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8M

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

Soy

Disidentes – Menos Virginia Woolf, más Itziar Ziga

Por Andrea Cay, (@AndCay_)(M

Fotografía: Natalia Vera

Una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir ficción.

Una habitación propia, Virginia Woolf

Quiero ser escritora, es mi sueño desde pequeña. Claro que necesito esa habitación propia, claro que necesito ese dinero. Pero, Virginia, no quiero quedarme ahí, no voy a cuestionar eso.

Hoy me siento con rabia, como muchos otros días, y me encanta canalizar cualquier sentimiento para escribir sobre lo que soy.

Ay, Virginia, gran referente del feminismo, nos has dado mucho no te lo voy a negar. Pero nos has acomodado a encerrarnos en nuestra habitación a leer y leer, nuestro espacio seguro en donde nada ocurre.

Las habitaciones, en su mayoría, cuentan con ventanas, con un solo pequeño vistazo podemos observar la vida de los demás. Concretamente, en este caso, la de las demás. Woolf has conseguido que mujeres se queden encerradas, imaginando que el mundo real no existe. No nos preocupa la señora mayor que va cargada de bolsas, porque no voy a bajar a ayudarla. La señora que se gana su dinero, ese que tanto necesitamos para escribir, limpiando escaleras, a riders con contratos precarios, luchando por subsistir. Lee el resto de la entrada »

La culpa no era mía

Por Marta Márquez (@marta_lakme) escritora y presidenta de Galehi, asociación de familias LGTBI

Foto: Ashley MacKinnon MacKinnon

Te reflejaste en aquel espejo y pretendías devolverme mi imagen, pero tú sabías que aquella jovencita no era yo. Quizá lo fui alguna vez, o lo fuimos, pero hace tanto de eso que ni siquiera tú te acuerdas. Tardaste al menos una eternidad en convencerme de que aquella niña dulce, inocente, absolutamente crédula y con un deseo enorme de amar, en algún momento, habíamos sido nosotras. ¿Por qué habías decidido aparecer ahora? ¿Tenías algo que enseñarme o eras tú la que debía aprender de la madurez alcanzada?

Sea como fuera, recordar puede ser el ejercicio más cruel que existe pues aún recordando los buenos momentos sabemos que nunca volverán y que tú no volverás a ser aquella niña por más que yo haya hecho un gran trabajo. Tú ese día venías con intención de hacer que los recuerdos saliesen del cajón del olvido. Te empeñaste en contarme esa historia que tenía olvidada, que tú misma quisiste olvidar y que nunca debió de suceder. Con la de cosas bonitas que te han sucedido y tenías que hablarme de eso. Lee el resto de la entrada »

Regala unas gafas de color violeta (II)

Por Laura Ramírez Martín ()

‘Autorretrato con sudadera violeta’ De Laura Lenguadegato

Una vez que me puse las gafas violeta ya nunca pude quitármelas. Como miré las cosas de otra manera tocó aprender a hablar también con más propiedad. Y me topé con el lenguaje de género. Me recuerdo rechazando de plano la idea con el argumento de que es incompatible con la vida. Un coñazo nombrar cada vez a hombres y mujeres, hablar de ellas y ellos, terminar con los miembros y las miembras. Pero me planteé por qué lo malo es un coñazo y lo bueno es cojonudo. Y aprendí que es importante cómo se llama a las cosas, que las cosas hay que nombrarlas para que se vean y sean tomadas en cuenta.

Revisé el mío ¿cómo era que hablaba yo? Me saqué de la boca pollas en vinagre y pichas hechas un lío para centrar la atención en mi aparato reproductor y conseguir expresarme con más propiedad. Y también vi que era bueno y que se contagiaba, además. Me sentí por fin mejor sabiendo que era hasta el coño hasta donde estaba yo, hasta los ovarios de tantos cojones. Lee el resto de la entrada »

Regala unas gafas de color violeta (I)

Por Laura Ramírez Martín ()

‘Ponte unas gafas de color violeta’ de Laura Lenguadegato

La metáfora del desenfoque igual vale para un roto que para un descosido, oye. Empecé desenfocando lesbianas y ahora lo hago extensivo a cualquier mujer, que es 8 de marzo.

El caso es que hasta donde yo sé, parece que desde que el mundo es mundo, a las mujeres no se nos ha enfocado claramente, nunca, en ninguna parte. Desde Aristóteles hasta el obispo de Córdoba, pasando por Rosseau, por nombrar a representantes de influencers del pensamiento tradicional, se piensa que somos carne de segunda, parte del reparto, males necesarios! Hay un montón de perlas que lo ilustran.

Y claro, si se nos ve tan a grosso modo, se nos trata de la misma manera. Lee el resto de la entrada »