Tras los terribles (e injustos) acontecimientos de los que somos testigos en las últimas semanas con la llegada a Europa de refugiados (principalmente) sirios -y siendo temas totalmente distintos- cuesta hablar de la libertad de movimiento de las familias encabezadas por parejas del mismo sexo dentro de las fronteras de la UE. Sin embargo, creemos que es necesario hacerlo y poner de relieve los riesgos que hay para lxs ciudadanxs LGBT que quieran formar una familia el que se trasladarse -por motivos de trabajo u otros- a algún país europeo. Da a conocer esta realidad Alexander Schuster (@SchusterDOE), colaborador del blog y coordinador del Proyecto Rights on the move – Rainbow families in Europe

Imagen tomada de ‘playmo visible’
Las personas se mueven y las familias también lo hacen. La Unión Europea cuenta entre sus pilares fundamentales con la libertad de movimiento y residencia de sus ciudadanos en cualquiera de los Estados miembro. Desde su constitución, se consideró que no podía existir una integración europea si una persona no podía establecerse libremente en otro Estado miembro con su familia.
Sesenta años más tarde, la pregunta a la Unión Europea (UE) es si se ha cumplido su promesa de proteger la vida familiar de sus ciudadanos cuando éstos hacen uso de uno de los derechos más esenciales, derecho que está asociado a su condición de ciudadano de la UE. El Proyecto Rights on the move – Rainbow families en Europa se centró precisamente en esto durante más de dos años y sus conclusiones ya están disponibles.
Una amplia exploración de lo que pasa en la UE ha demostrado que, a pesar de los discursos públicos contra el matrimonio igualitario y el que se reconozcan en los propios países los actos celebrados en el extranjero, los Estados miembro incluyen a los cónyuges del mismo género cuando interpretan el concepto de ‘cónyuge’ (en el marco de la Directiva de Libre Circulación – Directiva 2004/38/CE). Es cierto que en las fronteras se han registrado incidentes pero no dejan de parecer hechos aislados más bien fruto de los errores de los oficiales de policía que están al cargo que de una posición oficial de la Administración de ese Estado.
A lo largo del Proyecto Rights on the move – Rainbow families en Europa analizamos las instrucciones administrativas y la jurisprudencia y solo encontramos una resolución negativa por parte del Tribunal Supremo de Chipre en 2010. Nada más.
A pesar del abundante debate teórico sobre el tema de la libertad de movimiento de las familias encabezadas por cónyuges del mismo dentro de la Unión Europea, la realidad parece que no plantea ningún problema. Esto podría explicar en parte por qué el Tribunal de Justicia de la Unión Europea no ha tenido aún oportunidad de abordar conflictos que giren sobre estos asuntos.
Sin embargo, esta situación puede cambiar en el futuro, eso es evidente. No existe ningún documento oficial o vinculante de la UE que aclare qué interpretación debe darse al término ‘cónyuge’. Una lamentable situación que terminará el día que Bruselas emita directrices con una interpretación integradora del término cónyuge.
Las familias incluyen también la presencia de niños/as. Y aunque no hemos encontrado problemas en el día a día de estas familias en relación con la Directiva y al derecho a entrar y residir en un Estado miembro, sí que pueden darse dificultades en el futuro. Sobre todo en aquellos casos donde ni el padre/madre reconocido por el Estado ni el niño/a son miembros de la Unión Europea.
A pesar del hecho de que la paternidad/maternidad por parte de parejas del mismo sexo a menudo aglutina la oposición de los sectores más conservadores de la sociedad -incluso más fuerte que la que exista a que se reconozcan las uniones entre personas del mismo género- la protección que la ley da al interés superior del niño/a ha llevado a resultados sorprendentes. Con la notable excepción de Portugal, hay muchos Estados que reconoce legalmente la paternidad/maternidad conjunta a dos cónyuges del mismo sexo.
Sin embargo, la situación de las hijas e hijos de lo que llamamos ‘familias arcoíris’ sigue siendo de mucha vulnerabilidad. La discriminación en la sociedad debido a su entorno familiar es,en algunos lugares, cada vez mayor, utilizando estrategias cada vez más agresivas que desafían las políticas de no discriminación y los planes de estudio de las escuelas. Además de eso, sufren en gran medida de la pobre legislación anti discriminación que existe al respecto en algunos Estados miembro.
Los cambios políticos representan una amenaza cuando las reformas legislativas están a expensas de la ideología de los gobiernos. Este escenario conlleva uno de los peores niveles de protección posibles para los colectivos más vulnerables.
Aunque podemos esperar que las cosas se arreglen de una vez por todas las cosas con resoluciones europeas innovadoras, en la actualidad muchas familias deben hacer frente a una situación de gran inseguridad jurídica al no existir éstas todavía . Mientras que algunos jueces fallan a favor de la adopción por parte de segundo progenitor o por el pleno reconocimiento de una partida de nacimiento extranjera, otros todavía pueden oponerse ferozmente a que esto sea así. Las familias arcoíris son discriminadas a la hora de ejercer su estatus de ciudadanía cuando necesitan recibir el trato que merecen ambos padres cuando trabajan, porque por ejemplo el Estado no les reconoce en caso de fallecimiento de un familiar, de pensiones, etc.
El proyecto Rights on the move ha estudiado el calado de estas situaciones discriminatorias en la vida cotidiana de las familias arcoíris. La garantía al derecho a residir en cualquier país miembro de la UE en virtud de la Directiva no es suficiente. A lo largo de estos dos años hemos encontrado argumentos y razones convincentes sobre el hecho de que la libertad de movimiento no se detiene en la Directiva. De hecho, la exigencia es el pleno reconocimiento de una relación tan importante como la que existe entre un padre/madre y sus hijos/as. Ningún ciudadano de la UE debería tener que renunciar al derecho a ser padre/madre sólo porque decide ejercer su derecho a moverse libremente por el territorio europeo.
La lucha por la plena igualdad y la dignidad integral tiene todavía un largo camino por recorrer. La Unión Europea se basa en valores comunes. El núcleo de estos valores son los derechos humanos y las libertades fundamentales. La protección jurídica de las familias arcoíris es, sin duda, un gran desafío para el proceso de integración europea, un desafío digno de ser tenido en cuenta. Sólo al enfrentar y superar los obstáculos los valores de Europa podrán vivir y permanecer fieles a su esencia misma. Esto es lo que es la ciudadanía europea realmente.
De verdad, no entiendo a la gente como tú. No a la gente homosexual, antes de que le saques punta, sino a la gente que se queja de tonterías cuando tiene un problema enorme arañando las puertas.
¿Sabes qué es lo que va a pasar con nosotros cuando los musulmanes sean mayoría?
Pues yo soy hombre, calvo, mayor y hetero. Me tocará rezar cara a la meca, y dejarme barba. No tengo hijas, así que me tocará cuidar únicamente de que no hagan daño a mi mujer.
¿Pero vosotros?
No soy capaz de comprender como los homosexuales no estáis muertos de miedo. En serio. Si yo fuera vosotros estaría montando manifestaciones anti islam todos los días. Yo iría, en serio.
Creo que antes de preocuparos por vuestra movilidad por europa, deberíais preocuparos de en qué se va a convertir europa. Me da miedo a mí, conque vosotros deberíais estar aterrorizados. Como si no tuviérais bastante con los neonazis como para tener que preocuparos por los islamistas.
04 septiembre 2015 | 08:49
«lxs ciudadanxs»
Hasta ahí he leído, pu-to correctismo que hace escribir como garrulos…
04 septiembre 2015 | 09:31
Sinceramente creo que, con la crisis humanitaria tan horrible que estamos viendo estos días, no es el momento de hablar de esto.
04 septiembre 2015 | 09:44
¿Familias arcoiris? yo pensaba que solo existian las familias, y punto.
04 septiembre 2015 | 11:11
Y el que se quiera casar con dos mujeres que pasa?? Porque eso en España que yo sepa es ilegal? No tendrían también derecho a esto los polígamos?
Si seguimos así pues cualquier cosa va a ser una familia, ¿Por que la poligamia es ilegal? Pregunto, No tendrían esas personas los mismos derechos que los demás?
Si los homosexuales quieren igualdad en ese aspecto, pues también los polígamos, no?
04 septiembre 2015 | 15:45