Era de noche cuando mi padre entró a mi habitación y me tomó del hombro para despertarme. Recuerdo que al abrir los ojos no pude contener la alegría y me abalancé hacia él, abrazándolo con fuerza. Mi papá era mi adoración y desde que nos había dejado, lo extrañaba con locura. Me tomó de la mano, me pidió que lo siguiera y en ningún momento me importó el hecho de que se había matado tres meses atrás en un accidente. Me le pegué como a su sombra. Salimos de la casa tomados de la mano, esquivando el fuego, y afuera nos encontramos con los bomberos que intentaban apagar el incendio. Nunca más lo volví a ver hasta que hoy apareció a mi costado y volvió a colocar su mano sobre mi hombro, impidiéndome cruzar la calle. Le grité a la gente para que no avanzara, pero no me hicieron caso.
buenisimo, un buen angel de la guarda 😉
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11 diciembre 2010 | 12:00
Es decir, que el final del relato significa que verá a su padre cada día, porque no está vivo o porque la gente no quería hacerle caso sin más. Un final en la que cada uno lo pueda interpretar como quiera. Aunque creo que el final que cobra más peso es el primero.
Buen fin de semana a todos todoooooooss
11 diciembre 2010 | 12:14
Pues yo si se me apareciera mi padre aprovecharia la ocasión para preguntarle cosa del otro lado y la primera sería Olle papá .. ¿Hay Dios?
11 diciembre 2010 | 13:12
por fin un relato tuyo q me gusta
11 diciembre 2010 | 14:45
Muy bueno Walter, los ángeles protectores…subsconcientemente le ponemos aspecto.
Habrá un día en que tal vez la ciencia ya haya avanzado tanto, que nos conectaremos telepáticamente para comunicarnos sensaciones y otras cosas, cosas que no se puede explicar verbalmente.
En este caso, es lo que le faltó a tu personaje, la conexión con los vivos falló.
Gracias xulita por tus buenas vibraciones, me fastidaron más los controladores que las lluvias.
11 diciembre 2010 | 14:45
Qué suerte, contar con la protección de un ser querido que ha cruzado al otro lado, pero que continúa vigilando nuestra seguridad. Yo siempre invoco a nuestros lares y penates, como los antiguos romanos. Son nuestros ancestros, nuestro difuntos incluidos en el colecitvo de dioses a quienes rogamos cuando las cosas van mal. Su altar está en mi hogar, ocupando varias baldas de la estantería, y en lugar de las figurillas de barro que les representaban antaño, están las fotografías de mis seres queridos perdidos, para no olvidarles nunca
11 diciembre 2010 | 15:03
Cuando yo era un niño,
de accidente de trabajo
mi padre murió.
Salió un día a trabajar,
y nuca más regresó.
Le pregunto muchas veces:
¿Padre, donde estás?
Y nunca él me responde,
Nunca se comunicó conmigo.
Después de muchos años
también ha muerto mi madre,
y a los dos les pregunto:
¿Qué si de nuevo están juntos?
Tampoco obtengo respuesta.
No sé, no sé, ya soy un viejo
Y veo que cada vez
me cuesta mucho más
el, creer que hay un cielo,
el creer que hay un infierno.
Que otra vida hay después,
en donde viven los muertos.
Y es que yo ya con los años,
todo lo veo más borroso
y lo del más allá, muy difuso.
Walter al leer tu microrrelato
me ha dado que pensar.
De verdad me gustarí,
de que hubiese un más allá.
Sobre este tema ya he escrito,
otro comentario en este diario.
Inserto la dirección,
para que puedas ojearlo.
https://blogs.20minutos.es/poesia/2009/03/18/aucanto-i-a-alfonso-costafreda-1926-1974/
Un saludo desde, Al Sur de Gomaranto
11 diciembre 2010 | 18:24
Precioso relato…para mi el final es como siempre habra un mañana porque alguien esta cuidandonos…
11 diciembre 2010 | 19:51
Al Sur de Gomaranto esta insuperable , cada dia sube más arriba.
11 diciembre 2010 | 20:09
Sólo una cosa, para escribir en un periódico, no importa ni el contenido ni el objeto, hay que escribir bien.
No he podido seguir leyendo después de: «Me le pegué como a su sombra».
Lo siento. ¿Qué tal un «Me pegué a él como su sombra»?
11 diciembre 2010 | 21:37
Walter en hora buena por tu escrito. Muy humano, tierno, y de mucha sensibilidad, para todos, por lo menos para los que te leemos a diario, y comprendemos. Tu filosofía, y forma de transmitir las ideas. Dando por valida todas y cada una de las opiniones, que hacemos de forma individual, al resumir y dar nuestro punto de vista, sobre el contenido de todos tus post. Aun no coincidiendo, algunos, en la forma, ni en el fondo, de la interpretación de la mayoría, dejando plena libertad de interpretación, para entenderlas, y explicarlas, a razón de su raciocinio, y pensamiento, de cada cual, algo que por lo general nos tienes acostumbrado. Volviendo concretamente al escrito. Una historia apasionante y querida por todo el mundo. Para los creyentes en el más allá, y en la vida extracorpórea, después de la muerte física, algo totalmente posible, y aceptable, la presencia, o protección, del ser querido ya desaparecido. Y para los agnósticos, que no creen en nada, referente a la otra vida, no le dan ningún crédito, a lo descrito anterior mente, no por ello considerar el que si esto pudiese ser cierto, seria una cosa muy buena, fantástica, y bonita, para todos….Un saludo a todos@….
11 diciembre 2010 | 22:02
Que bueno es tener alguien que te cuide y te proteja, aunque ya no está en el mundo de los vivos.
De nada Enmascarado.
11 diciembre 2010 | 22:11
Parece como que estuvieses obligado a escribir.
Este tema de tu padre (real o ficticio), no emociona ni conmueve.
Un tema precioso, que tal vez debiera ocupar más palabras.
Pero en tu lugar, en vez de escribir me dedicaría a otra cosa.
Saludos.
http://www.odiaconmigo.blogspot.com
12 diciembre 2010 | 01:22
Bonito relato que nos ayuda a creer, aunque sinceramente no creo que haya conexión alguna de este mundo con ningún otro.
12 diciembre 2010 | 10:36