Un microrrelato por día y cada uno de 150 palabras. Ni una más, ni una menos.

Pensar el doble

«Dos cabezas piensan más que una», dijo para sus adentros el científico y sin dudarlo, comenzó con sus investigaciones. Entusiasmado leyó algunos libros y manoseó algunas células madre hasta que finalmente logró clonar su cráneo. Luego, mientras mantenía su segunda cabeza en formol, continuó con las investigaciones para realizar el injerto. Durante varios meses hizo pruebas con tortugas hasta que finalmente se sintió seguro para agregarle un segundo cráneo a su propio cuerpo. La cirugía, practicada por él mismo en un acto de soberbia autosuficiencia, duró un día completo. El resultado fue un éxito total. «Efectivamente dos cabezas piensan más que una», corroboró el científico haciendo uso de sus dos mentes con las que luego reflexionó sobre algunos detalles estéticos en los que no había reparado. Junto con el cerebro, también vienen adjuntos dos ojos, dos orejas, una nariz y una boca. Ahora que puede pensarlo dos veces, se arrepiente.

12 comentarios

  1. Dice ser Clica aquí

    Algo de eso habrá que hacer para poder comentar algunas veces, luego vuelvo , voy a ver sihago algún ejercicio de intelecto y me pongo al nivel que aqui se exige.

    10 marzo 2011 | 11:40

  2. Dice ser Metamorfosis

    Mala idea. Una idea malísima. Ni aunque el segundo cerebro sea clonado, pensará igual que el primero, por su naturaleza «artificial», por su falta de experiencia en el uso de neuronas, porque nadie piensa exactamente igual que otro, aunque sea su gemelo idéntico…
    Mala idea. Los dos cerebros jamás se pondrán de acuerdo para hacer nada, y el científico se verá abocado a la eterna indecisión o a hacerse la puñeta a sí mismo, tomando un cerebro decisiones rápidas mientras el otro duerme desprevenido…

    10 marzo 2011 | 12:14

  3. Dice ser maria

    muy bueno me ha gustado 🙂

    10 marzo 2011 | 12:31

  4. Dice ser noaguantoamijefe

    No estoy de acuerdo, muchas cabezas piensan menos que una, miles de seguidorres borregos de líderes increiblemente fantoches. Y estéticamente, deplorable.
    Muy original.

    10 marzo 2011 | 12:58

  5. Dice ser antonio larrosa

    La clave está en el dos. Mi hija tiene todo doble: dos brazos, dos piernas, dos orejas, dos ojos, dos tetazas, dos bocas (la de arriba y la de abajo), dos amantes bilingües y dos neuronas.

    clica sobre mi nombre

    10 marzo 2011 | 13:39

  6. Dice ser S

    que asco me da este hombre, este ultimo…

    10 marzo 2011 | 15:51

  7. ¡Dios mío que condena!
    Si casi ningún humano
    ni se soporta a sí mismo,
    cuando en el interior se hurga.
    Si uno viniera con «bis»
    adosado a su pescuezo,
    sería más que una guerra.
    Si analizamos a la pareja;
    que son dos medias naranjas,
    que los dos se complementan,
    que el estar juntos es su anhelo.
    Más transcurrido algún tiempo.
    necesitan sus parcelas,
    necesita independencia.
    estar solo, pensar distinto,
    aunque sea por momentos.
    El tener a otro pegado,
    que no son ni complemento,
    por muy clonado que estén,
    y por muy iguales que sean,
    siempre serán competencia.
    Daría tensiones continuas,
    fricciones y discusiones
    en definitiva, guerras.
    ¡Y qué guerras! si se tiene
    que llevar y de continuo
    al enemigo, a cuestas.

    10 marzo 2011 | 17:46

  8. Dice ser Penélope G.

    Más allá de lo estético, no se si me llevaría bien conmigo misma.

    10 marzo 2011 | 18:06

  9. Dice ser xulita

    ¡Con lo difícil que es ponerse de acuerdo con otro ser pensante!

    ¡Con lo difícil que es poner en orden tus propios pensamientos e ideas!

    Me parece que ese genio científico no sabe la barbaridad que ha hecho.

    Pá volverse loco.

    10 marzo 2011 | 19:59

  10. Dice ser Marisa G.S.

    Pues on lo que yo me he quedado es con que hacen pruebas con tortugas.
    y no me gusta nada de nada.
    Será porque he tenido tortugas en mi casa.
    Y en especial especial cariño teníamos a una que trajo mi cuñado que le había entrao en un retel de los cangrejos. Fue en el 94, si no recuerdo mal, se murió hace poco.
    la dejamos suelta por la casa, con su comida, su agua…. lo cierto es que no teníamos ni idea de nada sobre tortugas, pero la joía se adaptó. mis hijos eran muy pequeños y pusieron el agua caliente en la bañera y la metieron en ella, para que nadase. Se les olvidó, y la pobre, cocidita que estaba y casi muerta cuando me avisaron. La reviví, metiéndola en agua fría y después tempada, vamos que volvió a vivir .Claro que fuimos, yo fui la culpable de su seguna casi visita al más allá.
    pues es que vivimos en un cuarto piso, y , recuerdo era el mes de mayo, y debía hacer calor, que dejé la puerta del balcón que daba a la calle abierta durante la noche. Por la mañana, empezamos a buscar a la» tortu», ya se que no somos originales en el nombre, pero así la llamábamos. Total, que ya dejamos por imposible encontrarla, qe vete tu a saber debajo de donde andaba, cuando suena el timbre y el niño del bar de abajo, que sube , on la tortu, envuelta en una toalla y que dice que se la han encontrado muerta en la puerta. No estaba muerta, que va, eso sí, el caparazón lo tenía roto por tres sitios y llena de sangre. Mi hija, que es muy sensible, a cuajo vivo, oigan. Y yo, que la cojo de las manos de David y me dió la impresión que muerta no estaba. Así que, la llevé al lavabo, la lavé, y empezó a sacar el pescuezo, que se veía le dolía (señal de que quería vivir), y después…. hala cojí el frasco de betadide y a chorro en las hendiduras del caparazón. La pobre, después estuvo muy apagfada, que conste que le pusimos esparadrapo en todo el caparazón, y la curábamos con el betadine a menudo. Nos dijo un veterinario, que ya curado todo, le pusiésemos masilla de lo que antes se usaba para los cristales. Eso hicimos.
    Si eso fue en el 1995, la tortu siguió con nosotros. pero no fue la única, que otra vez se cayó desde el cuarto piso, esta vez en la terraza, hasta el primero, que ya creímos que se nos iba, pero no.
    Cuando tuvinmos gato en casa, no solo la respetaba, sino que era un perrito faldero tras ella. Y ella comida la comida del gato, que le gustaba más que la suya.
    Se nos murió no hace mucho. Pero es q ue sobrevivió a tres muertes.
    Mi marido´decía de devolverla al río, pero eso me parecía una crueldad después de haberla tenido como pedro por su casa.
    Aquí, en cas estuvo 14 años

    10 marzo 2011 | 20:00

  11. Dice ser Penélope G.

    Hay Marisa! Me quedé así como un poco impresionada por la historia de tu tortuguita, no te enojes, pero lo del injerto de la segunda cabeza no hubiese sido nada al lado de las tres casi muertes!!!! 😀
    A mi me encantan las tortugas, también tengo una, bueno, un poco lejos ahora, pero la mía ya va por los treinta y algunos, está en mi casa desde antes que yo, y muy feliz(creo).

    10 marzo 2011 | 20:14

  12. Dice ser Penélope G.

    …………Ay no hay………………………………………

    10 marzo 2011 | 20:19

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