Por Nieves Gascón (@nigasniluznina)

Foto de Nieves Gascón
El 28 de julio de 1917, nacía Gloria Fuertes en el madrileño barrio de Lavapiés. Noventa y nueve años desde entonces y un reciente aniversario que ni Google ha querido pasar por alto, homenajeándo en su “doodle” con una ilustración de la escritora recitando frente a niños y niñas expectantes.
Sobre su nacimiento escribió:
Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi madre
que si se descuida muere por vivirme.
(Autobiografía en Obras Incompletas,1980)
En torno a esta artista hacemos nuestra recomendación para este mes de agosto, tradicional de vacaciones, de lento transcurso y caluroso tiempo compartido en familia. Se trata del álbum ilustrado Gloria Fuertes. Gloria la poeta, con texto bilingüe (castellano-inglés) de Luisa Antolín e ilustraciones de Juan Manuel Santomé, editorial Hotel Papel, colección Violeta infantil, Bibliografías, editado en 2007. Una preciosa edición ilustrado con tapa dura, que combina un rico colorido de dibujo y collage. No pierdan ni un solo detalle de contenido de sus imágenes, llenas de magia y movimiento. En la portada, Gloria con pelo morado y un pájaro acompañante, va volando en un avión de recortes de papel periódico sobre los tejados de colores de su barrio
Una forma diferente de presentar a la escritora a niños y niñas a partir de siete años, muy conocida por sus apariciones en televisión, horario infantil a partir de la década de los setenta, en blanco y negro. ¿Recuerdan la sintonía del programa Un globo, dos globos, tres globos?
Todo un clásico infantil. Su letra es de Gloria Fuertes, como la que escribió para el programa La cometa blanca, en 1981
El relato que nos ocupa comienza invitando a niñas y niños a escuchar con atención la historia de Gloria la poeta, una niña de ciudad que vivía en una buhardilla. Gloria con tres años leía y a los cinco escribió su primer cuento. A la luz de una vela disfrutaba de la lectura que le trasladaba a otros lugares y a través de su imaginación.
Escribió cuentos para hablar de otras niñas y niños sin juguetes, con frío y sin pan. Leía, jugaba al hockey y al baloncesto, a diferencia del resto de niñas, con actividades mucho más femeninas como el ballet. Fue valiente y diferente.
Llegó la guerra, un monstruo que le marcó para el resto de su vida y convirtió en pacifista. Trabajó, pasó hambre, frío y la pérdida definitiva de familiares y amores. Entonces comenzó a escribir poemas, que junto a sus relatos los llevó de viaje en su moto Vespa a todas partes, librerías, bibliotecas, colegios y hasta a la radio. Vivió en Estados Unidos, a dónde viajó por amor a una mujer, su novia americana, y fue profesora de literatura española en la Universidad de Pensilvania.
Finaliza el relato mencionando los premios a los cuentos y canciones de la escritora en España, donde volvió hasta el final de su vida. Pero por el contrario, apenas obtuvo reconocimiento por sus libros para personas adultas. Obra poética de exquisita calidad, en la que muestra el dominio del lenguaje claro, directo y coloquial, mostrando un variado repertorio de emociones, de la soledad al desastre de la guerra, el amor y un admirable e inteligente humor e ironía frente a la vida e incluso a la muerte. Cercana, irreverente, juguetona y prolífera en su producción poética, se alía constantemente con el o la lectora a quien implica y atrapa, llegando a ser posible escucharla recitar cada verso con su ronca y serena voz. También denunció la injusticia, la violencia y la pobreza, e incluso escribió teatro, recordemos a las Tres Reinas Magas: Melchora, Gaspara y Baltasara.
En 1997 tuve la sorprendente y positiva experiencia de oírla recitar junto al cantautor, Moncho Otero, familiar de la pareja de un amigo de mi pareja. Un cúmulo de casualidades que me llevaron la noche del 19 de abril hasta el Café Soto Mesa en pleno corazón del Madrid de Los Austrias. Un precioso lugar e inolvidable la vivencia en la que descubrí más de Gloria Fuertes. Una gran poeta también para mayores. Conservo la invitación firmada a pie de un poema pacifista que habla de muerte y guerra. También conservo Aconsejo beber hilo (Ed. Vitruvio,1996), poemario publicado originalmente en 1954, que al releer después de tantos años, encuentro tan actual e intenso como si se acabara de escribir, sin embargo es de una mujer que recientemente hubiera cumplido noventa y nueve años. Su obra la mantiene viva para siempre.
Pasen un estupendo, largo y cálido verano leyendo junto a los y las más peques, disfrutando de Gloria la poeta. También reserven tiempo para leer solos, solas o quizá mejor en compañía y en veladas literarias a la cálida luz de una vela, como la pequeña Gloria.
¡Hasta muy pronto!
Se cayeron los niños y se rompieron los piños, grande Gloria.
08 agosto 2016 | 11:22
Tengo por casa todavía Las 3 reínas magas, que me regalaron los reyes cuando era pequeña. Me encantaba esta mujer y en donde vivo tengo cerca una Escuela Infantil y también hay una calle que se llama así.
08 agosto 2016 | 13:28
Guardamos con cariño los objetos personales que Gloria dejó a su amigo el cantante Ismael tras su fallecimiento. Alguna institución debería ponerse las pilas y organizar una exposición para conmemorar el centenario. Creo que se lo merece…. pero claro, hablamos de cultura, hablamos de poesía…. de nuevo perdemos el tren de la historia. Gloria nació y vivió en Madrid, se consideraba profundamene madrileña…. Carmena, ¿Estás ahi?….
08 agosto 2016 | 15:28
Pues nada, que Gloria es lo más por los siglos de los siglos, por imperativo cultural.
08 agosto 2016 | 19:57
El libro de Las Tres Reinas Magas siempre fue mi favorito, me le sabía de memoria, y aun hoy todavía podría recitar alguna estrofa. Grande Gloria!
08 agosto 2016 | 21:43
Madre mía… cien años cumpliría en 2017. A veces pienso que se van los mejores y permanecen los mediocres.
08 agosto 2016 | 23:40