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Pequeños episodios de un gran relato: Mayo del cuarenta y cinco

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio

 

Se puede tener recuerdos de las cosas no vividas,

incluso a veces he tenido la sensación de haber vivido lo no vivido.

Boti García, p.17-2021

 

En esta ocasión y para este mes de julio, finalizando El Orgullo e iniciando el periodo estival, tenemos la satisfacción de recomendar un libro esencial para nuestra estantería de diversidad.

El pasado 29 de junio asistimos a la presentación en pleno corazón del madrileño barrio de Lavapiés, en el Teatro del Barrio, de Mayo del cuarenta y cinco, de la activista LGTBI, Directora General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI del Ministerio de Igualdad, y sobre todo escritora, Boti García Rodrigo, publicación reciente de la Editorial Dos Bigotes.

Acompañada de compañeras y compañeros, amistades y familiares, Boti nos habló de los episodios que a su vez integra esta publicación, bibliografía novelada, que ella inicialmente no considera un libro, ya que lo describe como un recopilatorio de anécdotas, reflexiones, emociones y recuerdos de su infancia, hasta los doce años de edad. Cuarenta y cinco capítulos dividen este libro, estructurando en estas pequeñas partes una historia completa y relatada desde la perspectiva de una niña, y desde el recuerdo de una mujer adulta de las inolvidables vivencias infantiles.

El encuentro comenzó con una primera parte y presentación realizada desde el cariño y la admiración de sus editores, Alberto Rodríguez y Gonzalo Izquierdo. En una segunda parte la periodista Olga Rodríguez entrevistó a Boti García sentadas frente a una mesa, como si se tratara de un salón o sala de estar, con la gran imagen de portada del libro al fondo y la foto en sepia de la pequeña Boti. Nos trasladaron con su conversación a un viaje en el tiempo, a través de una entrañable historia infantil que comienza incluso antes de Mayo de 1945, con la descripción de la vida y encuentro de su padre, funcionario de correos, y su madre, de familia acomodada, desarrollándose la trama hasta finales de la década de los años cincuenta, momento previo a la adolescencia de la autora y en el contexto de una etapa reciente y e incluso aún no zanjada, por las injustas consecuencias y discursos de odio cuya influencia llegan hasta nuestros días.

Boti comentó que este proyecto lo inició en Barcelona y en una etapa de su vida que echaba de menos al Madrid de su infancia, ciudad de tranvías, de Casa de Fieras, de serenos, de los comentarios de sus tías, las meriendas de pan con chocolate, el chicle americano, las tardes en el Retiro con su madre, tía y primos en secreto y juegos compartidos, lecturas de TBOs, de novelas de Julio Verne y Emilio Salgari, entre otras, de cambio de colegio de monjas a otro, igualmente de monjas, de ejercicios espirituales, rezos incomprensibles y tradicionales roles de género condicionados por la moral dominante y propia de la sociedad de pensamiento único del Franquismo.

Boti relata en primera persona, y se describe pequeña, fuerte e inmersa en una educación nacional catolicista influenciada por la vidas y martirios de santos y santas, de miedo al pecado y a los tocamientos, a Satanás y la amenaza del Infierno donde iban a parar intelectuales y jóvenes equivocadas. Un estilo educativo que premiaba el sacrificado y esfuerzo cotidiano de sus compañeras reconocidas y premiadas por las monjas con lazos azules, y probablemente por la reproducción de estrictos de comportamientos propios y hasta sus últimas consecuencias, de la moral católica dominante y recalcitrante de entonces. Boti no se destacó en el colegio, pero fue bendecida con la inquietud, creatividad, la inteligencia y el sentido del humor, e incluso con la valentía de montar, a toda velocidad, en patín de tres ruedas y quemar soldados de papel. Contó con el amor, protección y alguna que otra incomprensión de un padre y una madre que la criaron como hija única, colmada de cuidados y juegos de infancia. Superó las fiebres tifoideas y aunque su madre no aprobara del todo que estudiara y leyera tanto en los rincones de la casa y con poca luz, fue lectora desde muy pequeña, anhelaba tener un perro, pero tuvo un grillo, y disfrutaba del juego simbólico, llegando a imaginar y desear ser un cura casado cuando jugaba con un altar que le regalaron, peculiar obsequio que para estos tiempos cuesta entender que sea para el disfrute infantil.

A través de la historia e infancia de Boti no puedo evitar reflexionar sobre cómo hemos cambiado y qué importante es apreciarlo, aunque aún en nuestros días niñas, niños y niñes siguen leyendo y disfrutando de novelas de aventuras, cómics, igualmente quieren tener perro y disfrutan del juego simbólico, según especialistas, esencial para su crecimiento personal.

También asistimos a través de la mirada infantil de Boti a lo ridículo que resultaba la organización por parte de las escuelas, de grupos de niñas para participar en actos públicos y que sin entender el sentido de todo aquello, aprendían a aclamar al Generalísimo, portando banderitas estadounidenses que agitaban con sus pequeñas manos durante el desfile y la famosa visita del presidente Eisenhower a Madrid en 1959, de la que participó y narra nuestra protagonista.

Con sentido del humor y la inocencia de quien explora y va conociendo el mundo que le rodea, el relato y sus cuarenta y cinco episodios nos trasladan a una época oscura de nuestra historia reciente, en blanco y negro, que aporta y suma a la reconstrucción de nuestra frágil memoria histórica y describe las vivencias de una niña inquieta y feliz.

Agradecemos a Boti García esta visión personal y necesaria para que esa época no quede en el olvido, y menos para quienes protagonizaron en ese contexto violaciones de derechos humanos, para entender y acercarnos a quienes siguen siendo víctimas de agresiones por la influencia de los discursos de odio del fascismo que heredamos. Recordar cómo éramos nos ayuda a conocer más y mejor quienes somos, e identificar la amenaza que supone no cerrar etapas a través del conocimiento de la verdad, el reconocimiento de la justicia y la reparación del daño sufrido por las víctimas.

Al final del encuentro el público asistente participamos preguntando a Boti un montón de cuestiones y contestó animada a todas las propuestas. De nuestra parte le pedimos un mensaje para niñas, niños y niñes y sus familias, y contestó haciendo una metáfora describiendo la transformación de las mariposas, sobre el paso de la infancia a la edad adulta. También nos trasmitió la importancia del cuidado y el cariño a nuestros peques, especialmente a quienes se sienten diferentes y por este motivo tienen que contar con todo nuestro cariño y la oportunidad de crecer en un ambiente de apoyo que les permita convertirse en mariposas y volar libres en nuestra sociedad diversa.

Fue un encuentro cálido, lleno de humor y cercano, como es Boti García, a pesar de la relevancia de su trayectoria y de su papel de liderazgo como activista LGBTI y ahora con su responsabilidad como representante de nuestros derechos en el actual gobierno.

Y una vez más esperamos que lean, compartan y disfruten durante este periodo estival de descanso, viajes, playa y lecturas, una combinación perfecta en soledad deseada o en gustosa compañía, no podría ser de otra manera.

¡Hasta pronto!

 

 

NADA DE BESAR, PERO SÍ JUGAR CON DISTANCIA

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio

 

Hablemos en esta ocasión de dos cosas que gusta a casi todas las niñas, niños y niñes: besar y jugar. Ya se que hay algunas personas que excepcionalmente no les gusta ni una cosa ni la otra, o alguna de ambas. Por el contrario, resulta odioso que un peque tenga que besar a alguien que no conoce o que no le apetece en el momento menos adecuado, cuando juega o está en plena concentración con sus cosas. Entonces, si me das a elegir, como cantaba Rosalía en la gala de los Goya 2019, me quedo con los besos libres que son los mejores. Ahora en pandemia aún, no es tiempo para besos y sí para distancia social preventiva de riesgo de contagio. Me pregunto si continuaremos en algún momento, con esta entendida ahora como “insana” costumbre de los dos besos que nos dábamos para saludar, o sí por el contrario, desaparecerá para siempre. En alguna ocasión en la que me entran ganas de besar a alguna persona y siento hasta un pellizco en el estómago porque no hay que traspasar la barrera preventiva. Sin embargo, también se agradece no tener que ir sistemáticamente besuqueando a todo el mundo. En Francia y Marruecos creo que son tres besos ¡Imagínense! Nos superan en efusividad.

Y sobre este enorme tema de los besos, que por cierto los hay variados, besos de madre, de abuela, de Judas, de tornillo, de falsete o de pega, sonoros, silenciosos, de pedorretas etc., recomendamos un álbum ilustrado para peques de a partir de tres años en adelante: Te como a besos, de Laure du Fäy y Carmen Gil, Colección Somos8, editado por NubeOcho en 2019. Esta publicación tiene un trabajo de edición estupendo en gran tamaño, tapas duras, colores vivos y personajes llenos de expresividad y dinamismo. Las ilustraciones son igualmente grandes y coloridas, con un trabajo de ilustración tan logrado que transmite no sólo el aspecto emocional del relato, sino hasta la suave textura de sus personajes peludos y entrañables. Se trata de un libro necesario para la convivencia que ,de forma indirecta y divertida, habla de las habilidades relacionales. Esta historia es esencia para trabajar desde la infancia las relaciones positivas, el miedo a las personas diferentes o desconocidas, invita a la convivencia y el aprendizaje de que a una buena actitud se corresponde una buena relación con nuestro entorno. Este aprendizaje debiera ser contenido obligatorio para la prevención de la LGTBfobia y para la lucha contra los prejuicios que invaden nuestros cerebros de problemas irreales y que son causa inicial de rechazo y violencia. Leamos para disfrutar de relaciones positivas y hasta disfrutemos conociendo más y mejor a las, los y les demás.

Y ahora pensemos en jugar, como una acción necesaria, completa, perfecta, que debe constituir un derecho para la infancia. El juego es una actividad esencial de disfrute y aprendizaje. Los juegos pueden estar sometidos a reglas, o no, pueden ser libres y potencian la creatividad infantil. Hay muchas formas de jugar y se puede hacer hasta con una caja de cartón. Me encantan los juguetes, pero por favor que se adapten a cada edad y necesidad evolutiva de niñas, niños y niñes. Hay personas adultas que regalan los juguetes que no tuvieron, lo entiendo y les animo a que jueguen. Tenemos que liberarnos de corsés innecesarios y disfrutar todo lo que podamos. No hay nada más divertido que jugar con peques y dejarse llevar por la dinámica del entretenimiento. Ahora en los colegios también se llenan los patios de juegos grupales tradicionales y recuperamos una tradición estupenda, aunque con cuidado. Hay algunos de estos juegos que transmiten valores un tanto dudosos, como por ejemplo, no se si recuerdan: Al jardín de la alegría, quiere mi madre que vaya. A ver si me sale un novio, el más bonito de España… Esto a estas alturas es un tanto patriarcal y trasmisor de valores heteronormativos ya desfasados.

Y en relación al juego y los juguetes, debemos recordar que estos son para todas, todos y todes. No hay juguetes para niñas y juguetes para niños, por mucho que todavía se conserve residualmente el recalcitrante mensaje patriarcal que encasilla a las niñas en el mundo rosa de las muñecas, las cocinas y la crianza, y a los niños en el de los coches, la competencia, las pistolas y balones. Mejor no juguemos con pistolas, es una sana recomendación que desde este espacio me tomo la libertad de pedirles. Las armas, aunque sean de mentira, solo sirven para agredir y matar. Jugar con pistolas normaliza la violencia. Tampoco es intrínseco a ninguna naturaleza humana el jugar al futbol y ser de un equipo concreto, siento decirles. Y descarten también los videojuegos de contenido violento y el uso de dispositivos electrónicos, incluidos teléfonos móviles, a menores de seis años, como muy pronto. Todo esto es un cúmulo de estímulos innecesarios y estresantes sobre todo en la primera infancia. Se que es complicado, pero juguemos más a otras cosas más acordes a las necesidades de las, los y les peques.

En estos últimos días me he preguntado si niños, niñas y niñes de lugares en conflicto y ataques armado, como en el reciente asedio indiscriminado de Gaza, pueden jugar y he sentido una gran tristeza porque cuando se destruyen sus casas, destruyen sus juguetes, sus juegos y sus vidas. Disculpen este triste paréntesis que irremediablemente me viene a la cabeza.

Es esencial procurar el juego y facilitarlo. En esta línea les recomiendo un álbum muy especial: La muñeca de Lucas, una historia ilustrada recientemente editada por NubeOcho , con texto de Alicia Acosta y Luis Amavisca, con ilustraciones de Amélie Graux. El argumento desarrolla la historia de Lucas y su ilusión de tener una muñeca, como la de su amiga Ana, que su padre y su madre le regalan un buen día. A partir de aquí, Lucas juega y se relaciona con sus iguales a través del  considerado muy erróneamente “juego de las muñecas para niñas”. En la historia se cruza con otros personajes y en concreto con Teo que es un niño socializado en valores de género más tradicionales y que acorde a su identidad de varón con ciertos modales toscos, “lesiona” a la muñeca de Lucas. En un intento reconciliador, Teo intenta reparar el daño, recapacita y entra en la dinámica de un juego para todas, todos y todes. No debo continuar para no desvelar un bonito desenlace, pero como conclusión la historia de Teo nos trasmite valores de diversidad de género, libertad y disfrute de algo tan esencial como el juego en la infancia. 

 

Además cabe señalar el bonito trabajo de edición, su diseño, e ilustración de Amélie Graux, con una técnica que recuerda y evoca al dibujo de trazados y coloreado con pinturas, muy básico, rico en detalles, con tonos ocres muy cuidados, aunque se trate de un trabajo digital probablemente,  y con gran expresividad de todos los personajes, complementando perfecta y dinámicamente a un precioso texto y relato de grandes valores y sin olvidad la trasmisión de una historia completa y cercana a los intereses y gustos infantiles, y a partir de la infancia para más mayores.

Un buen trabajo para conocer y disfrutar de nuevo de la lectura.  Y una vez más, les deseo que lean mucho, en compañía o en una deseada soledad, que se cuiden y preserven para los besos que llegarán con las vacunaciones e inmunidad, y que la distancia no sea un impedimento para jugar sin olvidarnos, de momento, de las mascarillas y demás medidas preventivas.

¡Hasta pronto!

Dos recomendaciones para parar y reparar este precipitado mes de mazo

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio

Ya estamos en el mes de marzo y casi no me doy cuenta por la cantidad de cosas de las que estoy pendiente. Tercera ola Covid 19, vacunas e intentos de especulación de las grandes empresas farmaceúticas, pendiente de la campaña de Amnistía Internacional para la defensa de la Atención Primaria de Salud, no podía estar más de acuerdo, gracias me devolvéis la fe en la humanidad y admiro a les, las y los activistas.

Ertes, despidos, elecciones sindicales, aprovecho y saludo a mis compañeras de sección de CCOO. Teletrabajo y redacto documentos sin fin. Tengo una preciosa familia con gata como el gato de Mili Hernandez que va de casa en casa y convive con familias muy diversas, como mi gran familia extensa.

En términos generales esta es nuestra vida, muchas personas pueden identificarse y tiene mucho sentido por dos motivos: internet nos abre puertas al trabajo, activismo, colaboraciones y actividades para todo el día. Llegó el 8 de marzo y dosifiqué fuerzas para disfrutar como otro año más, para que se pintasen las calles de morado. Además, ahora, las redes sociales se nos abrieron más posibilidades de expansión de esta tonalidad tan preciosa y feminista que nos viste a todas en estos días.

Y cuando hablo de todas, incluyo a las mujeres transfeministas, que las hay y desde hace mucho tiempo, a las transgénero y transexuales, por que el feminismo es la lucha por la igualdad, se gestó por este motivo y cabe en todos aquellos lugares donde hay personas discriminadas. Sino es así carece de sentido para mí que el feminismo me ha ayudado tanto a entender a verme y ver de forma sorora a otras mujeres. No puedo creerme la polémica actual en relación al feminismo, más recalcitrante me temo, y en contra de los colectivos de mujeres trans, sobre todo porque no he visto públicamente nada en contra de los hombres trans en ninguna declaración o debate. Lee el resto de la entrada »

Lo que nos quitó y nos dejó el 2020

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio

Terminó 2020, teníamos muchas ganas. Comenzar otro año nos llena de esperanza y tenemos la excusa para dar portazo a parte de lo que nos ha pasado a partir de la pandemia y recordar con

menor nostalgia lo que nos ha quitado el 2020: la primavera, el mes de abril, los viajes, los besos, los abrazos, la cercanía social.

Nuestros y nuestras mayores, han estado en situación de vulnerabilidad solas y solos, lejos de sus familias, e incluso aprendiendo a utilizar WhatsApp o Zoom para poder hablar con sus familiares, que no es lo mismo que achucharles, ni mucho menos.

Por todo esto desde estas líneas rendimos un pequeño homenaje a todas las personas mayores de sesenta y cinco años, que en muchos casos están pasando solas estas fiestas navideñas como medida preventiva o paliativa de la Covid19.

En esta ocasión especialmente, quiero mencionar a las personas que integran el Grupo de Mayores de COGAM por escribir y compartir sus historias en Escritos del Arcoíris, una publicación de Bubok Editorial, editada por COGAM con apoyo del Ayuntamiento de Madrid, en 2020. Se trata de un recopilatorio de relatos en su mayoría autobiográficos, alguno no tanto, e incluso uno describe de forma muy original una realidad distópica en relación a los polémicos vientres de alquiler. Lee el resto de la entrada »

Menos es más en La Perra, la Cerda, la Zorra y la Loba (conversando con Luis Amavisca y Marta Sevilla)

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio

 

Antes de salir de casa cojo dos libros de la estantería. Son el primero y el último del escritor Luis Amavisca con el que he quedado en la editorial NubeOcho. Me acompaña Raquel, mi hija de dieciséis años, que accede a colaborar para hacer las fotos del encuentro.

Conozco a Luis como escritor desde hace tiempo. Uno de los álbumes ilustrados que comenté en mis comienzos como crítica literaria y cuentista de este Blog, fue La Princesa Li que compré en la librería Berkana recomendado por Mili Hernández.

Damos una vuelta a la manzana buscando el número de la calle y suena el teléfono. Es Luis que afortunadamente nos guía hasta el portal. Tras salir del ascensor caminamos por un pasillo y vemos el letrero de NubeOcho junto a una de las numerosas puertas. Nos abre Luis con ojos de cálida sonrisa tras la mascarilla. Nada de apretón de manos, ni besos, resulta extraño. Atravesamos una sala con estantes llenos de publicaciones. Me fijo en una imagen de portada de Clara Campoamor. El primer voto de la mujer, de Raquel Díaz Reguera. Entro en un lugar de relatos, magia, sueños editados y organizados en los numerosas estanterías que revisten las paredes. Veo a la portada de No tengas miedo cangrejita, de  Chris Haughton, enmarcada en un cuadro en la pared que queda a mi espalda tras sentarme frente a Luis, con una mesa escritorio de por medio. Debemos preservar la distancia social. Le indico que traigo dos libros para que me firme. Nos dedica a Raquel y a mí su último álbum La Perra, la Cerda, la Zorra y la Loba (NubeOcho, 2020). Luego La Princesa Li, pero por favor, le pido, esta dedicatoria solo para mí. Es su primer relato escrito en colaboración con la editorial Egales, en 2012, momento en el que Mili Hernández le anima a escribir y le comenta: tienes algo… algo especial escribiendo. Lee el resto de la entrada »

Los Monstruos de Olga de Dios

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio

Hace siete años que conocimos a Monstruo Rosa de Olga de Dios, (2013, Apila Ediciones) un personaje y relato infantilsencillo que contiene grandes valores de diversidad y convivencia,desde la fantasía, el colorido, el sentido del humor, a través de un lenguaje directo y accesible para peques de todos los lugares del mundo que han disfrutado, y a día de hoy siguen disfrutando de su historia. Desde entonces ha sido traducido a diversos idiomas y sucreadora, Olga de Dios, ha obtenido varios reconocimientos en España y China. Lee el resto de la entrada »

Tamara de Lempicka bidimensional

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio

 

Locos años veinte del siglo XIX, momento en el que tras la caída del Zar y la Revolución Rusa, numerosas personas refugiadas huyen de este país por su afinidad con el anterior régimen y llegan a Europa con gran dificultad y dejando atrás sus títulos y bienes. Entre ellas Tamara de Lempicka (1898/1980) y su familia. Esta es la historia y el punto de partida de nuestra recomendación para esta ocasión: el cómic Tamara de Lempika de Virginie Griner y Daphné Collignon (2017), recientemente editado en España por Planeta Cómic.

Esta pintora, de familia de origen polaco (por parte de madre) y ruso (por su padre) nacida en Varsovia y criada en San Petersburgo, con tan sólo doce años viaja a Italia y queda impactada por las obras del Renacimiento. De entonces a su llegada a París tuvo una fulgurante carrera artística que en 1929 sufre las consecuencias de la crisis económica de la Gran Depresión, pasando progresivamente a su segundo plano e incluso al olvido en décadas posteriores.

El cómic da comienzo con una escena de la noche parisina de fiesta y relaciones entre integrantes de la alta sociedad. Tamara deja su casa cada noche, tras acostar a su hija Kizette, para relacionarse en locales y cabarets, donde establece contactos que le permiten continuar con su trabajo como pintora y retratista. Simultáneamente asiste a clases de pintura y cuenta con el apoyo de algunos de los personajes influyentes de la clase social parisina más acomodada. Lee el resto de la entrada »

Confinadas también leeemos

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio

No quisiera ser recalcitrante y contarles de mi confinamiento porque es el tema de rabiosa actualidad en todos los medios digitales y redes sociales. Tampoco pretendo aburrir. Tan sólo compartir que desde el comienzo de esta crisis estoy inmersa en una burbuja entre la realidad y la ficción, porque aún me cuesta asimilar que no soy un personaje de un relato de terror, intriga o ciencia ficción. La típica trama de película de exacerbado dramatismo holywoodiense parece haberse hecho realidad.

Aquí estamos, más allá de lo que podríamos imaginar ni en el peor de nuestros sueños. Me pregunto si esto es lo que se siente en un arresto domiciliario. Pero es mucho imaginar, aunque debe parecerse porque a veces me agobio e incluso más cuando veo a la policía montada a caballo atravesando marcialmente mi calle prácticamente vacía de gente, salvo un vecino con perro y otra persona echando el vidrio al contenedor y rompiendo el silencio con ese sonido estridente de vidrios rotos, que me hacen sentir aún más presa en esta sorprendente quietud.

Y en lo que digiero todo lo que pasa, me siento una privilegiada porque tengo una casa llena de vitalidad en la que mis hijas dibujan, graban vídeos, hacen fotos, se relacionan por video llamadas, estudian y duermen como marmotas. Convivimos, hablamos más que nunca, discutimos e incluso nos reímos. Lee el resto de la entrada »

Sobre todo recomendamos leer para crecer

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio

Hace unos días que no paramos de dar vueltas al archiconocido veto parental. Me imagino, más que una aplicación, un broche-chapa con la imagen de un monstruo verde chorreante con un lema como Prohibido saber más de lo necesario, en las solapas de los abrigos de paño de una minoría de padres y madres en la puerta de un colegio de élite, pidiendo apoyo para exigir la implantación del veto parental.

Poner veto al conocimiento es bastante cuestionable porque el saber no ocupa lugar y hasta resulta infinito. Siempre podemos aprender mucho más. Me quedo absolutamente perpleja cuando alguien habla del riesgo de que niños y niñas sufran manipulación cuando se forman o informan sobre derechos humanos y diversidad de género, afectiva y sexual, utilizando argumentos vagos y de por sí manipuladores. La peor lógica puede que sea “para que manipulen a mis hijos (sospecho que no dicen hijas; mucho menos hijes), ya los manipulo yo”. Quizá estoy profundizando mucho con grandes expectativas y todo es más sencillo. Puede que no haya nada más allá que desconocimiento de base para que arraiguen estos planteamientos, que no obstante hacen mucho daño porque marcan la diferencia y la condenan, justificando el odio y la violencia.

Nuestro objetivo es que niñes, niñas y niños aprendan, sean libres construyendo su identidad y redes sociales de apoyo, además accedan a una educación y cuidados de calidad proporcionados por el Estado a través de sus servicios, y sus familias apoyadas social, económica, laboral y legalmente. Lee el resto de la entrada »

Héroes y heroínas for ever

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio

 

Just for one day
We can be heroes
For ever and ever
What d’you say?

(Sólo por un día/ Podemos ser héroes/Por siempre jamás/¿Qué te parecería?)

Héroes

David Bowie 1977

Hay quienes creen en Dios (y lo digo con todos mis respetos). Yo creo en David Bowie. Nos dejó hace cuatro años, pero persistirá para siempre por sus superpoderes artísticos y su enorme personalidad. Permítanme esta breve mención y al hilo de nuestra recomendación literaria para esta ocasión, ya que Bowie para mí, será siempre un héroe.

El pasado mes de septiembre Marcelo Crivella, ultraconservador alcalde de Río de Janeiro, intentó censurar y retirar de la Bienal del Libro en su ciudad, la edición del cómic Jóvenes Vengadores: La cruzada de los niños, de Allan Heinberg, Jim Cheug y Alan Davis, editado por Marvel y el Grupo Panini (primera edición: EE.UU, 2010-2011). La polémica se basó en la subjetiva valoración de lo inadecuado de la publicación, que incluye una imagen en donde dos de sus protagonistas masculinos se besan.

Resulta más que curioso, inoportuno, exagerado, excéntrico e inadecuado que alguien se rasgue literalmente las vestiduras por un beso, cuando los besos generalmente son positivos y nos suelen cargar de buenas vibraciones (siempre hay excepciones, ó por que No siempre es No, o alguien a quien no le gustan). Marcelo Crivella y alguna otra persona de similar criterio, probablemente no ha leído ningún cuento sobre besos y desde este espacio les recomiendo Mamá ¿De qué color son los besos? de Elisenda Queralt y Carla Pott, relato infantil ilustrado ó Un beso antes de desayunar, preciosa historia de la escritora e ilustradora Raquel Díaz Reguera. Lee el resto de la entrada »