Por Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar

Foto: Jean-François Gornet
El debate sobre el pin parental y su acomodo o no a los centros educativos ha inundado el discurso de políticos, juristas, docentes, familias y profesorado. Desde todos ámbitos han ido surgiendo personas que creían que su opinión era necesaria en el análisis de esta cuestión. Y como suele ser habitual en estos debates en la opinión pública, se ha hurtado la posibilidad de expresión a quienes son el sujeto social a quien afecta directamente esta medida: niñas, niños, niñes y adolescentes.
Por eso, y huyendo del adultocentrismo social que relega a las personas menores edad a ciudadanía pasiva, es vital dar voz a quienes por derecho son protagonistas, los verdaderos y únicos protagonistas de esta polémica. Para ello hemos ofrecido la posibilidad a un grupo de estudiantes de bachillerado de Madrid de trasladar a sus familias, a su profesorado y a la clase política cuál es su opinión sobre el pin parental.
Es censura y darle un poder los padres que no deberían de tener
Honestamente no le veo la función necesaria ¿Para qué les vas a dar control a los padres sobre lo que enseñan o no en los colegios? El trabajo del colegio es educar a los niños y formarlos. No van a traer a un yihadista islámico radical para que les enseñen cómo hacer bombas, no van a hacer nada peligroso ni que esté moralmente mal. La propuesta me parece muy estúpida e innecesaria.
Conozco a unas cuantas personas que tiene padres hiper religiosos que les están controlando continuamente, no les dejan salir, les dicen que no pueden hacer ciertas cosas. A una chica no le dejan jugar al fútbol porque es para chicos y quieren que sea más femenina. A un chico lo le dejan depilarse la piernas porque no es de hombres depilarse y está contra de dios. Estos padres no deberían ser quienes tomen la decisión de controlar lo que aprendan o no. Estas charlas están mayoritariamente orientadas a charlas sobre educación sexual y si los niños no aprender lo que está bien y lo que está mal y como hacer las cosas, seguramente lo único que estás haciendo es dejar que el niño no tenga no idea, por ejemplo, de cómo usar preservativos y obtenga una infección, deje a alguien embarazada o que crea que su sexualidad es una cosa para estar avergonzado o que están en contra dios. A los malos padres no debería darse ese papel. Y los buenos padres van a decir siempre que sí.
Diego, 2º Bachillerato
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