Por Nayra Marrero (@nayramar)
«Si es por ponerse etiquetas, me identifico como monógama pero estoy en una relación con una persona no monógama. Me identifico como lesbiana y de género no binario”.
Así se define mi amiga, de la que hablaré en femenino por decisión personal ante la imposibilidad de encontrar una fórmula con la que se sienta más cómoda. Volviendo a ella, voy a ponerle yo más adjetivos: es cabezota, un tanto tendente al liberalismo económico y un poco tradicional en lo personal, así que imagínense mi cara cuando nos contó que se estaba enamorando de una mujer que tenía pareja con la que mantenía una relación abierta.
Yo, que soy de protegerme y proteger a mi gente, le dije que se olvidara, que no se metiera en un berenjenal que iba a terminar haciéndola sufrir porque ella siempre querría más de lo que su chica iba a querer darle.
Pero ya les he dicho que mi amiga es cabezota, así que saltó sin red y aún no ha caído, es más, ahora mismo conviven en la misma casa ella, su chica y el chico con el que esta última mantiene una larga relación.
En el camino, ha tenido que aprender mucho, construir, deconstruir, desmontar, revisar…
“Cuando sufres un cambio de paradigma, porque aunque sea voluntario no significa que no se sufra, tienes que recomponerte casi desde cero. Frente a ti mismo y frente a los demás”.
Y en vez de un diario privado a esconder en un cajón de una casa sin secretos, ha decidido escribir un blog: idesademonopoli.blogspot.com.
“No me resulta fácil poner al descubierto cosas que, en ocasiones, pertenecen al ámbito de lo cuasi íntimo pero a veces pienso que le podría ser útil a alguien a alguien más”.
Porque para ella confiar en su pareja era confiar en su fidelidad, pero ahora, es otra cosa:
“Supongo que la confianza consiste en tener la seguridad de que la persona con la que te haces vulnerable no aprovecha tu vulnerabilidad para su propio interés”.
Y para decirle al mundo, o a sí misma, lo que nadie le dice, se montó su bitácora online:
“Responder a por qué me metí en esta relación y a por qué sigo queriendo estar en ella cada día que pasa es lo que trato de responder en cada una de las entradas: explicar la situación, los miedos y qué es lo que hace que me quede o algún día me vaya, o cambie de opinión”.
Total, que cuando estás abierta a que la vida te sorprenda, lo hace. Y lo hacen también las amigas. De todo se aprende.
Qué ganas de complicarse la vida!!!! Tu amiga, digo.
17 abril 2017 | 18:11