Archivo de mayo, 2022

Brokeback Mountain

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#cinelgtb

 

Estrenada en 2005, Brokeback Mountain (Estados Unidos/Canadá), es un película dirigida por Ang Lee y protagonizada por Heath Ledger, Jake Gyllenhall, Anna Faris, Anne Hathaway y Michelle Williams. La cinta está basada en el cuento Brokeback Mountain de Annie Proulx. Ambientada en 1963, narra la historia de amor entre dos vaqueros y las dificultades a las que tienen que enfrentarse para mantener su relación a pesar de la distancia y de los prejuicios sociales hacia la homosexualidad.

Annie Proux envío sendas copias de la novela firmada a los protagonistas. En la dedicatoria de Gyllenhall decía a Jack, pero en la de Heath la autora escribió a Ennis. Cuando se dio cuenta del error quiso corregirlo pero luego lo dejó así porque era la muestra de que el actor había encarnado a ese personaje tal y como ella lo imaginó cuando escribió su obra.

Gus Van Sant fue el primer director en el que se pensó para rodar la cinta. Incluso Almodóvar se mostró interesado. Finalmente Ang Lee se encargaría de la dirección con el apoyo de Focus, una pequeña compañía, ya que la temática del film asustaba a los grandes estudios, que pensaban que la cinta no sería bien acogida y terminaría llegando solo a un público minoritario.

Los guionistas McMurtry y Ossana –que ganaron el Oscar al Mejor Guión Adaptado- transformaron el relato costumbrista de Proulx en un western clásico. Los personajes descritos por la autora eran feos y desdentados, carentes de modales. En la adaptación cinematográfica, los protagonistas son más afines al gusto de público actual: jóvenes, atractivos y atléticos. Ang Lee, se esmeró en los paisajes y la escenografía. El director quería remarcar la emocionante historia de amor de los dos vaqueros, en contraste con la rutina gris de sus vidas cuando se separan.

Lee quería que el cartel de la película reflejara la historia de amor que cuenta el film. Para el director la relación entre los protagonistas era tan potente como la de Titanic, por eso el póster de Brokeback Mountain se asemeja al cartel de la cinta de James Cameron.

Cuentan que durante el rodaje, varios miembros del equipo manifestaron su homosexualidad ya que la temática de la cinta les había ayudado a expresar públicamente su orientación sexual. Heath Ledger conocía la novela de Annie Proulx y en su día comentó que el guión de Brokeback Mountain era una de las mejores cosas que había leído en su vida Al actor le molestaba mucho que en las ruedas de prensa, le preguntasen si no le daba miedo representar a un personaje homosexual. Para el intérprete eso no era ningún problema ya que se trataba de una historia de amor entre dos personas.

Los actores protagonistas ensayaron repetidas veces los besos antes de rodar para que resultasen realistas y pusieron tanto empeño en la tarea que Heath estuvo a punto de romperle la nariz a Jack.
En Estados Unidos Brokeback Mountain obtuvo un éxito notable, aunque provocó cierta polémica en los sectores más conservadores de la sociedad estadounidense, incluida la Iglesia católica y algunos grupos fundamentalistas cristianos. Sin embargo, en el tradicionalista estado de Texas, el film alcanzó un éxito importante.

La película fue prohibida en China donde la homosexualidad es tabú. No obstante se pudo ver en Taiwan (donde nació el director) y se estrenó en Hong Kong. En Italia se censuraron varias escenas.

Ganó el León de Oro a la Mejor Película del 62º Festival de Cine de Venecia y cuatro Globos de Oro, incluyendo Mejor Película Dramática y Mejor Director. Además la cinta sería merecedora de cuatro premios Bafta: a la Mejor Película, al Mejor Director, al Mejor Guión Original y al Mejor Actor de Reparto (Jack Gyllenhaal).

En la 78.ª edición de los Premios Óscar fue nominada a ocho, de los que finalmente ganó tres entre los que destacan el Óscar al Mejor Director. También obtendría una estatuilla a la Mejor Música Original (Gustavo Santaolalla). A pesar de que todas las apuestas le daban como favorita para obtener el Óscar a la Mejor Película, fue derrotada por Crash. El hecho de que la cinta contase una historia de amor entre dos hombres pudo ser la causa de la pérdida de la estatuilla.

Brokeback Mountain fue escogida por el Congreso de Estados Unidos y el Registro Nacional Cinematográfico, para ser preservada por su importancia estética, histórica y cultural.

Adiós a Juan Andrés Teno, uno de los principales activistas de familias LGTB

 

Compartimos aquí el Adiós a Juan Andrés Teno publicado por Oveja Rosa, que puedes visitar en este enlace. 

Por Marta Marquez

 

Hoy es uno de esos días en los que alguien no quiere escribir un artículo, una noticia. Hoy me siento desolada por la pérdida de una maravillosa persona, de un gran activista, de un maestro, de un gran amigo.

No soy capaz de expresar con palabras cómo mi corazón ayer se rompió al recibir la triste noticia de la partida para siempre de Juan Andrés Teno, ni cómo el ser humano cree tener tiempo siempre. Cada día, como me dijo una amiga desde Brasil anoche, ponemos la alarma para levantarnos al día siguiente porque el ser humano es positivo y cree que siempre habrá un mañana. Pero no lo hay siempre. Es una sutil ilusión que nos hace mantenernos en pie para no derrumbarnos ante la vida y su fugacidad.

Conocí a Juan Andrés hace muchos años ya y, desde el principio, conectamos de alguna manera. Él, un gay con mucho carácter y yo, una lesbiana con mucho que aprender. Confió en mí, me apoyó en los mejores y en los peores momentos, me demostró lealtad (qué bien más preciado), me ayudó siempre en todo momento y contra toda adversidad y aprendí tanto a su lado que no hay palabras para asumir esta pérdida ni para agradecerle cada momento, cada risa, cada llanto o cada rabia a su lado.

Juan Andrés era una persona directa y cabezota. O lo amabas o lo odiabas, sin términos medios. Su carácter decidido y su lucha incansable por los derechos de las familias homoparentales le han convertido en un referente y, también, en alguien que no ha dudado en enfrentarse a quien hiciera falta con tal de expresar aquello que pensaba. Nosotros estuvimos en desacuerdo muchas veces, muchas. Sin embargo, nunca jamás se enfrentó a mí, nunca discutimos, nunca jamás. Porque entre nosotros había algo especial, una conexión, un respeto, una amistad que traspasaba distancias y diferencias. Gracias por tanto.

Coordinador de familias de la FELGTB, mi querido vicepresidente en Galehi, ponente maravilloso en centros educativos, jornadas, empresas y en todo lugar donde se le llamase. Siempre acudía en apoyo y defensa de nuestras familias. Malagueño orgulloso, padre enamorado de su precioso hijo, Tristán, y marido de su increíble marido, Tomás. ¡Qué familia tan bella!

 

Adiós a Juan Andrés Teno

Por Julián Guerra

 

Era muy jartible. Sé que empezar un obituario así es políticamente incorrecto, pero qué jartible era. Y nadie más políticamente incorrecto que él. Pero tenía motivos para serlo, políticamente incorrecto y jartible. Porque estaba harto de palabrería que no se traducía en mejoras reales y sabía que la no complacencia a las clases dirigentes es lo que verdaderamente les pone las pilas, que destapar las vergüenzas de un sistema que invisibiliza a las minorías es la mejor manera de que, si no despiertan los que mandan, al menos despierten los que demandan. Y así era su activismo: fuerte, enérgico, constante y jartible.

Tanta dureza ocultaba una ternura inmensa. Los que lo conocíamos bien lo veíamos derretirse de amor por su niño, Tristán, y soñar con darle un hermano. Adoraba y admiraba a su hijo, y su lucha no tenía más sentido que construir un mundo nuevo y bueno para él. De paso, nos aprovecharíamos las demás familias homoparentales de su brío y su infatigable trabajo por las familias: dando charlas, escribiendo artículos, creando materiales… Estaba obsesionado por hacer feliz a su hijo. Por eso quienes se quedaban con su imagen combatiente y feroz se perdían su faceta dulce, amorosa y divertidísima.

Se nos ha ido Juan Andrés Teno, la voz más grave y potente del activismo de familias LGTBI. Hace unos días me mandó un audio, que ahora escucho estremecido, en que me decía, con la voz débil de los últimos días, que seguiría luchando por la misma causa mientras tuviera fuerzas. Y ahora reflexiono sobre sus palabras y me doy cuenta de que sí que seguirá luchando, porque la fuerza nos la supo transmitir a los que le rodeábamos y que lucharemos en su nombre para que las familias LGTBI tengamos nuestro sitio, para que se nos vea en los libros de texto, para que se nos considere en los planes educativos y formularios, para que tengamos presencia en libros y películas, para que los niños, niñas y niñes (como siempre decía para cabrear a este filólogo recalcitrante que soy) que están y los que vendrán vivan en un mundo mejor. Y para que la voz de Tristán, el preadolescente que ya no verá crecer, sea escuchada. Porque su empecinamiento en los últimos tiempos era ese: que nos dejásemos de acaparar los discursos los adultos hablando de los menores y les dejáramos opinar directamente a ellos, que son los protagonistas de todo.

Querido Juan Andrés: Mi familia tiene ahora un nudo que se convertirá en un hueco. No hay consuelo para tanto dolor. Tu familia es mi familia. Tristán es como un hermano para Martín, nuestro hijo. Y a Tomás lo vamos a cuidar y querer todo lo que podamos. Ten por seguro que te recordaremos en cada reivindicación, en cada manifestación, que nos vendrá el soniquete de tu voz cuando tengamos que enseñarle los dientes a quienes nos agreden o menosprecian, que tu fuerza queda entre nosotros para que en este mundo que has dejado cada vez se aprecie más el amor. En cualquiera de sus formas. Porque, al fin y al cabo, tu mensaje era potente porque era sencillo: actuemos por amor.

Ese amor inmenso con el que un padre miraba a su hijo.

Hasta siempre, amigo.

 

Lesbianismo para principiantas – Exnovias 5 – Mitos lesbianos

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

No han muerto, están llenando [+] los espacios.

Por Daniel Cortez Abreu (@doctokind)

 

Estoy indetectable, pero tengo la carga social por las nubes
Camila Arce (Argentina)

Supongo que el fantasma que recorre el activismo sobre el VIH y el sida es la creencia de que les artistas que hacen de este una pieza central de su obra han muerto o son cosa del pasado. Para el Norte Global, el VIH y el sida se insertan en una narrativa parcialmente ajena, como peligro acechante que ha calado en su propia cronología histórica que, no obstante, se mantiene enterrada hasta que los discursos de ciertos grupos, partidos políticos y organizaciones la “reavivan” alzando el estandarte del peligro social y biopolítico. Más allá de eso, hablar de la cotidianidad de lo que significa vivir con VIH y de sida con frecuencia sigue sin trascender a los medios de comunicación y si algo ha caracterizado a la historia del activismo del sida desde sus inicios ha sido el uso del arte para visibilizar y reivindicar el valor, la lucha y los derechos de las personas que viven con VIH. El artivismo – el arte como forma de activismo– es tan característico de la historia de la epidemia como los avances biomédicos. En ese sentido, tanto la prensa como la televisión fueron canales especialmente reclamados para visibilizar la acción callejera, aún durante el profundo silenciamiento tras el estallido de la epidemia en la década de los ochenta. Hoy en día el silencio que generalmente cubre al virus se mantiene perpetuado gracias a la ausencia crónica de este en las conversaciones y piezas informativas. Y resulta muy irónico cuando tomamos en cuenta que la infección, en muchos territorios con gran acceso a recursos biomédicos avanzados, ha alcanzado el paradigma de la cronicidad. El VIH en España es una infección crónica e intransmisible, siempre y cuando se garantice el acceso y la buena adherencia al tratamiento antirretroviral (TAR). Con la aparición de un tratamiento combinado de distintas moléculas que mostraron gran eficacia farmacológica durante los últimos años del siglo pasado, la situación de las personas con viven con VIH en España ha cambiado de manera radical desde entonces. Si bien la mejora de los tratamientos biomédicos es innegable, el cambio social se da lentamente. Y ya ni que decir de la narrativa imperante sobre el VIH y el sida, que en el Norte Global parece que ha quedado anclada en aquellos años. Incluso con el cambio de paradigma biomédico, que solo ha ocurrido en algunos territorios, les artivistas del VIH y del sida han desaparecido de la mirada pública y escasamente se recurre a elles para rescatarles como archivo histórico –cuando es posible–. Así, frecuente muchos historiadores, escritores, periodistas, guionistas, académicos, divulgadores y, en fin, un montón de personas que siguen asumiendo esa narrativa, son las que frecuentemente pretenden escribir nuestras historias, pero sin nosotres, son quienes esquivan la mirada y evitan compartir los mismos lugares donde nosotres también seguimos existiendo.

No obstante, tenemos la ventaja de contar con Internet como herramienta, en donde las redes sociales nos han permitido observar y acceder al contenido de lo que pasa en y desde distintas coordenadas geográficas en las que por cierto, el vivir con el VIH no es, ni una esencia, ni una experiencia unívoca ligada al deseo y las practicas sexuales, así como tampoco a la imagen hegemónica cisgay masculina y blanca. Allí no existe una narrativa, expresión o discurso lineal, concreto y único. Descubrimos una ventana que nos muestra a les artistas cuya obra tiene al VIH y al sida como temática principal y que siguen con más vida que nunca –con VIHda, como diríamos en ciertos espacios–. Sus producciones artísticas abordan narrativas mucho más amplias, complejas y rescatan la posibilidad de humanidad, con todas las contradicciones y dificultades que genera. Expresan múltiples discursos que se entiende como lo periférico, comparten en común el vivir en territorios del Sur Global o habitar cuerpos invisibilizados, son disidentes de la norma social y aunque están marcades por el estigma social del diagnóstico, también muestran las heridas que dejan otros. Todo lo anterior es lo que hace su producción artística tan valiosa.

No es una casualidad que, justamente hace unos días, el artista Jorge Bordello (@jorgebordello) abordará está cuestión comentando en sus redes sociales que “en nuestra comunidad [de quienes viven con el VIH] hay personas ignoradas de manera sistémica: personas verticales, trans, migrantes, amas de casa y madres, trabajadoras sexuales, indígenas, afrodescendientes, infancias…” y agregaba de manera contundente “cada proyecto que les ignora por no tenerles en acceso inmediato vía correo es un proyecto que ensancha su brecha”. En su discurso Jorge expresa la inquietud y la molestia que genera, tal como me ha ocurrido personalmente desde hace tiempo, la visibilización del artivismo del VIH y del sida, e incluso de los diagnósticos en sí, como algo pasado, de artistas muertos o en penurias y contados por otras voces, como si no existieran. El mismo Bordello expone que incluso la institucionalidad de la gestión cultural genera espacios que parecen estar hegemónicamente controlados por personas que de manera consciente o inconsciente, niegan nuestro agenciamiento y nuestra capacidad para expresar y narrar nuestras historias. Y nada más alejado de la realidad…

Y es que, desde la ilustración digital, por ejemplo, es posible encontrar a artistes como Saúl de León (México) y Lucas Núñez (Chile) quienes expresan su realidad atravesada por los cuidados comunitarios, la temporalidad farmacológica, la racialización y lo no binario, reflejando la multiplicidad de nuestras vidas. Han coincidido en exposiciones junto a Rosana Linari, artista textil argentina, que desde el transfeminismo trastoca el lenguaje visual y lo vuelve bichoso a través de sus acertadas puntadas. Personalmente considero casi imprescindible revisar la obra y atender al discurso de Camila Arce, también artivista argentina, con un largo y nutrido recorrido sobre la vihda de las personas verticales –personas que han nacido con el VIH– cuya reivindicación constante sobre las infancias verticales, la crianza, la hegemonía sexual y el cuestionamiento de la seronorma es profundamente motivador. Incluso cuando nuevas formas del vivir con VIH se nos pretenden imponer, Camila reclama: estoy indetectable, pero tengo la carga social por las nubes en una de sus publicaciones de Instagram. Con esta forma tan contundente, también Juan Coronel, artivista marica expresa: “busco que mi obra se expanda como un virus que viene a destruir estigmas y corromper la moral” en un statement al que se accede a su perfil de Instagram, donde el rojo rutilante, los fármacos y la identidad marica son elementos clave de su producción visual. En Norteamérica es posible encontrar referentes jóvenes como Kia LaBeija, artista y activista vertical del VIH, quien incluso ha sido bailarina principal de la serie POSE de HBO y quien ha participado en una residencia artista en España en el marco de ARCOMadrid 2020.

Algunes han podido aprovechar las convocatorias de la Visual AIDS  (en inglés), que es mucho más que un archivo histórico potentísimo del artivismo del VIH y del sida, tanto en EE.UU como en el resto del mundo. Incluso en Europa pueden encontrarse grupos cuya producción artística contempla una narrativa más transversal y actual, como las del colectivo artístico italiano Conigli Bianchi  que incluye también a performers y cantantes, además de activistas, diseñadores e ilustradores. Volviendo a México, encontramos a la red Mueganxs de la que he hablado en otra ocasión.

Todes les artistas que se han mencionado cuestionan el paradigma de la cronicidad de la infección y van mucho más allá de la crítica al complejo médico industrial. Muestran al bicho, desde múltiples ángulos, reivindican la cura, reclaman la resistencia, los cuidados, la autopreservación, el placer, los cuerpos raros, manchados y marcados, la vida fuera del binarismo, un artivismo diverso y antirracista, que no deje a nadie fuera. Son narrativas alternas que nos dicen que vivir con VIH no es una experiencia ajena, sino inserta dentro de nuestra comunidad, agregada en nodos pero conectada en una amplio tejido social que inunda muchísimos cuerpos. Coincido en que les artivistas del VIH y del sida no han muerto: están llenando los espacios, pero… ¿a dónde, desde dónde y a quiénes ves tú?

Nota. A continuación, dejo una lista de los nombres de los perfiles de Instagram de les artistas y artivistas mencionades –sin orden específico–, para hacer posible el acceso y consulta de su obra:
Camila Arce (@sidiosa)
Jorge Bordello (@jorgebordello)
Rosana Linari (@ro_textil)
Saul de León (@sauldl)
Kia LaBeija (@goodnight_kia)
Mueganxs (@mueganxs)
Lucas Nuñez (@lucasnunezsv)
Juan Coronel (@ju4nc0r0nel)
Conigli Bianchi (@coniglibianchi)

 

‘La Cura’ (2022). Resina, arcilla y esmalte UV, del artista Juan Coronel. Fotografía de Guadalupe Fassi.

Viruela del mono

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

Amalia. Una gallina diferente.

Por Charo Alises (@viborillapicara)

 

Hoy recomendamos Amalia. Una gallina diferente, de Nieves Gascón y Amelia Morán.

Versionando un hermoso poema de León Felipe, lo cierto es que la cuna de la humanidad la mecen los cuentos. Muchos son los beneficios de las historias que escuchamos en nuestra infancia: estimulan la creatividad, ejercitan la memoria y aportan valores y enseñanzas que nos pueden servir a lo largo de toda nuestra vida. En bastantes ocasiones, siendo ya adulta, me he dado cuenta de la importancia de aplicar esos valores aprendidos de los cuentos a situaciones de la vida cotidiana.

Normalmente es Nieves quien se ocupa en el blog de acercarnos a relatos estupendos, pero hoy seré yo quien os hable de uno de esos cuentos maravillosos: Amalia. Una gallina diferente. La autora de esta singular y estimulante historia es nuestra querida Nieves Gascón y los bonitos dibujos que ilustran el relato son de Amelia Morán.

No quiero yo hacer spoiler del cuento, pero sí acercaros a la figura de esa peculiar gallina llamada Amalia, todo un personaje, como ya veréis. Según nos cuenta Nieves, Amalia es dorada, redonda, educada y americana. Nuestra querida gallina era ordenada y hacendosa. La verdad es que mola bastante esta plumífera tan bien descrita y dibujada, todo un pibón gallináceo, sin duda. Por si no fueran pocas las virtudes de nuestra protagonista, a Amalia la curiosidad le chorreaba por todos los poros de sus plumas (bueno, si es que las plumas tienen poros). Quería aprender muchas cosas y no se conformaba con ver pasar los días y dedicarse a chismorrear como sus compañeras de corral que se ve que eran pelín cotillas.

La sed de conocimiento de Amalia la llevó a estudiar sin parar pasando olímpicamente de sus compañeras de corral que la ponían verde porque era distinta. Tanto aprendió Amalia que muy lejos llegó, otra galaxia descubrió y hasta un Premio Nobel ganó.

Ya lo decía al principio, Amalia es una gallina genial y nos enseña que no pasa nada por ser diferente, que debemos buscar nuestro propio camino sin importar las críticas; que la curiosidad, el estudio y la constancia nos pueden llevar muy lejos en la vida… al espacio, incluso. Por lo menos eso he aprendido yo con las peripecias de la gran Amalia, mi gallina favorita.

Espero que os guste mucho el cuento para que en breve podamos organizar el club de fans de Amalia.

Termino dando las gracias a Nieves por contarnos la estimulante historia de esta fantástica gallina y a Amelia por dibujar tan bien a la singular plumífera.

17 de mayo

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

Guía rápida para víctimas de delitos de odio por LGTBIfobia

 

17 de mayo día contra la LGTBIFOBIA

 

En el día contra la LGTBIfobia os recordamos esta guía rápida para víctimas de delitos de odio de la Dirección General LGTBI del Ministerio de Igualdad, elaborada en base a una entrada publicada por su autora en nuestro blog

 

¿Cuándo eres víctima de un delito de odio?

Si te agreden, amenazan o causan algún daño a ti o a tus pertenencias o propiedades y lo hacen por tu orientación sexual o por tu identidad o expresión de género (o porque creen que eres LGTBI aún no siéndolo), estás siendo víctima de un hecho que se considera delito y que, por esa motivación LGTBIfóbica, se califica como ‘delito de odio’. Lo que motiva a la persona o personas aque te atacan es el odio a la condición de lesbiana, gay, trans, bisexual o la apariencia de serlo.

¿Cómo puedes actuar?

A ser posible, llama en ese mismo momento a la policía o a la guardia civil y cuéntale lo sucedido para que acuda al lugar de los hechos. Si acuden con rapidez puede que localicen y detengan a la persona o grupo de personas que te hayan atacado. Si no es así, tomarán los datos de todos los testigos posibles. Si efectúas la llamada pasada la agresión y desde otro lugar, recuerda, en la medida de lo posible, tomar los datos personales de los testigos para facilitarlos al denunciar. Si te encuentras en una situación de peligro o emergencia, llama a cualquiera de los siguientes números de teléfono:

112 (Emergencias) 091 (Policía Nacional) 062 (Guardia Civil)

Ante una situación de peligro, en caso de que no sea posible realizar una llamada, puedes utilizar la app ALERTCOPS, el servicio de alertas de seguridad ciudadana que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ponen a disposición de la ciudadanía para atender en situaciones de riesgo.

En todo caso, llames a la policía o prefieras ir a una comisaría o al cuartel de la Guardia Civil a interponer una denuncia, si tienes algún tipo de lesión, dolencia o no te encuentras emocionalmente bien, debes acudir a un centro de salud u hospital para que te atiendan. Allí es fundamental que hagas saber al personal sanitario que has sido víctima de una agresión por ser una persona LGTBI para que conste en el parte médico. Tras acudir al centro de salud o al hospital debes interponer la denuncia en una comisaría o en el cuartel de la Guardia Civil. Si en ese momento no te encuentras bien, puedes hacerlo al día siguiente con más tranquilidad y en compañía de quien tú quieras.

¿Cómo se pone una denuncia?

Dónde?

Para presentar la denuncia puedes ir solo/a o acompañado/a por aquella persona que te dé más seguridad, también por un/a abogado/a o por un miembro de una organización LGTBI de tu localidad.

La denuncia puedes realizarla por escrito o de forma verbal, puedes hacerlo en persona o por medio de una persona que pueda representarte con un poder especial.

Debes firmar la denuncia siempre, pero antes léela atentamente para ver si refleja bien lo que has denunciado. Es importante que quede clara la motivación de quien te ha agredido, es decir, que lo ha hecho porque eres una persona LGTBI.

Cómo?

Puedes denunciar aunque no conozcas la identidad de quien te ha agredido, pero si tienes sospechas de su identidad, puedes manifestarlas e indicar su nombre y apellidos para facilitar la investigación.

Tampoco es necesaria la intervención de abogado/a o procurador/a, ni tampoco tienes que depositar ninguna fianza.

Si haces la denuncia verbalmente, se extenderá un acta en forma de declaración que será firmada por ti y por el personal funcionario o autoridad que tome la declaración. En el acta deben hacerse constar tus datos personales como denunciante.

Te entregarán una copia de la denuncia o, en su caso, un resguardo de haberla presentado; si no te dan copia o resguardo, puedes solicitarlo. No puedes apartarte de lo manifestado en la denuncia.

Tanto en la denuncia verbal como en la escrita es muy importante hacer una descripción lo más exacta y pormenorizada posible de la agresión. Esto incluye las sospechas sobre la identidad de la persona o personas que te han agredido, posibles testigos u otros detalles que puedan parecerte menores. Cuando estamos ante un delito de odio, además de describir de la forma más detallada posible los hechos, es muy importante que hagas constar los siguientes extremos:
Que tienes la convicción de que te han agredido/ humillado/amenazado por tu orientación sexual o por tu identidad o expresión de género. Que el único motivo por el que te han agredido/humillado/amenazado es esa orientación sexual o identidad de género y que tienes la seguridad de que no existe ninguna otra causa para la agresión.

Es bueno que reproduzcas y digas las palabras, frases o insultos sobre tu orientación sexual o identidad de género que te hayan dicho quienes te han agredido/humillado/amenazado. Su aspecto físico y su indumentaria también es muy importante: si llevaba ropa, complementos, estandartes, tatuajes o cualquier tipo de simbología propia de grupos ultra, de partidos políticos o de equipos de fútbol. Si el lugar de comisión del delito es un lugar frecuentado por personas LGTBI. Si cuando se cometió el delito tú llevabas algún signo distintivo del colectivo LGTBI (banderas, pulseras, colgantes, etc.).

Si el delito se cometió en una fecha señalada para el colectivo LGTBI o en que se celebraba algún acto o reunión (por ejemplo, el Día del Orgullo LGTBI). Si eres activista en una asociación LGTBI. Si en los días anteriores hubo algún tipo de declaración pública de alguien relevante contra las personas LGTBI.

Documentos que puedes aportar:

Puedes aportar con la denuncia todos aquellos documentos que apoyen los hechos que has contado (partes médicos, psicológicos, fotografías, capturas de pantalla, etc.) así como grabaciones de audio y vídeo. En los casos de ciberodio (agresiones o amenazas recibidas por medios virtuales) hay que aportar las capturas de pantalla donde aparecen los textos vejatorios y/o amenazantes, los llamados “pantallazos”, así como los archivos informáticos que contengan la información acreditativa del acoso a través de las redes.

Testigos:

En el momento de interponer denuncia es muy importante mencionar a aquellas personas que pudieron ser testigos presenciales de los hechos, aportando sus datos personales y de contacto, si los conoces. Por eso, es conveniente que recuerdes pedirles esos datos cuando se produzcan los hechos.

Tus derechos como víctima de delito de odio:

Acompañamiento. Recuerda que puedes ir a denunciar y comparecer ante las autoridades en compañía de una persona de tu confianza, la que tú elijas.

Información. Tienes derecho a que te informen sobre las medidas de asistencia y apoyo disponibles; a que te informen sobre el procedimiento que has de seguir para solicitarlas; a obtener una copia de la denuncia; a que se respeten tus derechos como víctima y que están recogidos en el Estatuto de la Víctima; a solicitar las ayudas que están previstas en la ley; y a recibir la información que exista sobre la causa penal.

Derecho a comprender y a ser entendido/a: Tienes derecho a traducción si no entiendes el idioma o a un intérprete de lengua de signos si tienes problemas de audición. Estos servicios son gratuitos.

Protección: Puedes solicitar una orden de alejamiento para que la persona que te ha agredido no se acerque a ti y se le prohíba comunicarse contigo por cualquier medio.

Asistencia y apoyo: Puedes acudir a las Oficinas de Asistencia a las Víctimas que suelen estar en las sedes de los Juzgados, Tribunales y Fiscalías. Allí atenderán tus primeras necesidades y te proporcionarán la información que necesites.

Además, la OFICINA NACIONAL DE LUCHA CONTRA LOS DELITOS DE ODIO dispone de un correo electrónico de asistencia a víctimas: asistencia.ondod@interior.es

Justicia gratuita: Si cumples los requisitos legales, puedes pedir abogado/a de oficio para ejercer la acusación particular. Es muy recomendable personarse en el procedimiento con abogado/a para que tus intereses estén debidamente protegidos.

Participación activa en el proceso penal: Puedes personarte en el procedimiento con abogado/a y ejercer la acusación particular.

Recuerda: es muy recomendable la asistencia letrada en este tipo de delitos.

También puedes contactar con el OBSERVATORIO ESTATAL REDES CONTRA EL ODIO:
913604605
info@felgtb.org

Si quieres saber más, consulta la página web de la Oficina Nacional de Lucha Contra los Delitos de Odio del Ministerio del Interior.

 

Lesbianismo Para Principiantas – Exnovias y amigas 4

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)