Un microrrelato por día y cada uno de 150 palabras. Ni una más, ni una menos.

Unas ranitas naranjas

Las personas estaban disfrutando del parque. Algunos se besaban, otros escuchaban música o leían, otros paseaban a sus mascotas y otros simplemente contemplaban el paisaje cuando de pronto, todos comenzaron a notar que el césped se movía alocadamente, como poseído por un viento que nadie sentía. Luego, desde la tierra brotó una pequeña burbuja naranja que se elevó algunos centímetros hacia el cielo y reventó, liberando así a una ranita naranja que cayó amortiguándose con sus patas en el suelo. Le siguieron miles de burbujas que al explotar, dejaban caer miles de ranitas que deambulaban por todo el parque. Parecían perdidas, sin rumbo fijo, saltando de acá para allá, de allá para acá. Todos quedaron absortos, sorprendidos ante el extraño espectáculo de las burbujas con ranas brotando desde el césped que todavía permanecía húmedo a causa de la reciente llovizna de gotas mágicas que una descuidada hada había dejado caer.

6 comentarios

  1. Dice ser Metamorfosis

    ¿Y qué poderes tenían las preciosas ranitas naranja? ¿Se convertían al besarlas en un apuesto príncipe naranja? ¿Curaban verrugas al chupar su lomo?. ¿O se convirtieron en el efímero plato de moda en un afamado restaurante francés?.
    Casi que preferiría la segunda opción. Me dan repelús las ancas de rana y los príncipes color naranja…

    22 enero 2011 | 11:39

  2. Solo una vez vi llover algo inusual y era en la guerra , que por supuesto algo debió influir , pues eran bombas que explotaban al llegar al suelo o sobre las casas.

    Clica

    22 enero 2011 | 11:45

  3. Dice ser Baizabal

    Me encanta, queda como una lectura para todas las edades.

    Un abrazo

    22 enero 2011 | 14:08

  4. Dice ser Anónimo

    A a a a cuanta informacioon solo para los que se sabe de q parti do son

    22 enero 2011 | 18:37

  5. Dice ser xulita

    Me encanta el relato de hoy.

    Imagino el parque lleno de luz y esas burbujas naranjas como pompas de jabón.

    Hoy hace aquí mucho frío, sería perfecto poder disfrutarlo. 🙂

    22 enero 2011 | 19:42

  6. Dice ser Al Sur de Gomaranto

    Cuentan que aquí en esta tierra
    hace ya bastantes, muchos años.
    Después de unos fuertes vientos,
    comenzó una extraña lluvia,
    y que con el agua caían
    ranas pececillos y fango.
    Dicen que fue algo terrible
    los moradores aterrados,
    pensaban que un castigo era,
    porque alguien había pecado.
    Y de algún espíritu ofendido
    las iras habían desatado.
    Con penitencias y oraciones,
    imploraban los perdones.
    De las ofensas cometidas,
    por uno de sus moradores.
    Pasado algunos días,
    cuando salieron al campo.
    Comprendieron los motivos
    de esa lluvia que había caído,
    de peces, ranas, renacuajos
    mucha cantidad fango.
    En un llano en la planicie
    había una especie de lago,
    al que llamaban la charca.
    Era una poza muy grande,
    que los hombres habían cavado,
    quizás durante milenios.
    Para extraer la acilla, el barro.
    Con la que construir, ladrillos y tejas
    que la lluvia había llenado,
    agua que era utilizada,
    para regar en el verano.
    En la charca había peces,
    ranas y en el fondo, fango.
    Dicen que la ventolera,
    que precedió la tormenta,
    Fue la que secó la charca,
    porque absorbió toda el agua
    y a los que dentro habitaban.
    Que luego la descargó,
    en toda esta comarca.
    Se acabaron los temores
    de todos sus moradores.
    Pero desde aquellos hechos
    la charca es un valle seco
    por haber perdido el fango.
    Su fondo no es impermeable,
    es de una lava volcánica,
    que no retiene nada de agua.
    Y no hay pececillos de colores,
    ni aquellas ranillas pardas.
    Estoy pensando que tu hada
    quizás pudiera arreglarlo.

    22 enero 2011 | 19:45

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