabeza a los gobiernos de todo el mundo. A propósito os invito a leer una narración de mi web , titulada «La sonrisa macabra» que trata algo de este asunto.
18 mayo 2011 | 18:01
Gracias Al Sur de Gomaranto.
Gracias Enmascarado.
Las revueltas inspiran mucho más que los dulces atardeceres de tonos rojizos. Es el espiritu romántico en toda su extensión…
18 mayo 2011 | 23:18
Walterrrr… es que te a picaooo una abeja??? 🙂
Bien… tengo que irrrr …… beso
19 mayo 2011 | 12:42
Ayer estuve de viaje y no pude ver los comentarios. Recién los estoy leyendo.
Fantástica la comparación, Metamorfosis.
Ana, espero que encuentres el documental.
19 mayo 2011 | 15:30
Rebelión en la granja y no son listas ni nada las abejas. Muy bueno, me encantó.
29 mayo 2011 | 12:49