Archivo de la categoría ‘lesbianas’

Lesbianismo para principiantas – Guapofobia y feofilia

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

 

Lesbianismo para principiantas – Guapofobia

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

Lesbianismo para principiantas – Los peligros de las ex

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

Lesbianismo para principiantas – First dates

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

Mi trabajo ideal

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

Técnicas de supervivencia

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

Anne Lister, el caballero Jack

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#Mujereslesbianas

 

Amo y solo amo al sexo más hermoso y , así, siendo amada por ellas, mi corazón se rebela contra cualquier otro amor que no sea el suyo

 

Anne Lister nació en 1791 en Halifax ( Reino Unido). Heredera de una gran fortuna, intrépida, viajera, aventurera, fue la primera persona en ascender al Vignemale, la gran montaña del pirineo francés en 1838.

Lister fue una mujer independiente que puso todo su empeño en reformar la finca familiar de Shibden Hall ( Hallifax) y revitalizar las minas de carbón propiedad de su familia.
Considerada la primera lesbiana de la historia moderna, Anne reconocía que tenía una rareza, pero como creía que esa singularidad había sido creada por Dios , no veía ningún conflicto entre su diferencia y sus convicciones cristianas.

Anne fue una adelantada a su tiempo: planteó una forma de matrimonio homosexual (se casó con la heredera Ann Walker, aunque sin reconocimiento legal), reflexionó sobre su propia identidad, vestía con ropas que, en su época, se consideraban solo para hombres y no tenía inconveniente en exhibir sus relaciones con mujeres de la alta sociedad, presumiendo de su poder de seducción (en Halifax la apodaron Caballero Jack).

A Lister no le gustaba que la tocasen cuando mantenía relaciones sexuales porque decía que eso la hacía demasiado mujer. Si hubiese vivido en 1950 habría sido una auténtica stone-butch.

Lister, plasmó sus vivencias personales en unos diarios que constituyen un testimonio en primera persona de la vida de una mujer lesbiana a principios del siglo XIX. Constituidos originalmente en 26 volúmenes y 4.000.000 millones de palabras, y escritos en 1/6 en un código propio elaborado por ella misma (con elementos del alfabeto griego antiguo y símbolos algebraicos, código descifrado a principios del siglo XX), los diarios de Anne Lister perduran hasta nuestros días. El motivo por el que Anne codificó sus diarios es que contenían descripciones de sus relaciones sexuales.

Cuando Anne Lister y después su pareja Ann Walker fallecieron, los diarios se quedaron en Shibden Hall y allí los descubrió John Lister, descendiente de la autora y estudioso de la historia y la cultura local.

Los diarios de Anne Lister no solo se centran en su vida privada, también proporcionan una detallada información sobre los acontecimientos políticos, sociales y económicos de la época. Por este motivo, en 2011 fueron incluidos en el registro del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO. Hoy se encuentran digitalizados en el West Yorkshire Archive Service.

De sus diarios, Anne diría:
Le debo mucho a este diario. Aliviando mi mente en papel siento como si en cierto grado me deshiciera de ella; parece hecho para un amigo que lo escucha con paciencia, lo observa con lealtad, y al nunca olvidarse de nada, está preparado para comparar el pasado y el presente, y así animar y edificar el futuro.  

(c) Calderdale Metropolitan Borough Council; Supplied by The Public Catalogue Foundation

Patricia Highsmith, maestra de la intriga

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#Mujereslesbianas

 

Considerada la gran revolucionaria del thriller psicológico, Patricia Highsmith nació el 19 de enero de 1921 en Ford Worth, Texas. Algunas obras de esta maestra de la novela de intriga fueron adaptadas al cine con gran éxito.

Patricia no fue una hija querida, su madre intentó abortar bebiendo aguarrás durante su embarazo. La tormentosa relación que mantuvieron marcaría a la escritora toda su vida. Tanto es así, que la inspiró para escribir Terrapin, novela en la que una hija apuñala a su madre.

Sus padres se divorciaron diez días antes de que ella naciera por eso, no conoció a su padre hasta los doce años.

En 1924 la madre de la escritora contrajo matrimonio con Stanley Highsmith, del que Patricia tomó el apellido. En 1927 se marcharon los tres a vivir a Nueva York. Su infancia transcurrió en el ambiente bohemio del barrio de Greenwich Village por donde se movían sus padres, que trabajaban como diseñadores gráficos.

A Highsmith la cuidó su abuela , quien descubrió que Patricia era una niña muy inteligente y precoz que con nueve años, ya leía libros sobre psicoanálisis de su biblioteca. Lectora voraz, le interesaban temas relacionados con la culpa, la mentira y el crimen, que serían los argumentos centrales en su obra.

Con ocho años descubrió el libro de Karl Menninger La mente humana y quedó fascinada por los casos que describía de pacientes atormentados por enfermedades mentales. Los análisis de este autor sobre las conductas anormales influyeron en su construcción de los personajes literarios.

Se graduó en 1942 en el Barnard College, donde estudió literatura inglesa, latín y griego. Antes de publicar sus primeros cuentos, Highsmith trabajó para editoriales de cómics. Empezó​ en la editorial Ned Pines escribiendo dos historias de cómics al día por 55 dólares a la semana. Después se convirtió en una autora independiente. Esta situación le permitió encontrar tiempo para trabajar en sus propias historias cortas. Es en esa época cuando descubre su homosexualidad y necesita ir a terapia para aceptar su orientación sexual.
Con 22 años comenzó a escribir su primera novela The click of the shutting, que nunca se publicó. Su primer cuento vio la luz en la revista Harper´s Bazaar, por entonces la escritora tenía 24 años. ​ En 1945, tras una breve estancia en México de cinco meses, aparecen los cuentos En la Plaza, escrito en Taxco, estado de Guerrero, y El coche. En 1950 publica su primera novela, Extraños en un tren, que la haría famosa cuando  Alfred Hitchcock la adaptó al cine.

En 1952 escribe El precio de la sal, bajo el pseudónimo de Claire Morgan. Esta novela cuenta la historia de amor entre dos mujeres con un final feliz insólito para la época ya que hasta ese momento los personajes homosexuales que aparecían en la literatura solían tener un final trágico. Tres décadas después reimprimió esta obra con el título de Carol desvelando ser su autora. En el epílogo explica por qué mantuvo el anonimato cuando la novela se publicó por primera vez y finalizaba así:

Me alegra pensar que este libro le dio a miles de personas solitarias y asustadas algo en que apoyarse.

Estados Unidos no acogió bien sus historias pesimistas que excluían el sentimentalismo, ni sus análisis éticos. Tampoco gustaban sus ideas políticas de carácter  comunista que chocaban con el estilo de vida americano. Por esta razón, ​ abandonó su país y se trasladó para siempre a Europa en 1963.

Su biografía, Beautiful Shadow, cuenta que, debido a los problemas de la escritora con el alcohol, tuvo una vida personal complicada. Sus relaciones duraban poco, incluso la que mantuvo con la también novelista Marijane Meaker. La tacharon de misántropa y prefería la compañía de sus gatos y caracoles. Dijo una vez:
Mi imaginación funciona mucho mejor cuando no tengo que hablar con la gente

Cuando apareció su obra Litlle tales of Misogyny, la llamaron misógina y con la publicación de Tales of Natural and Unnatural Catastrophes, se la marcó el calificativo de antiamericana. Su fama morbosa hizo que sus obras no fueran muy comerciales. Escribió más de 30 libros entre novelas, ocho colecciones de cuentos, ensayos y otros textos, y dejó bastante material inédito.

Su visión de la realidad es pesimista y sombría, también su percepción de los seres humanos. Destaca de forma particular como creadora de personajes torturados , ambiguos y turbios que explotan la hipocresía para medrar.

Graham Greene, amigo de la escritora, dijo sobre ella:
Uno no cesa de releerla. Ha creado un mundo original, cerrado, irracional, opresivo, donde no penetramos sino con un sentimiento personal de peligro y casi a pesar nuestro, pues tenemos enfrente un placer mezclado con escalofrío.

El personaje que más se identifica con la obra de Highsmith es, sin duda, Tom Ripley. Mentiroso, estafador, un asesino, que vive instalado en una maraña de crímenes. Dese la publicación en 1955 de la primera novela, El talento de mister Ripley (adaptada al cine en dos ocasiones), hasta la última, Ripley en peligro, aparecida en 1991, el personaje que construye la autora no resulta detestable, a pesar de su comportamiento.

Atea desde su adolescencia, se consideraba de izquierdas; aunque a veces disfrutaba escandalizando a sus conocidos haciendo comentarios racistas o antisemitas. No obstante, apoyó públicamente a Amnistía Internacional y expresó su simpatía hacia la lucha del pueblo palestino.

El 1 de enero de 1947, Patricia anotó como Brindis de año nuevo:
Brindo por todos los demonios, por las lujurias, pasiones, avaricias, envidias, odios, extraños deseos, enemigos reales e irreales, por el ejército de recuerdos contra el que lucho: que no me den descanso.

Patricia Highsmith falleció en Locarno el cuatro de febrero de 1995. Este año se conmemora el centenario del nacimiento de esta escritora rotunda, descarnada, inquietante.

Boomers y Millennials

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

Rara

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

Película chilena de 2016 dirigida por Pepa San Martín. La cinta está basada en el caso real de la jueza chilena Karen Atala que perdió la custodia de sus hijas en 2003 por tener una relación con una mujer y vivir con ella. La película está contada desde el punto de vista de una de las menores, por eso comienza con un plano secuencia en el que la cámara se coloca detrás de la adolescente protagonista a la que seguimos en su cotidianidad y esto nos ayuda a empatizar con lo que sucede cuando se conoce la orientación sexual de la madre. Solo vemos y escuchamos lo que Sara ve y escucha.

En la vida real, la protagonista de esta historia estaba divorciada y tenía la custodia de sus hijas. Al padre se le concedió un régimen de visitas semanal. Cuando la jueza tiene una relación con otra mujer y comienza a vivir con ella, el padre solicita la custodia de las niñas . Para conseguir su objetivo, el ex de la Atala recurre al tribunal de menores, a la segunda instancia y, finalmente, a la Corte Suprema de Chile. Ëste tribunal le da la razón al padre porque entiende que la decisión de Atala de explicitar su orientación sexual se ha antepuesto a los intereses de sus hijas. Lo que se esgrime es el interés superior de las menores También se argumentó que los efectos de la convivencia de la madre con su nueva pareja podían llevar a las niñas a una eventual confusión de roles sexuales. Para la Corte, las hijas estaban en situación de riesgo y de especial vulnerabilidad ya que su entorno familiar se diferenciaba del de sus compañeras y compañeros de colegio. Esta cuestión se refleja en la cinta cuando un profesor le pregunta a una de las chicas si alguien le ha molestado por la orientación sexual de su madre y le dice a la niña, que ella tiene derecho a vivir en un ambiente normal como el resto de niña y niños del colegio. El argumento de la posible discriminación de los hijos e hijas de parejas del mismo sexo se utiliza para retirar la custodia a las madres lesbianas, a pesar de que las menores manifiesten que están muy bien en casa con su madre. Otra de las cuestiones, relacionadas con lo anterior, es la imposición de silencio y ocultamiento a las madres lesbianas para que no visibilicen su orientación sexual ya que se piensa que así se evita la discriminación de sus hijas e hijos. De hecho, en la cinta la madre de la jueza le dice que no haga pública la relación que tiene con otra mujer para impedir que sus hijas sean discriminadas.

En la vida real, caso terminó con la retirada de custodia de las hijas a la jueza, que. demandó al estado de Chile ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ocho años después la citada Corte le dio la razón a Karen Atala en una sentencia en la que se argumentó que la orientación sexual de la madre no tenía nada que ver con sus habilidades de crianza. Y es que, la capacidad para cuidar y educar es algo que a las personas LGTBI se nos cuestiona argumentando que no somos aptas para formar familias y cuidar y educar a nuestra prole. Además, la Corte Interamericana apunta en su resolución, que los estados no pueden utilizar la orientación sexual de las personas como justificación para discriminar.

La puesta en escena es atenta con los detalles, sin grandes artificios. Destaca por su sencillez y espontaneidad. La cámara fija se detiene en todas las estancias sin enseñar ninguna. La película se apoya en diálogos naturales y un ritmo ágil que hace avanzar la historia.

Pepa San Martín, tras realizar varios cortos, debutó como directora de largometrajes con esta cinta que tuvo muy buena acogida en los festivales internacionales en los que se proyectó. En 2016, Rara ganó el Premio a la Mejor Película Latinoamericana en el Festival de San Sebastián.