Si tenemos que adjetivar la noticia, primero podríamos decir que es desdichada y luego, afortunada. El anuncio que reveló su corta esperanza de vida derivó más tarde en una reflexión que no se hubiese desatado sin la desgracia de su inminente muerte. «¿Qué quiero de mi vida?», se preguntó, y tal cuestionamiento seguramente no encontraría respuesta en google. Si quería descubrir lo que nunca había buscado, tenía que indagar en otros campos. Primero invirtió su dinero en lo básico: diversión, mujeres, drogas, paisajes, sabores, sensaciones y una larga lista de etcéteras que estuvieron lejos de conformarlo. Habiéndolo probado todo, su búsqueda continuó luego por los logros. Decidió que se sentiría completo alcanzado objetivos que tardaría una vida entera en conquistar, y teniendo en cuenta su corta esperanza de vida, triunfar iba a costar el doble. Paradójicamente, ante la latente motivación de la muerte, los proyectos de vida se abrieron camino.
Yo solo quiero que me lean y cliquen ahí arriba
16 diciembre 2010 | 11:19
Es la eterna pregunta que se deben hacer los que han defraudado a los pobres para darse la vidorra padre y muy señor mio, los que nunca han dado palo al agua y lo han poseido todo por haber heredado, quizá un titulo, tal vez una fortuna inmensa, los personajillos que todo lo han conseguido con engaños y maquinaciones. En fin, los que de todo han disfrutado sin merererlo. Yo creo que todos esos , todos esos que no han ganado el pan con el sudor de su frente. ( Lo he dicho mil veces ) Todos esos, terminaran en el fuego eterno de los infiernos, pues creo que es mentira que un sacerdote los puede perdonar a última hora. eso es un mal invento de los curas para congratularse con ellos y conseguir un pellizco de esas fortunas terrenales, fotunas que ya no les serviran para nada, pues nada se pueden llevar de este mundo., y a Dios no les van a engañar con esa estratagema de vivir una vida acaparandolo todo, para ser perdonados aúltima hora , mientras en el mundo se mueren cada dia millones de personas de hambre, la mayoria niños.
16 diciembre 2010 | 11:36
Cambiemos: «…ganar el pan con el sudor de mi frente» por «…servir con todo el amor de mi corazón» y verás como todo cambia.
16 diciembre 2010 | 14:15
Cuando tenemos por delante todo el tiempo del mundo, aplazamos una y otra vez proyectos y decisiones por diversos motivos. Pero una vez que existe una fecha problable para el punto y final de nuestra historia, nos vienen a la cabeza todos aquellas cosas que se nos han quedado pendientes. Aplazamos, aplazamos y aplazamos. Que levante el dedo el que no ha esperado a última hora para estudiar para un examen, o hacer la maleta, o redactar un informe…siempre aplazamos.
No tengo motivos serios para pensar ya en la Parca, pero llevo un tiempo queriendo elaborar un listado de todas aquellas cosas (posibles) que me gustaría hacer antes de partír. Me gustaría empezar a conseguir objetivos antes de que se acabe el tiempo…o sea demasiado mayor para disfrutarlo de verdad.
Pero no sé por qué, siempre lo dejo para mañana.
16 diciembre 2010 | 14:35
Está claro que la mejor manera de entretener al tiempo es dándole trabajo. En una de estas que se despista, lo engañas o lo entusiasmas y después no puede pasar.
Yo creo que ante un imprevisto en mi vida, elegiría, si pudiera, saber, continuar aprendiendo hasta que el tiempo no tuviera más remedio que cotizarse de la forma menos rentable.
Decidiría si pudiera, ignorarlo, darle un revés igual o más grande que de lo estupefacto que quedará no tuviera más remedio que pararse. Solo pediría un deseo en particular, un buen par de cubiertos y una buena mesa para sentarme a saborearlo, paladearlo y disfrutarlo.
Me olvidaría de la prisa y de todas las cosas pendientes de hacer, simplemente me callaría y muy discretamente una a una las haría.
Por último, ante un gran dilema le pondría, ya que visto lo visto, tal vez su interés por mi aún le compensaría.
16 diciembre 2010 | 14:46
La muerte da vida, está claro. Si a mí me anunciaran mi muerte inminente, reuniría todos mis ahorros y me gastaría gran parte en whisky caro (o en champán, pero no en cava, que no me gusta) y mujeres; el resto del dinero lo malgastaría.
Clica sobre mi nombre.
16 diciembre 2010 | 15:02
muy buena!
Clica mi nombre para conocer el nuevo blog de denuncia de lo cotidiano
16 diciembre 2010 | 15:42
Si a mí me pusiera algún médico,
tras una visita a uno de ellos
en el parte que suelen dar.
Junto al código de barras,
con el que me identifican,
la fecha de caducidad,
como los yogures tienen?
No cogería un mosqueo,
ni nada de lloriqueos.
Tampoco yo trataría,
recuperar lo perdido,
ni daría preferencia
de vivir lo no vivido,
ni por supuesto disfrutar
lo que me voy a perder,
porque aquí ya no estaré.
Si tratara de hacer todo esto,
viviría muy angustiado,
no porque me voy a morir
sino, porque me falta tiempo.
Y no es cosa de vivir,
el tiempo que me quedara.
Pendiente, de una agenda,
del calendario, del reloj
ni de, si me llegará el dinero.
16 diciembre 2010 | 17:36
Creo que es una pregunta que nos podemos hacer durante toda la vida.
Es muy difícil poder hacer con tu vida lo que TU quieras, por que no te pertenece nunca del todo.
AAYYYYYYYYYYYYYY!!!!!
16 diciembre 2010 | 18:35
A mí me parece que un poco tarde se pone a reflexionar sobre su vida; en el momento que le anuncian que su fin está cerca. Ya parece que no queda tiempo, aunque bién mirado le sobra tiempo para recapacitar si en algún momento ha dañado a alguien y puede rectificar errores comentidos.
No está tan mal, eso de saber cuando será el final, aunque no se pueda vivir en ese poco tiempo que nos queda lo proyectado y no llevado a cabo.
Penélope G: Bueno hija, pues que te vaya muy bién en verano ientras los demás seguimos pelando frío, que por mi ciudad los bajo cero diarios son una constante. Supongo que es que te vas a tu tierra, algún sitio de Sudamérica dónde te esperan con alegría, pero seguirás por estas páginas.
Xulita, ese AYYYYYYYY tuyo espero no sea porque te hayan increpado por tener un cigarrillo en los labios; que los ánimos se caldean contra los fumadores, que es una barbaridad, jejejej.
16 diciembre 2010 | 20:09
No Marisa.Es un AYYYYYYYY vital.
Walter, para evitar malentendidos decirte que no me refiero a tu vida.Me refiero a la vida de la gente en general. jajajajaja!! 🙂
16 diciembre 2010 | 21:24