Un microrrelato por día y cada uno de 150 palabras. Ni una más, ni una menos.

Archivo de enero, 2011

Soy mi propio Dios

No soy más que el fiel producto de mi invención; creado por mí mismo, a mi imagen y semejanza y por lo tanto, por más que pese, debo reconocer que padezco de mis propios errores. Aún así, me beneficio de las virtudes que me caracterizan. Soy lo que quise ser y seré lo que yo mismo me depare. Desde ahora en adelante me rezaré para beneficiarme, rogaré por favorecer a otros en el camino y me maldeciré, decepcionado conmigo mismo, cuando no pueda controlar mi suerte. Esculpiré íconos en mi nombre y sacrificaré la cantidad de carneros y hortalizas que hagan falta para retribuirme. Estaré presente en cada acto de mi propia presencia. Seré mi propio Dios. Levantaré una roca y ahí estaré. Levantaré un grano de arena y ahí estaré. Me levantaré a mí mismo y ahí estaré, estirando los brazos, preparado para ser elevado por mis propias manos.

Nota:
El de hoy es un microrrelato que preparé especialmente para el año nuevo.
Espero que les guste.
Sin más, les deseo, de corazón, el mejor de los años.