Destapó la botella y le dijo que el vino era ideal para acompañar con carnes blancas, frutos del mar y por supuesto, para acompañar con ella. El piropo dibujó una leve sonrisa. Él sirvió el sauvignon blanc en la copa, observó el color detrás del cristal, sintió el aroma y luego llevó el líquido a su boca. Notó la tierra, las montañas, el sol bañando la vendimia, la madera y por supuesto, el sabor de sus propias manos. —Yo también hubiese convertido el agua en vino —le dijo a su compañera y volvió a robarle una sonrisa. Don Eleuterio alcanzó absolutamente todos los objetivos que se propuso en su vida, con el único incentivo de poder brindar por ellos. Aquella noche no fue la excepción. Enamorados, chocaron las copas hasta que no les quedaba más nada por brindar, pero el vino era tan bueno que tuvieron que seguir inventando excusas.
Nota del autor:
En el cuerpo de este microrrelato de 150 palabras, encastré tres hiperbreves que fueron seleccionados en el II Certamen Internacional de Literatura Hiperbreve «El Rioja y los Cinco Sentidos», convocado con la colaboración de «Pompas de Papel».
Si bien es noticia vieja, la comento hoy porque recién ayer me llegó el libro. Desde ya, felicitaciones a los ganadores del concurso y a los participantes, y muchísimas gracias al jurado por hacerme parte de la edición de «Sorbo de Letras».
Los dejo con los hiperbreves:
Cita.
«Yo también la hubiese convertido en vino.»
Brindis.
No les quedaba más nada por brindar, pero el vino era tan bueno que tuvieron que seguir inventando excusas.
Incentivo.
Don Eleuterio alcanzó absolutamente todos los objetivos que se propuso en su vida, con el único incentivo de poder brindar por ellos.
Brindo por todas y cada una de las pequeñas cosas que nos hacen sonreir, y que se abren camino entre tantos problemas que nos hacen perder el sueño.
23 enero 2011 | 10:51
Nothing better than a little wine to get a woman where you want her. lol
23 enero 2011 | 11:04
Una historia romantica para hoy, eh! =)
Bonita que es… 😛
Clicka sobre mi nick! ^^
23 enero 2011 | 11:56
Toda la tierra puede convertir el agua en vino, solo hay que plantar las viñas, y estrujar el fruto.
Clica
23 enero 2011 | 12:55
Nada como compartir con alguien una buena botella de vino.
Ya sea por amor, amistad…
Sabes que a veces me gusta poner música a tus relatos.
Hoy tampoco me puedo resistir.
https://www.youtube.com/watch?v=8eiNcCHnN8o
23 enero 2011 | 13:29
Brindo por los tres hiper-súper-breves!
Te copio Xulita, ahí va otra (el video es horrible, pero es lo único que encontré!).
Chau!
https://www.youtube.com/watch?v=sw49CoUtqnA&feature=related
23 enero 2011 | 13:49
@ Penélope G.
Por oír la canción vale la pena.
¡ Desde un rincón del mundo……… brindo contigo..!!!
23 enero 2011 | 13:59
Que buen maridaje el de un buen tinto y el sexo.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
23 enero 2011 | 14:27
FELICITACIONES!!! Brindo por vos!
23 enero 2011 | 14:46
Una botella de blanco,
de la tierra del champagne,
dijo que para acompañar
carnes blancas y mejillón,
o que fuese concha fina
u ostra; la perla del mar.
De la carne fue más explícito,
pero del fruto del mar,
no nos ha puesto al corriente.
Tal vez no sabía la edad,
ni se atrevió a preguntarla,
eso a nadie se le pregunta
y mucho menos a la dama,
que te ha invitado a cenar.
Que a demás de la botella,
pone la carne y el mejillón
o las coquinas o las ostras.
Y mira si es generosa,
que pagó hasta la factura
del Spa y dejó buena propina.
Un vino blanco francés,
(tampoco está mal el español)
Para acompañar carnes blancas,
y algún fruto de la mar,
en su jugo sin limón,
ya que le merma el sabor.
Esa es la mejor velada,
que se pegó don Eleuterio,
hombre de buen paladar
Y que muchos se pegarían,
si hay una dama que invita.
O como dicen por aquí:
A quien la cartera se lo permita.
23 enero 2011 | 17:06
Gente, a cantar el aria de la ópera…bebamos…bebamos..
salud.♦
23 enero 2011 | 18:21
gracias Xulita por recordarme tan bella canción de Drexler ,hacia tiempo no la escuchaba, besicos.
23 enero 2011 | 19:51
«Nuestro vino aunque amargo es nuestro vino»
23 enero 2011 | 20:10
Vino que del cielo vino, nacido entre verdes matas que, a cuantos hombres de bien, le has hecho torcer las patas.
Brindemos por aquello que es producto de la tierra y nos hace más felices cada día. Un abrazo
23 enero 2011 | 22:00
Algo tiene el vino como milagroso. Jesús el Cristo dijo a sus apóstoles lo siguiente: Esto es mi sangre, quien bebiere de ello, vivirá eternamente.
23 enero 2011 | 22:26
no hagais publicidad del vino a ver si vuestros amiguetes los moros se van a enfadar y os van a denunciar.
23 enero 2011 | 23:08
«…el vino era tan bueno que tuvieron que seguir inventando excusas.»
Me encanta el remate.
24 enero 2011 | 13:14