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Mi nombre es Harvey Milk

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#cinelgtb

 

Película estadounidense estrenada el 28 de octubre de 2008, dirigida por Gus Van Sant y protagonizada por Sean Penn, James Franco, Diego Luna, Josh Brolin y Emil Hirch. La cinta está basada en la vida del político Harvey Milk, primera persona abiertamente homosexual elegida para un cargo público en los Estados Unidos (concejal de distrito de San Francisco). Además, Milk fue un férreo defensor y activista de los derechos civiles de las personas LGTBI.

Para ser fieles a la época en la que se desarrolla la historia, desde el diseño de producción y el diseño de vestuario se realizó una investigación sobre la comunidad LGTBI de la ciudad en los archivos del GLBT Historical Society en San Francisco. Estuvieron allí durante semanas examinando fotografías, películas y videos, periódicos, material textil histórico, así como artículos perteneciente a Harvey Milk, donados a la institución por el estado de Scott Smith. Dustin Lance, autor del guión, se entrevistó con personas que conocieron a Milk para documentarse sobre la personalidad del político y el entorno en el que vivió.

También visitaron el lugar donde estuvo la tienda de cámaras de Milk (convertida en la actualidad en tienda de regalos) en la calle Castro y la decoraron tal y como estaba en los años setenta, época en la que tiene lugar la historia . Los productores compraron la que fue tienda de cámaras de Milk para integrarla en la cinta. El rodaje en la calle Castro revitalizó el Teatro Castro. Pintaron la fachada y restauraron las marquesinas de neón. El Ayuntamiento de San Francisco, fue otro de los lugares de rodaje. La oficina de White, donde Milk fue asesinado, se recreó en otro lugar ya que las oficinas del ayuntamiento eran demasiado modernas.

El film arranca con la noticia del asesinato de Milk y de George Moscone, alcalde de San Francisco, para mostrar en flash-back los años de activismo político del primero, contados por él en una grabación magnetofónica.

El director de Todo por un sueño y Elephant, opta por rodar una película de formas clásicas, formalmente en la línea de El indomable Will Hunting y Descubriendo a Forrester, alejándose así de los minoritarios títulos de temática gay Mala noche y Mi Idaho privado. Van Sant se decanta por un tratamiento estético y narrativo capaz de atraer al público. Pretende una aproximación didáctica, para explicar la lucha por los derechos civiles de las personas LGTBI. En este sentido el film recuerda a Philadelphia, aunque ciertos puntos de vista se defienden con menos tapujos. Van Sant se centra en las discriminaciones laborales por orientación sexual e identidad de género, y en mostrar a los distintos personajes como tipos humanos, con los que se puede empatizar, algo a lo que ayuda el magnífico reparto de la película.

La idea de la cinta es dar a conocer la realidad de las personas LGTBI en el momento en el que se desarrolla la historia. El protagonista se describe con honestidad: en su convivencia con dos compañeros sentimentales no se obvian conflictos, actitudes egoístas y tendencias suicidas. Para reafirmar el punto de vista del film, hay ideas originales: que en un cine se proyecte La aventura del Poseidón, la historia de un barco que da un vuelco y queda boca abajo, parece una metáfora de una sociedad cuyos puntos de vista deben ser vueltos del revés. Quizás la película buscaba utilizar las luchas de entonces para acometer las de ahora.

Sean Penn obtendría el Oscar al mejor actor por esta película y Dustín Lance Black se llevaría una estatuilla por su guión.

«He venido a reclutaros.» Con esta frase empezaba sus discursos Harvey Milk. El político luchó con todas sus fuerzas para impedir que la ultraderecha ganara una votación que pretendía aprobar una ley que permitiera denunciar a los profesores de primaria ‘sospechosos’ de ser homosexuales para posteriormente despedirles. Consciente de la amenaza que significaba la extrema derecha, Harvey advirtió hasta la saciedad que aquello no era tan sólo una amenaza para el colectivo LGTBI, sino que era una afrenta contra los derechos humanos y especialmente los de las minorías sociales. Porque una injusticia contra una minoría hoy, lo es para el resto mañana. A pesar de que era una votación que afectaba tan sólo a California, Harvey apeló a toda la nación: «Hago un llamamiento a todas las minorías y especialmente a los millones de lesbianas y gays a que despierten de sus sueños, se reúnan en Washington y le digan a Jimmy Carter y a su nación: «Despierta. Despierta, Estados Unidos. Basta de racismo, basta de machismo, basta de gerontofobia, basta de odio. ¡Basta!»