—El destino siempre estuvo delante de los sucesos más horrorosos de la historia universal. Calculo que también fue el destino aquello que colocó su torre ante los ojos expectantes de mi caballo, mi querido Rey —dijo el Conde mientras derribaba los muros con las patas aplastantes de un pura sangre inglés que poseía más de mil batallas.
—En esta gran sala bañada en oro, yo soy el Rey, mi querido Conde. Me ofende al pensar que voy a ser tan ingenuo como para permitirme desproteger tan magnánimo palacio. Las batallas muchas veces deben ser perdidas. Una torre no es nada comparada con todo mi reino y por lo tanto no me duele verla derrumbarse. Es más, me alegro de haberla sacrificado. Desde los primeros movimientos supuse que su caballo era bastante ansioso. Ahora su Reina, mi querido Conde, tendrá un destino similar al del elefante que fue sacrificado para moldearla.
Yo tambien se jugar al ajedrez y tienes razón, a veces hay que sacrificar hasta la reina si es preciso para ganar la partida.
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18 noviembre 2010 | 11:30
¡¡bueno ¡¡ estupendo ¡¡¡¡ ¿ pero jaque -mate , en cuantos movimientos mas ?….seguramente el caballo murio sobre el tablero de ajedrez , alli no hay yerba …..¿ la reina ? abandono el tablero —aburrido espacio ¡¡ —y se fue de compras a Picadilly Circus …etc
18 noviembre 2010 | 11:31
No creo que sea muy diferente esta conversación a la de los mágnates financieros decidiendo que pais tumbarán a continuación para conseguir nuevos fondos paragados por todos los europeos.
Marta
http://www.mivibrador.es
18 noviembre 2010 | 11:53
¿Y no sería mejor aliarse con la reina en lugar de sacrificarla como a un elefante? Que mejor venganza contra el Conde que hacerse amantes y pasear agarrados de la mano todas las tardes por el tablero.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
18 noviembre 2010 | 12:00
Aunque mi padre intentó enseñarme jugar al ajedrez, y de hecho jugué algunas partidas con él, ya desde muy joven prefería dedicar mis esfuerzos de concentración a mis relatos.
El ajedrez, además de exigir que te exprimas las neuronas para mover tu pieza y saber de antemano el movimiento del rival para anticiparte, me parece un juego cruel, aunque sea teóricamente y no haya derramamiento de sangre. Las primeras piezas que caen en la lucha, los peones, es una metáfora cruel de los soldados que morían (y mueren) a cientos, simples piezas prescindibles. Pierdes torres (castillos o ciudades), caballos (pobrecitos inocentes), alfiles (caballeros, generales o incluso obispos)…incluso la Reina (en otros paises el Emir o Primer Ministro) es prescindible. Pero cuando el Rey cae, pierdes la batalla. Y ya dejemos estar que unas sean blancas y otras negras. Supongo que en esto no habrá simbolismos, sólo será para distinguir las piezas.
Quizá a tan tierna edad analicé demasiado a fondo un simple juego. Ahora los niños matan a miles de personas en los videojuegos y no analizan nada, pero yo sigo prefiriendo desgastar (que no malgastar) mis neuronas en mis relatos…
18 noviembre 2010 | 12:11
La reina no debe sacrificarse en ningún momento. Si fuera equivalente al rey, ése debería tener igualdad de oportunidades, y con la poca movilidad que tiene… Se iba a encontrar lo que se merece, la reina ya lo habría sacrificado antes de nacer.
18 noviembre 2010 | 13:11
Sacrificar incluso a la reina,
para que no muera el rey.
Después de haber matado,
a casi todos los peones,
a caballos y algún alfil,
y derribadas las torres.
Eso es mucho sacrificar,
demasiada destrucción,
para una figura salvar.
No hablo de la monarquía,
que en los tiempos actuales,
no hay que sacrificar a nadie,
para que permanezca un rey.
Yo me refiero al sistema.
Para que unos muy bien vivan,
y mantener privilegios.
Deben pasar hambre y frío,
ser de agua y de justicia,
incultura y enfermedades
sin trabajo ni esperanza,
más de media humanidad.
Esto hay que cambiarlo,
con urgencia, sin demora.
Antes que vuelvan a intentarlo
de la manera tan dura,
que en el este lo intentaron,
y que después fue un fracaso.
Hay que evitar que los hombres
Se eliminen unos a otro,
Unos buscando justicia
Y por conservar privilegios unos pocos.
18 noviembre 2010 | 16:16
Muy bueno!
Me gustó! Buenas noches a todos!
18 noviembre 2010 | 17:46
Muy bonito tu microépico de hoy.
Conseguiste meternos en la historia de la batalla medieval.
Lograste confusión entre juego y ficción. Tal como dice Marta, se puede traspasar a cualquier conflicto actual, intereses por encima de todo.
18 noviembre 2010 | 19:02
Muy interesante la postura, Metamorfosis.
Gomaranto lo explica muy bien en el cierre: sólo por el privilegio de unos pocos.
Enmascarado, es una alegría tu cotidianeidad. 😀
18 noviembre 2010 | 21:44