Atónito ante la posibilidad de un amaño eurovisado

Por CompiBloggui (@CompiBloggui)

Cantantes que compitieron por representar a España en Eurovisión 2017

¡¡Hola compis!!

Han pasado unos días y aun sigo en estado de shock.

No tanto por la sentencia del caso Noos ni por las últimas intenciones de Donald Trump, sino por lo todo lo que ha ocurrido en estos siete días con la elección de la canción que representará España en Eurovisión este año.

Yo me inicié en 1 de cada 10 el año pasado haciendo una crónica de este festival gayfiendly. En aquella ocasión triunfó, digamos la pelín homófoba, Ucrania y esta primavera tengo intención de volver a compartir mi peculiar visión del evento. Así que, por eso y porque soy un eurofan estuve pendiente de la selección de nuestra canción el sábado pasado.

Nos juntamos un grupo de amigos en plan cena con televisión y pude comprobar, con total asombro que… ¡¡¡hay gays a los que no les gusta Eurovisión!!! (Aunque viendo el perfil del publico que estaba en el plató me reafirmo en que sin el apoyo de nuestro colectivo este festival no tendría tanta proyección). Vimos como iban saliendo los cantantes y, como buenos expertos que nos consideramos del tema, a los diez segundos ya teníamos decidido el Sí o el No como si fuéramos césares romanos.

Valoramos el look, la coreografía, la música y ya, si eso, la voz, que a fin de cuentas cantar bien lo hace mucha gente. Descartamos automáticamente las canciones en inglés que, a pesar de que en mi grupo de amigos la única bandera consensuada es la del arcoiris, nos gusta que se use nuestra lengua castellana como referente internacional. Fueron pasando las canciones y nosotros… ¡¡¡ya teníamos ganador!!!

Nos fuimos a cenar con la tranquilidad del trabajo bien hecho pero sin mandar ni un solo sms para votar porque los activistas damos nuestro tiempo no nuestro dinero.

A mitad de la cena surgió la noticia, había un empate. En un principio pensamos que era para darle emoción al evento pero lo que vino después fue un golpe más a nuestra ingenuidad.

El concurso parecía como estar amañado. El jovencito imberbe con canción supercursi y que, para nosotros y la mayoría del público que se gastó su dinerito en votar, tenía cero posibilidades… había sido elegido. Luego he sabido que un miembro del jurado era su amigo, y hay quien ha dicho que llevaba tiempo haciendo campaña a favor del ganador desde una emisora de radio para la que trabaja.

Ya ha ocurrido en otro tipo de concursos pero no pensábamos que en la televisión pública pudiera pasar de una forma tan evidente, y más aun con la proyección internacional que esto tiene. Lo que es cierto es que en este país la corrupción, el chanchulleo y el amiguismo ni se disimulan ni se ocultan, así que tampoco sería de extrañar. Dicen que esto ha pasado siempre pero que este año no se habrían molestado ni en ocultarlo aunque parece que ahora TVE no está muy contenta con el resultado.

Pase lo que pase, yo este año volveré a hacer la crónica de Eurovisión. Lo veré con mis amigos eurofans que este año no irán a Kiev, unos porque les da miedo y otros porque no quieren ser cómplices de un posible maquillaje de la durísima realidad que vive el colectivo LGTB vive en Ucrania. Todos estamos preocupados por el nivel de inmoralidad y falta de escrúpulos que pueden llegar a demostrar las personas en este país… y esta no pienso en el sexo sino en lo que nos puede quedar por ver el próximo 13 de mayo en Kiev. Se lo contaré.

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