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Se convoca el III Premio Empar Pineda a la investigación sobre mujeres lesbianas

La Fundación 26 de Diciembre convoca la tercera edición del Premio Empar Pineda para el fomento de la investigación realizada por mujeres, y cuyo objeto de estudio sea la mujer mayor lesbiana en España. El objetivo del premio es fomentar la actividad investigadora, así también como la difusión y publicación de los resultados obtenidos en las investigaciones.

La Fundación 26 de Diciembre, entidad sin ánimo de lucro especializada en las personas mayores LGTBIQ+, convoca este premio en cumplimiento de uno de sus objetivos fundacionales, el fomento de estudios e investigaciones sobre la población a la que se dirige la entidad. El nombre del premio es un homenaje y reconocimiento a Empar Pineda, histórica activista feminista y lesbiana. Empar Pineda también formó parte del Patronato de la Fundación 26 de Diciembre.

De entre todos los trabajos que se presenten, el mejor valorado por el jurado recibirá un premio de 1.000 €. La entrega del premio se realizará durante el VII Encuentro de Investigación, Memoria y Experiencias LGTBIQ+, que se desarrollará a finales de 2024 en Madrid.

Las investigadoras o grupos de investigación (al menos el 75% de sus miembros deben ser mujeres) que quieran presentarse, deben hacerlo antes de las 23:59 horas del 31 de octubre de 2024.

Puedes consultar las bases completas en www.fundacion26d.org/premioemparpineda

 

Las ganadoras de las dos primeras ediciones

El trabajo ‘Interseccionalidad y vejez: un estudio sobre la percepción de activistas feministas en el estado español’, realizado por la investigadora Elena Molinero Garau, resultó ganador de la primera edición del premio ‘Empar Pineda.’ El objetivo del trabajo Elena Molinero Garau es explorar si el sistema de opresión construido en torno a la vejez se considera, en el ámbito de los activismos feministas en el estado español, como un sistema de opresión que intersecciona o se solapa con el sistema de opresión construido en torno al género.

El trabajo ‘Las redes de soporte informal en mujeres lesbianas mayores’, realizado por las investigadoras Teresa Gispert Escorihuela y Tatiana Casado de Staritzky, resultó ganador de la segunda edición del premio Empar Pineda. Por su parte, el trabajo ‘Ellas también son. La invisibilidad de las lesbianas el franquismo. Testimonios y expedientes de las protagonistas‘, realizado por la investigadora Nuria Mariblanca Saz, resultó finalista.

Los trabajos ganador y finalista de 2023 serán publicados a lo largo de este año dentro de la Colección Empar Pineda de la Fundación 26 de diciembre.

 

Gertrude Stein, pionera del modernismo

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#Mujereslesbianas

 

Pionera de la literatura modernista, Gertrude Stein vino al mundo en Allegheny, Estados Unidos; el  3 de febrero de 1874. Nació en el seno de una familia de clase alta que se mudó a Viena y luego a París cuando Stein tenía solo tres años. Después de un año de estancia en Europa, se instalarían en California. Sus padres le inculcaron desde pequeña el interés por la cultura y Stein se convertiría pasado el tiempo, en una importante coleccionista de arte moderno.

Gertrude estudió en el Radclife College, un anexo de la Universidad de Harvard, desde 1893 hasta 1897. Allí fue alumna del psicólogo William James. Bajo la supervisión de James, Stein y otro estudiante, León Méndez Solomons, llevaron a cabo experimentos de automatismo motor normal (normal motor automatism), hipótesis sobre un fenómeno que se observa en personas cuya atención se divide entre dos actividades inteligentes simultáneas como la escritura y el habla.

Los experimentos de automatismo motor normal dieron lugar a formas de escritura que se incluirían en la llamada corriente de conciencia, influyó en autores como Virginia Wolf y James Joyce

Stein jamás aceptó la teoría de la escritura automática:
Puede haber movimientos automáticos, pero no escritura automática. Escribir para la persona normal es demasiado complicado para considerarse una actividad realizable de manera automática.

James, consciente del potencial del Stein, la animó a inscribirse en la escuela de medicina, a pesar de que Gertrude no tenía ningún interés en estudiar esa carrera .

Tras cuatro años en la Escuela de Medicina Johns Hopkins, la abandonó sin obtener el título. El desinterés de Stein por los estudios hizo que se dedicara a dar paseos nocturnos y acudir a citas culturales.

Durante su etapa universitaria, Gertrude es consciente de no ser una mujer convencional: no usaba corsé y vestía de un modo excéntrico por el que recibió múltiples críticas, incluso llegaron a describirla como una mujer grande, floja, en sandalias y sin importarle un comino.

En su juventud, se revela en algunos textos (Things As They Are, 1903) como una mujer deprimida consciente de no encajar en el rol femenino imperante en una cultura machista.

En 1899 impartió una conferencia a un grupo de mujeres de Baltimore. Allí dio un polémico discurso: El valor de la educación universitaria para las mujeres, toda una provocación para un público de clase media:
La mujer de clase media promedio (mantenida por algún varón) no es considerada económicamente importante. Esta dependencia económica la llevó a convertirse en un objeto sexual… adaptándose al deseo anormal del varón, convirtiéndose en una criatura que debería haber sido primero un ser humano y luego una mujer, no en una que es mujer primero y siempre.

Durante su etapa universitaria, Stein experimentó el despertar de su sexualidad. Se enamoró de Mary Bookstaver. Mary tenía una relación con la estudiante de medicina, Mabel Haynes por lo que Gertrude se vio inmersa en un triángulo amoroso. Probablemente, este hecho influyó en su decisión de dejar la carrera de medicina. A raíz de esa experiencia, Stein escribiría una de las primeras historias homosexuales «Q.E.D» (publicado en 1950 como Things as They Are)

En 1902, marcha con su hermano, Leo hacia Londres y al año siguiente los dos se trasladaron a París, donde Leo pensaba prosperar como artista.

Gertrude y Leo compartieron una casa en la Rive gauche de París (27 Rue de Fleurus) desde 1903 hasta 1914. Su residencia, situada cerca de los Jardines de Luxemburgo, era un edificio de dos pisos con un estudio adyacente. Fue ahí donde acumularon la colección de obras de arte que sería famosa por su clarividencia e importancia histórica. Esta casa fue el lugar donde confluyeron talento y pensamiento que ayudarían a definir el modernismo en la literatura y el arte. Asiduos a las tertulias que se organizaban en el salón Stein, fueron Pablo Picasso, Ernest Hemingway, F. Scott Fitzgerald, , Francis Picabia y  Henri Matisse

La escritora conoció a su compañera de vida, Alice B. Toklas, el 8 de septiembre de 1907, el primer día de Toklas en París, en el apartamento de Sarah y Michael Stein​ Toklas escribió del encuentro con Stein:

Ella era una presencia dorada, quemada por el sol de la Toscana y con un brillo de oro en su cabello marrón cálido. Estaba vestida con un traje de pana marrón. Llevaba un gran broche de coral redondo y cuando hablaba, muy poco, o reía, pensaba que la voz provenía de ese broche. No se era como ninguna otra voz, profunda, completa, aterciopelada, como dos voces.
 

En 1933 Gertrude publica  Autobiografía de Alice B. Toklas, con la que alcanza el éxito comercial y el reconocimiento del público. En esta obra abandona sus experimentos literarios para acercarse al gusto de los lectores.

La prosa de Stein se podría incardinar en tres categorías: hermética, ilustrada en The Making of Americans: La Familia Hersland; escritos populares como The Autobiography of Alice B. Toklas, y redacción de discursos del que  Brewsie and Willie un buen ejemplo. Sus obras incluyen novelas, obras de teatro, cuentos, libretos y poemas escritos en un estilo muy peculiar, juguetón, repetitivo, y humorístico.

Stein fue operada de un cáncer de estómago el 27 de julio de 1947 y falleció antes de despertar de la anestesia. Sobre la tarde de la cirugía, Toklas escribió :
Me senté junto a ella y me preguntó, aún temprano, ¿Cuál es la respuesta? Yo estaba en silencio. Ella preguntó ¿Cuál es la pregunta?  

El cerebro de una TERF

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

La culpa no era mía

Por Marta Márquez (@marta_lakme) escritora y presidenta de Galehi, asociación de familias LGTBI

Foto: Ashley MacKinnon MacKinnon

Te reflejaste en aquel espejo y pretendías devolverme mi imagen, pero tú sabías que aquella jovencita no era yo. Quizá lo fui alguna vez, o lo fuimos, pero hace tanto de eso que ni siquiera tú te acuerdas. Tardaste al menos una eternidad en convencerme de que aquella niña dulce, inocente, absolutamente crédula y con un deseo enorme de amar, en algún momento, habíamos sido nosotras. ¿Por qué habías decidido aparecer ahora? ¿Tenías algo que enseñarme o eras tú la que debía aprender de la madurez alcanzada?

Sea como fuera, recordar puede ser el ejercicio más cruel que existe pues aún recordando los buenos momentos sabemos que nunca volverán y que tú no volverás a ser aquella niña por más que yo haya hecho un gran trabajo. Tú ese día venías con intención de hacer que los recuerdos saliesen del cajón del olvido. Te empeñaste en contarme esa historia que tenía olvidada, que tú misma quisiste olvidar y que nunca debió de suceder. Con la de cosas bonitas que te han sucedido y tenías que hablarme de eso. Lee el resto de la entrada »

Visibilidad cotidiana #OrgulloLGBTI (#2)

Esta semana estamos de celebración del Orgullo LGBT, cuya fecha clave es hoy 28 de junio. Santiago Redondo Bueno (), Secretario de Organización de la FELGTB, incorpora al blog una reflexión que nos da pie a abrir un buzón para conocer quiénes son para ti personas LGBTI influyentes, el domingo publicaremos la lista que entre tods hamos. Escríbenos a 1decada10blog@gmail.com

Consejo Primavera FELGTB

Consejo Primavera FELGTB

Como todos los años, por la proximidad a la celebración del Orgullo LGTB, aparecen en los medios de comunicación numerosas listas de los llamados gais influyentes. Las hay de todos los colores. Están aquellas donde predomina el empresariado, en otras los políticos, a veces destacan el mundo de la farándula,… pero sea cual sea su criterio de clasificación casi todas coinciden en algo fundamental, apenas hay presencia de mujeres, todos los hombres que aparecen son gais por lo que de nuevo se invisibiliza la bisexualidad y, desde luego, las personas trans ni están ni se las espera.

Si nos parásemos a pensar cada una de nosotras en quiénes han sido las personas más influyentes de nuestras vidas estoy seguro de que no encajarían en esas listas de gente popular. Esos VIPS que se amontonan en los rankings tienen un papel fundamental como referentes visibles para las personas LGTB, pero no podemos olvidar que están ahí por el esfuerzo y el ejemplo de personas anónimas que han sido, y son capaces, de ejercer una influencia positiva en nuestra vida. Lee el resto de la entrada »

Mujeres bisexuales: invisibles, armarizadas y con peor salud mental

Por Elena González Rojo

Hace más o menos un año tuve la suerte de cruzarme con Lisa College, una gran investigadora y persona.

Lisa es periodista y dejó la seguridad laboral para cursar el máster en el que nos conocimos. Sigue en Londres, ahora con el doctorado. Me alegra mucho la repercusión que está teniendo su último artículo (se ha publicado en el Journal of Public Health), y trata temas que me interesan, por lo que quiero compartir sus resultados:

El estudio que ha llevado a cabo Lisa, y que ha coordinado nuestro profesor, Ford Hickson, concluye que las personas bisexuales tienen un riesgo muy particular de invisibilización y marginalización desde ambas comunidades, la de gais y la de la lesbianas. Aunque las mujeres bisexuales en el estudio señalaron haber experimentado menos discriminación basada en la orientación sexual, este hecho no las benefició en los indicadores de salud mental”.

Foto de  RenaudPhoto
Foto de RenaudPhoto

 

Lisa y Ford señalan que los servicios de salud mental deben ser conscientes de las diferencias y similitudes en las necesidades de salud mental de las mujeres bisexuales y lesbianas, y que los servicios que se ofrezcan han de ir en consonancia con estas diferencias.

Pero los recursos públicos que existen para abordar la salud mental son escasos y los pocos que hay suelen estar dirigidos a casos severos (o invertirse exclusivamente en medicamentos). Hacer frente a esta situación no es sencillo, pero que existan evidencias como las de este estudio favorece que podamos luchar por ello.

Este estudio también ha encontrado que las mujeres mayores bisexuales tuvieron más pensamientos suicidas que las mujeres bisexuales más jóvenes.  Una de las explicaciones que los autores señalan es la falta de apoyo de una comunidad como la que ha existido o existe entre personas homosexuales.

Las mujeres bisexuales acuden a espacios de socialización de mujeres lesbianas o bisexuales mucho menos que las lesbianas. Y además, en comparación con las mujeres lesbianas, muchas menos bisexuales han salido del armario con amigo/as, familia o en el trabajo.

Estos resultados son bastantes representativos para el Reino Unido. Lisa ha analizado una muestra de 937 mujeres bisexuales y 4769 lesbianas. La encuesta base es de la ONG Stonewall, conocida por su activismo en pro de los derechos LGTB. Son datos de 2007 y constituye el estudio con mayor muestra que se ha realizado hasta el momento, al menos en Europa.

Como grupo en general, las mujeres bisexuales de la muestra fueron más jóvenes , más pobres y en más ocasiones consumidoras de marihuana. También fue mayor el número de mujeres transexuales bisexuales que lesbianas.

Otros datos fundamentales: las mujeres bisexuales fueron más tendentes a tener problemas de alimentación, a sentirse deprimidas y a auto-lesionarse.

En palabras de Lisa: “Aunque las mujeres no-heterosexuales como grupo tienen bastante peor salud mental que las mujeres heterosexuales, el hecho es que las mujeres bisexuales presentan un stress mental aún peor que el de las mujeres lesbianas. Todas las mujeres se merecen las mismas oportunidades de bienestar y felicidad, independientemente de su orientación sexual. Si la homofobia está mayoritariamente condenada, el estigma específico en torno a las mujeres bisexuales debe reprobarse de forma similar”.

Es lógico intuir que los datos en España pueden ser similares. Pero no lo sabemos. Porque no se ha preguntado. Recoger la variable “orientación sexual”, por ejemplo, en la Encuesta Nacional de Salud, debe ser una de nuestras reivindicaciones. A día de hoy,  en nuestro país no se conoce la diferencia en indicadores de salud entre mujeres heterosexuales, lesbianas y bisexuales.

La comunidad que no amaba a las mujeres

Por Lucía Rodríguez Sampayo

Orgullo de El Salvador
Orgullo de El Salvador. Foto de Stephanie Mejía

 

Quisiera mostrar que El Salvador es un país mucho más luminoso, interesante y lleno de vida de lo que generalmente se ve. Porque lo es. Pero quien maneja los hilos de la información se empeña en mostrar siempre lo más oscuro, la violencia. Y también en eso hay cosas que quiero decir. Porque el mundo se preocupa, y con razón, de la violencia que les afecta a ellos. Pero el mundo las invisibiliza a ellas, con la misma fuerza con que los mira a ellos.

En El Salvador, como en el resto del mundo, nos quieren mujeres sujetas, subordinadas al orden social y político masculino, dependientes y limitadas por las categorías que los hombres establecen. Y eso es violencia, aunque no siempre conlleve situaciones suficientemente morbosas como para ocupar titulares.

Y en la comunidad LGBTI, como en el resto de la sociedad, se nos quiere someter también al poder de los hombres y sus principios, a su dominación, aunque no siempre sea tan evidente en los discursos, aunque sus proclamas y sus lemas lleven a veces un “toque” de feminismo que intenta hacer creer que aquí sí se respeta la libertad, la autonomía y la diversidad de todas.

No es verdad. El patriarcado se resiente y protesta cuando las mujeres se resisten y reivindican su autonomía, su libertad. Pasa en todas partes, también en España. Pero aquí se puso en evidencia hace unos meses, en el último Orgullo. Un orgullo que llamaron Pride, que contaba con más respaldo social e institucional que nunca; un orgullo que se había vendido un poco (más) al sistema, y que puso en evidencia más que nunca la violencia contra las mujeres.

Porque todo iba bien hasta que ellas decidieron. Hasta que se empoderaron y se apropiaron del 28 de junio; hasta que no quisieron celebrar, sino luchar por su libertad.

Un grupo de lesbianas decidió visibilizar el orgullo de sus vidas, su derecho a ser propietarias de sus cuerpos, a dar y recibir placer, con quien quieren y como ellas lo quieren. Y lo hicieron con alegría, con música, luz y color, pero sin perder ni un ápice del espíritu de lucha que aquel 28 de junio de 1969 en Stonewall dio a luz al Orgullo LGBTI.

Las “Adoradoras de la Santísima Vulva” convocaron a las mujeres a la Marcha de la Diversidad Sexual de 2014, invitándolas a participar en una acción reivindicativa con la cual visibilizar sus cuerpos como “espacios sagrados que han sido históricamente violentados, agredidos, sometidos, humillados y negados”. Y llegaron los problemas: empezaron los insultos, y no tardaron en aparecer las amenazas. El patriarcado se hizo visible, y ya no dejó hueco para el “manto feminista” en el discurso. La violencia de nuevo, ya sin tapujos, fue la herramienta que el propio colectivo LGBTI utilizó para intentar callar las voces disidentes. Porque no era la santificación lo que molestaba, no eran los sentimientos religiosos los ofendidos, no era el pudor lo que generó esa respuesta. Lo que no soportaban era el acto de expropiación: mujeres que nos rebelamos a través de la construcción de una nueva autonomía, que parte de la apropiación de nuestros cuerpos.

Pero las valientes no se sometieron a las amenazas y el miedo, y San Salvador se llenó de lesbianas reivindicando el placer y la autonomía. Y no eran muchas, pero su lucha se hizo grande, y sumó a otras: bisexuales y heterosexuales que saben que esa pelea es de todas; mujeres disidentes, resilientes, comprometidas consigo mismas y con las otras.