El humo de la exquisita sopa que se olfatea en la selva, se manifiesta físicamente en forma de mano. Los dedos se enganchan a los orificios de la nariz de un indígena y la víctima, seducida, se deja llevar boca abajo, levitando horizontalmente, serpenteando sobre el aire hasta llegar al lugar desde donde se origina el aroma. Las verduras hierven en una inmensa olla mientras un brujo revuelve el agua burbujeante con su báculo. El indígena, notando el peligro, patalea en el aire tratando de desprenderse del humo y mientras avanza hacia la olla donde será cocinado, se le ocurre taparse la nariz. Automáticamente el hechizo desaparece, cae al suelo y al ver al brujo desarmado, opta por la mejor estrategia. Desenvaina el cuchillo que cuelga sobre su cintura y corre hacia su enemigo, decidido a rebanarlo en pedazos, arrojar las extremidades a la olla y cocinar una suculenta cena.
Pues un indígena solo zamparse a un tio entero tiene mérito eh ;P
un saludo 😉 y clica 😉 mi nombre 😉
02 febrero 2011 | 11:44
De allí el viejo dictado… o me cocinas o serás cocinado!!! Jejeje
Que bueno seria si nos diéramos nuestros espacios y viviéramos todos en paz, verdad?
No le auguro un futuro muy hermoso a esa tribu que acaban de descubrir, basta ver lo que a pasado con todas las etneas en cualquier parte del mundo
Marisaaaa, que es eso de andar corrigiendo lo que escribes??? Pero cariño si haces eso voy a tener que ver lo que escribo y me tendré que corregir tambien hijole… no me puedo dar ese lujo, con los puntapiés que le doy a la gramática me tendría que quedar pegada a la silla todo el día. Además, amiga para que están los voluntarios? Jejejee… esos que siempre tienen algo que emendar, que corregir, que criticar, hija no les quites el placer… que aparte de amargad@s se pueden traumar mas de lo que ya están jejeje déjalos hacer algo paaa que crean que son necesarios!!! jejejeje
02 febrero 2011 | 11:52
A este post se le podía poner de título «El cocinero cocinado», o «el cazador cazado».
Pero al leer lo de la sopa cuyo pruncipal ingrediente es el indígena que va a ser atraido por el resto de ingredientes, se me ha venido a la mente un chiste gráfico, de esos que te mandan por correo los amigos . Con un tío en una olla a punto de ser guisado y al improvisado cocinero, flecha en mano izquierda y palo en derecha removiendo la caldera. Y el futuro menú de la tribu , suelta la carcajada y no parando de reir les dice : «jajajajajaajjj, Sorry, no podía aguantarme, parece que me he hecho caca, es que la fabada asturiana es lo que tiene,jijijij».
Ana….. Que te habrás dado cuenta que era de cachondeo lo de mis correcciones,tienes razón, no quiero quitar trabajo a los espontáneos que a veces surgen. ¡Dios me libre de traumatizar a nadie,jamía!.Eliele (como tú la llamas) aun no se ha recuperado de la jartá a reir que nos pegamos ayer con un comentario de otra doctora en el taxi. Es que la expresión esa que puso de «está más claro que er caldo en un asiloooo»nos descolocó,jajajaj
02 febrero 2011 | 13:22
Yo estuve en África y lo unico que me comió el brujo de la tribu fue el rab… bueno. Ya sabeis.
clica sobre mi nombre
02 febrero 2011 | 13:49
Yo pensaba que esa atracción producida por el aroma de la comida que hace levitar a la víctima dirigiendola hacia el origen del aroma, solo ocurría en los dibujos animados, hasta que ví a mi perrita hipnotizada, casi flotando sobre el suelo, arrastrada por su naricilla que no dejaba de vibrar siguiendo el rastro de una buena comida.
Queen es muy muy lista, pero a ella su instinto la hubiera dejado caer en la olla.
02 febrero 2011 | 14:18
Algunos pueblos se comían a los muertos porque pensaban que así adquirían sus poderes, sabiduría, energía…. asi que por ahí el indígena termine revolviendo la olla con sus humos mágicos en forma de mano, buscando una presa, pero, basándose en la experiencia, la presa no lo va a encontrar desarmado.
Buen miércoles!!!
02 febrero 2011 | 15:26
La ley de la supervivencia. O comes o serás comido.
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02 febrero 2011 | 15:46
El brujo para añadir al menú
la carne que necesita.
Prepara una vianda, a base de
tubérculos, alucinógenos y frutas.
Que cuando la cuece al fuego,
la sopa esparce tal aroma,
que siempre hay algún hambriento,
que con la boca hecha agua
sin dudarlo se aproxima.
Para ser con las verduras,
en la olla también cocido.
Esta vez al hechicero-cocinero
le salió mal bastante mal.
La carne de su guisado,
la nariz se había tapado,
y al no respirar el humo,
no se sintió alucinado,
aparentó que lo estaba
y aprovechó la ocasión.
Clavó su puñal en el pecho,
al cocinero-hechicero,
y le atravesó el corazón.
Le cortó brazos y piernas,
que al guisado añadió.
Una vez ya cocinado,
acabó con el guisado
y con hambre se quedó.
El hechicero era viejo,
flaquito y no tenía más
que, los huesos, la tripa y pellejos.
02 febrero 2011 | 17:36
Ya sabéis eso de que «todo lo que nada, corre o vuela, a la cazuela».
No se libra ni el brujo de la tribu que volar volar no sé, pero correr, seguro. 🙂
02 febrero 2011 | 18:10
He estado fuera toda la tarde y parece que he llegado tarde al festín . Buenas noches a todos y que les aproveche la cena.
03 febrero 2011 | 00:14