1 de mayo interseccional

Por la Plataforma 1 de Mayo interseccional

 

El 1 de mayo, “Día internacional de los trabajadores” se celebra desde hace más de 100 años. Como sabemos se conmemora la huelga que en 1886, exigía la jornada laboral de ocho horas. Sin embargo, lejos ha quedado ya aquél sujeto obrero que durante décadas se evocaba al pensar en la clase trabajadora: hombre, cis, hetero, blanco y operario fabril. Así como lejos ha quedado también la idea de que las feministas son mujeres cis blancas de clase media. Hoy, trabajadoras somos todas, tanto asalariadas  como quienes ejercen los cuidados sin ningún tipo de remuneración. La clase trabajadora somos las amas de casa, las pensionistas, las estudiantes.

Las vidas precarias, migrantes, negras y marrones, gitanas y asiáticas. Las disidentes de género, sexuales y/o cuerpo, las discas, las supervivientes de la psiquiatría. Todas las que no entramos dentro de la idea euroblanca de “sujetos políticos”, todas las que no entramos en sus modelos coloniales, capacitistas, heterosexuales. Somos nosotres, la clase trabajadora, quienes sostenemos la vida en momentos de crisis y somos también quienes más sufrimos las consecuencias del sistema capitalista, que explota y deshecha cuerpos que a sus ojos, no importan.

La clase trabajadora no ha parado durante esta pandemia, por el contrario, es quien más ha estado expuesta realizando los trabajos esenciales, mientras se nos estigmatizaba acusándonos de propagar el virus, ya fuera por nuestros lugares de origen o por nuestras modos de vida. Esas formas de vida son las de la clase trabajadora: salir muy temprano a coger un metro lleno de otras trabajadoras para ir a los barrios ricos a ejercer el trabajo de cuidados, para volver a casa tarde y cansadas, el mismo metro lleno de otras trabajadoras que no tuvieron el privilegio de “quedarse en casa”. Somos nosotras esa “España que madruga”. Hemos sido nosotras quienes hemos sufrido el racismo y la xenofobia sistémicos, estructurales y sociales. El aumento de la violencia policial y las redadas y detenciones por perfil étnico. Y hemos sido nosotras quienes han sido agredidas y atacadas por ser disidentes de género y sexuales. La lgtbfobia ha aumentado considerablemente en el último año, muestra de ello son las constantes agresiones a compañeras trans*, bolleras y maricas.

Somos nosotras, la clase trabajadora, diversa, con historias de vida cada una más diferente de la otra, la que, apoyándonos en esas diferencias nos unimos este 1 de mayo para reivindicar nuestro legítimo lugar en la historia. Para salir a las calles y luchar por lo que nos corresponde, porque somos nosotras las productoras y reproductoras de la vida. Llevamos un largo trabajo organizativo detrás. Meses de encontrarnos, de debatir, de escucharnos. Hemos construido red y comunidad y es así que este 1 de Mayo Interseccional empieza su andadura, esperando que cada vez seamos muchas más, porque juntas somos más fuertes.

 

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