La historia de un embarazo o cómo la espera de un bebé pone a prueba una relación de pareja

Segunda juventud

Una amiga me dice que hable en mi blog del fenómeno de la segunda juventud. Me dice que sí, que es un tema que interesa. Le digo que vale, pero que yo escribo sobre las relaciones de pareja. Pactamos que le cedo mi pluma. Allá voy. Habla mi amiga:

Tú no lo sabes porque aún no te ha pasado. Es cuando llegas a los 40, has tenido varias parejas pero ninguna ha funcionado como te esperabas. Luego te quedas sola y no sabes si prefieres buscar otra y arriesgarte a fracasar de nuevo, o huir de los compromisos y tener rollos.

Pero claro, eso no es tan fácil. Te sientes con energía para comerte el mundo, pero hay una vocecita que te advierte que estás a un paso del ridículo; que esa vida ya la viviste a los 18, que a los 40 toca otra cosa.

Los amigos de siempre, no sabes porqué, parece que han salido más airosos que tú en ese terreno. Tienen familia, hijos y sus preocupaciones van por otros derroteros. Es domingo por la mañana, tienes una resaca impresionante, y todo el día libre por delante.

(Espero haber cumplido con el deseo de mi amiga. Personalmente, no creo en segundas ni en terceras juventudes. Todos somos buscadores natos. La zanahoria siempre va por delante. Y si nos hemos comido la primera continuamos corriendo para alcanzar la segunda).

4 comentarios

  1. Dice ser journal

    Estoy rozando la cuarentena (no es que esté enfermo y me hayan aislado, pero tal vez sí que llegar a los 40 años es casi una enfermedad)… El caso es que no me siento totalmente identificado con lo que cuenta su amiga, señora yotambientequiero. Cada casa es un mundo, y en mi caso/casa yo sé perfectamente que no puedo hacer lo mismo que en la «juventud» (entrecomillado porque yo aún me considero joven). El caso es que casi nunca trasnocho [queda muy rara, esta conjugación verbal…]. Excepcionalmente lo hice por fin de año (me echaba a dormir a las 6…] pero mi sueño no duró más allá de mediodía.Mi teoría es que hay que vivir la vida, pero todo a su tiempo…

    17 enero 2008 | 16:10

  2. Dice ser caperuuucita

    Por mi experiencia, y sin ánimo de ofender,los hombres son más «viejos» que las mujeres y mucho más a partir de los 40. Yo los superé hace pocos y me siento muy bien, hago lo que me parece adecuado en cada momento y no me dejo influir por lo que me dicen. Lo que me molesta es éso de «qué bien te conservas»…que no soy del paleolítico, je,je!! Ni tampoco me creo que sea taaaaaan maravillosa, curiosamente, a los de veintipocos…será que sólo ellos saben ver mis encantos? En fín, que ni tanto ni tan calvo, los fracasos se relacionan con otras cuestiones, aparte de la edad. Aunque, desde luego, es ahora cuando tenemos los ojos abiertos a las decepciones y la cruda realidad. Yo, al menos,me conformo con luchar por ser feliz conmigo misma y, si es posible, con los que me quieren (que ahí,los añitos no influyen, por suerte) Idem y ánimos para tu blog, que conozco recientemente y me gusta.

    18 enero 2008 | 21:32

  3. Dice ser Panchito

    Siento ser pesimista, pero juventud solo hay una, y termina al cumplir los treinta. Todo lo demás, es engañarse: a partir de los 30 eres un adulto, y cuando llegas a los 40 además de adulto debes ser respetable. En caso contrario corres el riesgo de mirarte al espejo y pensar: tio/a, eres patético.

    19 enero 2008 | 22:33

  4. Dice ser Alice

    Me gusta el tema de vivir una segunda juventud. Sobre todo se disfruta cuando no se ha podido gozar de la primera juventud, por diversas razones. Una se encuentra con madurez, con experiencia, con sensibilidad y con muchas ganas de gozar y de experimentar nuevas sensaciones. Entre los 30 y los 40 sigue habiendo vida, por supuesto, más allá de los hijos que no hay y del marido que no existe, y se puede disfrutar tanto o más como cuando se tenía 20 años. Sobre todo si cuando se tenía 20 años una no pudo disfrutar de la vida y ahora surge la segunda y definitiva oportunidad….

    27 enero 2008 | 4:49

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