Annemarie Schwarzenbach. Bello ángel devastado

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#Mujereslesbianas

Doctora en filosofía, arqueóloga, periodista, fotógrafa y novelista ​suiza, nació en Zurich el 23 de mayo de 1908 en el seno de una de las familias más adineradas de Suiza. Rebelde desde la infancia, no quería saber nada de la opulencia que la rodeaba. En su adolescencia le hicieron una revisión médica para conocer la causa de su extraña conducta y acabaron diagnosticándole esquizofrenia. No está muy claro que padeciese esa enfermedad.

Estudió historia y literatura en la universidad de Zurich. Allí empezaría a escribir. Unos años después conoció a la familia Mann, a la que le uniría una amistad de por vida. Thomas Mann la llamó bello ángel devastado. Anne Marie entabló una relación fraternal con uno de los hijos de Mann, Klaus, abiertamente homosexual.

Marcha a Berlín en 1931. Allí conoce a la fotógrafa Ella Maillart, discípula de Man Ray. Juntas viajarían en coche de Suiza a Afganistan en busca de nuevas experiencias vitales. La relación entre ambas se tornaría complicada por la inestabilidad de Annemarie y su adicción a las drogas. Maillart diría de su compañera de viaje:

Escogió la vía complicada, la vía cruel del infierno

En 1935 se embarca en un matrimonio de conveniencia con el diplomático francés Achille Claude Clarac para disimular sus relaciones con mujeres. Este enlace le permite conseguir un pasaporte con el que viajará por medio mundo realizando reportajes con su cámara fotográfica. Su padre le regaló coches de lujo con los que recorrió Persia, Afganistán, India, Turquía, Siria, Líbano, Palestina, Irak y el sur de Estados Unidos. En ese país fotografía los estragos de la Gran Depresión. Persia ( Irán) es su lugar favorito y lo convierte en argumento de cuatro de sus novelas. Según Roger Perret, uno de los máximos especialistas en la obra de Annemarie, en ese país ella encuentra el abandono y la desolación o como la propia Schwarzenbach diría es el lugar donde lo ajeno se apodera de nosotros mismos y nos aleja de nuestro propio corazón.

Tras sus viajes por el Reich alemán, Prusia y los Estados bálticos, escribe Lorenz Saladin. Una vida para las montañas (1938), su libro más conocido, en el que relata la historia del intrépido escalador suizo.
Schwarzenbach, además de escribir libros de viajes, realiza una destacada labor periodística y fotográfica para la prensa. También filmó parte de sus experiencias según cuentan sus biógrafas Miermont, Grente y Mülle.

La adicción a la morfina de Annemarie y su inestabilidad emocional hicieron mella en la regularidad de su obra. De hecho, estuvo internada en establecimientos psiquiátricos de forma intermitente a lo largo de su vida. A pesar de esto, abordó temas muy variados con una calidad indiscutible. Ejemplo de la diversidad de su producción literaria son obras como el ensayo dedicado al poeta Georg Traki, la novela El milagro del árbol, que escribió mientras viajaba por África y los poemas contenidos en La orilla del Congo. Según la web suiza en la que se encuentran parte de sus documentos, al morir ella, su madre y su abuela quemaron todos sus papeles y manuscritos.

Tuvo relaciones con la hija del embajador turco en Teherán y con una arqueóloga en Turkmenistán.
En 1940, comenzó su historia con la escritora Carson McCullers. Ambas mujeres compartirían un tiempo en Nueva York. A pesar del amor que McCullers le profesaba, su unión no llegó a buen puerto.
Tuvo un accidente en 1942, que resultaría fatal. Mentras montaba en bicicleta se cayó golpeándose en la cabeza con una piedra. Al despertar había perdido la memoria , la capacidad de hablar y la movilidad. Murió el 15 de noviembre de ese año.

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