Por Marta Márquez (@marta_lakme) escritora y presidenta de Galehi, asociación de familias LGTBI

Foto: Casa Fora do Eixo Minas
Mucho se ha hablado y se habla sobre el confinamiento y sus consecuencias, pero seamos claras, hay personas que lo están pasando peor que otras. Hoy quiero poner el foco de atención en las y los menores LGTBI.
Que las personas estemos encerradas es una cosa –importante, obvio– pero que dentro del confinamiento ni siquiera podamos ser nosotras mismas ya roza la locura. Familias homófobas o tránsfobas que hacen insoportables nuestras vidas habituales, pero que en una situación como la que nos ha tocado vivir pueden hacer que se conviertan en un infierno.
Sin embargo, en este caso, no quiero ser yo quien haga la reflexión al respecto sino que he preferido que lo haga otra persona; alguien que por cercanía pueda entender qué están viviendo muchas adolescentes lesbianas, bisexuales, gais o trans en sus casas, junto a las familias que les han tocado.
Sinceramente, no me ha sorprendido la madurez de nuestra joven escritora de hoy pues, desde que la conozco, hace ya 14 años, siempre ha demostrado que fue una niña madura –hoy toda una jovencita–, reflexiva, con los pies muy sobre la tierra y la cabeza muy sobre los hombros. Se llama Carmen Amador, tiene 17 años y es amiga de mi hijo desde educación infantil –o sea, desde los 3 años–. Le pedí que le diese una vuelta al tema de cómo cree que pueden estar viviendo esto las personas que no se sienten entendidas por sus familias y cómo ella considera que puede ayudar, y el resultado prefiero que lo leáis.
No voy a mentir. He de decir que cuando dijeron “se cancelan las clases a partir de pasado mañana” casi me levanto y me pongo a bailar.
Ahora lo pienso y digo, ilusa… no sabías lo que se nos venía encima y lo que darías por ver todas las mañanas a tus compañeros con cara de dormidos.
Echo mucho de menos muchas cosas: abrazar, el olor a primavera, los besos de mi abuela, el sonreír cuando ves que está llegando la persona con la que habías quedado… Pero luego lo pienso y en realidad soy una afortunada, ya que supongo que echo de menos “las típicas cosas que alguien llevando tantos días sin salir a la calle puede echar”; porque para qué vamos a engañarnos: tengo una casa, comida, mucho más que las necesidades básicas cubiertas y unos padres que me apoyan, con los que no hay mucho más conflicto que quién pone la mesa.
Me siento egoísta, porque si lo pienso detenidamente hay personas que estos días no echan de menos algo sino a alguien, en concreto a ellas mismas y la sensación de sentirse libres y eso, a la vez, me genera impotencia.
¿Cómo alguien que se supone que solo puede desear el bien para sus hijos no puede darse cuenta de que el mayor bien es que sea feliz y libre? La respuesta creo que nunca la tendré, pero bueno, mi madre siempre me ha dicho que juzgar cuando no conoces es un error muy grande así que supongo que solo me quedará intentar ayudar y apoyar.
Si te sientes encerrado, y no me refiero al confinamiento, habla. Desahógate con la persona que más necesites, o quizás no es con la que más necesites sino con la que mejor escuche.
En tiempos de pandemia mucha charla y reflexión. Soy de las que piensan que una de las mejores cosas que le puedes dar a una persona es escucharla, sonará un poco cursi, pero creo que en ciertos momentos puede servir de tirita para el alma.
Siéntete valiente, porque de verdad lo eres, y busca tu rato al día para de verdad ser tú. Busca y encuentra en ti lo que no consigues tener de las personas que te rodean en este momento y apóyate en quien te haga ser tú sin mascaras ni pareceres.
Me gustaría hacer un llamamiento a la juventud y que se generase un movimiento adolescente en el que animen a sus amistades LGTBI o a sus followers en redes sociales (que tienen por miles) a ser valientes, que les digan que tienen su apoyo, que les da igual a quien amen o con quien se relacionen. Porque la juventud de hoy tiene otros valores, viene mejorada de serie y con muchos menos prejuicios. Nos ha encantado el hashtag #MeDaIgualMeEncanta. Ojalá y mucha gente se anime a grabar sus vídeos y a subirlo a sus stories con este hashtag. Si te animas etiquétanos (@1decada10 en Twitter).