Un microrrelato por día y cada uno de 150 palabras. Ni una más, ni una menos.

El peso de la vida

Cada una de las personas que habitan sobre este planeta, tienen que cargar con su propio peso, y cuando hablamos de peso, no hablamos únicamente de grasas, carne, músculos, órganos, huesos, sangre y tripas. Cargar con nuestro propio cuerpo es de lo más sencillo y es un trabajo que hacemos sin pensar. Pero el humano lleva consigo, además de kilos, una mochila repleta de preocupaciones y molestias. La espalda se nos dobla con el paso de los años, se nos retuerce ante el casi insoportable peso del pasado, de los problemas, de los impuestos, del trabajo, de las obligaciones. Sobrevivimos, soportando sobre nuestras espaldas el peso de nuestras vidas y lo único capaz de calmar el dolor, lo único que puede hacer que nuestro viaje sea más cómodo y liviano, es deshacernos del equipaje. Algunos olvidan, otros ignoran, otros evaden, otros renuncian, otros se desentienden y muchos otros, simplemente adelgazan.

4 comentarios

  1. Dice ser Clica aquí

    Pues ami hace unos dias que me duele una muela ¿Eso será por no haberme levado la dentadura nada más que una vez hace cincuenta años?

    23 marzo 2011 | 12:18

  2. Al mundo se llega virgen
    tanto en cuerpo como en alma.
    Sin nada que el peso aumente
    sin ropaje ni bagaje,
    sin zapatos ni alpargatas.
    Después del primer sollozo,
    el cuerpo entero nos cubren
    con guantes, patucos, vestidos
    y hasta un gorro nos ponen.
    Solo dejan al descubierto,
    la carita, solo el rostro.
    De momento nos han cargado
    con tanto ropaje encima.
    Que casi, casi doblaron
    el peso, con el que nacimos.
    Y a partir de ese momento,
    todo es cargar y cargar
    como si fuésemos jumentos.
    Las alforjas, el zurrón
    que venían por estrenar.
    Conforme vamos creciendo,
    la llenan a reventar.
    Que si horarios de colegio
    deberes a la salida.
    Responsabilidades por las notas,
    educación casi forzada
    y libertades reprimidas.
    Obligaciones impuestas,
    los trabajos en precario.
    Horarios interminables
    con miserables salarios.
    pago de los “hipotecones”
    Cientos de impuestos y tasas.
    La carga del nada hacer,
    en el paro vegetando.
    Y te meten tantu peso,
    que te doblan el espinazo.
    Sudores que al suelo bañan
    y el llevar, la lengua arrastrando.
    ¡Ay, que duras es esta vida!
    ¡Y que pesada es la carga,
    que debemos transportar,
    hasta que llegue la calva!

    23 marzo 2011 | 15:56

  3. Dice ser xulita

    Y otros aprendemos a vivir con esa carga a cuesta.
    A veces aguantamos la carga por soberbia, otras veces por costumbre, otras por que la mochila parece estar pegada con Superglue.
    Ha vuelto el mal tiempo y el frío.
    Me muero de ganas por quitarme los calcetines.
    No viene a cuento pero me apetecía decirlo. 0.0

    23 marzo 2011 | 18:51

  4. Dice ser Metamorfosis

    El bagaje de las preocupaciones es el más pesado, casi insoportable: discusiones, deudas, falta de perspectiva de futuro…
    Una vez más, diré que lo que aliviaría mi carga sería un buen premio de la lotería, en cualquiera de sus modalidades. El 90 % de mis problemas se esfumarían como por arte de magia. El miserable 10 % restante no inclinaría mi espalda, ni me llevaría a arrastrarme por el suelo como un caracol con su peso a cuestas. Ese 10% restante depende únicamente de mí. Y lo que depende únicamente de mí, lo resuelvo con paciencia, sin prisa pero sin pausa. Lo que verdaderamente me pesa es el otro 90%…

    23 marzo 2011 | 19:52

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