La ciencia no es solo cosa de hombres: ¡Feliz Día Internacional de la mujer y la niña en la ciencia!

  Por Marta Márquez (@marta_lakme) escritora y presidenta de Galehi, asociación de familias Lgtbi 

Arriba a la izquierda: María G. Sanchez Al lado Elena Pinilla, Paz Gómez, Sally Ride, Nergis Mavalvala (abajo izda) y Marie curie abajo a la derecha

Mucho se ha escrito sobre la ciencia desde el principio de los tiempos. Del big bang a los agujeros negros del Dr. Hawking hasta los últimos avances del médico español Pedro Carlos Cavadas. Podríamos hacer una lista de memoria. Probemos.

Albert Einstein, Isaac Newton, Darwin, Galileo, Tesla, Pasteur, Copérnico, da Vinci, Mendel, Edison, Arquímedes, Fleming, Bell, Kelvin…son tantos que nos saldrían sin ningún tipo de esfuerzo. Pero, y ¿si preguntamos por mujeres científicas? La primera sería, obviamente, la gran Marie Curie. ¿Y después? Creedme, hay muchísimas. Desde la mismísima Hipatia hasta Margarita Salas, española, genetista molecular de 80 años, discípula de Severo Ochoa, profesora de honor del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y con más de una veintena de premios a sus espaldas.

La suerte de Hipatia no fue tan afortunada como la de Margarita. Hipatia nació en el 350 D.C. y llegó a ser filósofa, astrónoma, matemática, inventora y escritora, pero eso no sirve de nada cuando naces mujer. De hecho, fue la primera mujer matemática de la que se tiene conocimiento. Hipatia ha sido víctima de las épocas y según ha tocado ha sido encasillada en uno  y otro lugar, sin realmente saber si fue una libertaria sexual de la época o realmente se casó con el filósofo Isidoro aunque se mantuvo virgen. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que fue desollada hasta morir y su único crimen fue ser pagana, no seguir los paradigmas de la Iglesia Católica.

Si ahondamos en internet, la enciclopedia del siglo XXI, encontramos a Rosalind Franklin, Lise Meitner, Ada Lovelace, Jocelyn Bell Burnell, Inge Lehmann o a mis amigas Elena Pinilla, que trabaja en el Centro de Tecnología Nanofotónica de Valencia e impulsora del proyecto “11 de febrero” (del que os comentaré más abajo) o Paz Gómez, científica brillante, que se dedica a evaluar fermentaciones de residuos orgánicos para producir bioproductos y/o bionernergía en forma de un gas rico en metano, y mejor persona que además de representar al ínfimo porcentaje de mujeres en la ciencia lo hace también de esas mujeres que pertenecen al colectivo LGTB y son visibles. Porque parece ser que, en la ciencia, solo importa tu vida privada si eres hetero y cisexual. Entonces sí podemos hablar de cómo la mujer y la familia del científico han apoyado e influenciado en los avances y logros. Pero ¿por qué la sexualidad de las mujeres y hombres gays ha sido silenciada a lo largo de la historia?

La astrofísica Nergis Mavalvala es pakistaní-estadounidense  y es conocida por su papel en la primera observación de ondas gravitacionales. Es abiertamente lesbiana, está casada y tiene dos hijos con su mujer. No lo esconde, no es un problema y ha demostrado que puede ser una científica brillante siendo mujer y lesbiana.

Hay muchas y algunas de ellas muy famosas y se merecen un lugar en este artículo. Sin duda os dejaré lugares donde ir a buscarlas. Pero es que no puedo hablar de mujeres en la ciencia sin nombrar a la más importante para mí, la que me hizo saber qué es un microscopio de fuerza atómica, una cámara de ultra alto vacío, el efecto túnel, la nanotecnología y cómo reaccionan mis partículas subatómicas cuando estoy a su lado. Ella, María G. Sánchez, para mí, una científica brillante especializada en nanotecnología y biomedicina que revolucionará el mundo de la ciencia; y si no, al tiempo. Y por cierto, es mi mujer.

De éstas y muchas más, podréis conocer más datos en una revista que conecta el mundo de la ciencia con el colectivo LGTB. Se llama ‘Principia’ y ‘dedica su octavo número a rescatar historias de científicos y científicas, así como de otros creadores del mundo del cine o del arte, del colectivo LGTB que vivieron en momentos difíciles para la diversidad sexual.’

Y, por ser hoy el día que es: Día Internacional de la mujer y la niña en la Ciencia quiero hablar del proyecto ’11 de febrero’*: el objetivo es lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas. Por esto, el 15 de diciembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 11 de febrero de cada año como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Y así nació este precioso proyecto que trata de dar charlas por toda la geografía española dando a conocer el trabajo de las muchas mujeres valientes que han dedicado parte de su vida a la ciencia. Su ámbito son los colegios, institutos, bibliotecas y cualquier lugar que se interese por la mujer, la historia y la ciencia; poniendo a la mujer en el lugar que se merece.

Lo mejor de todo es que cualquier persona que esté interesada puede organizar una charla, contactar con las mujeres del proyecto, mirar su web para obtener información. El año pasado se organizaron más de 1300 charlas y actividades y la Comunidad de Aragón les ha concedido el Premio por la Igualdad 2019.

Son muchas. Somos muchas. Somos la mitad de la población y debemos tener el mismo derecho a estudiar, a enseñar, a ser reconocidas por nuestro trabajo y no por el diseñador que nos viste en las galas de entrega de premios. El mundo avanzará tras la revolución de las mujeres. Enseñemos a nuestras personas pequeñas que ser mujer es mucho más que lo que nos quieren hacer creer a lo largo y ancho del mundo.

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