El trigésimo Presidente de los Estados Unidos, Calvin Coolidge, fue un hombre que destacó por su severidad y seriedad a la hora de gobernar, pero nunca por ser un gran orador, ya que más bien era un hombre parco en palabras, diciendo única y exclusivamente aquello que era preciso, sin andarse con florituras.
Era tal su fama de taciturno y hombre de pocas palabras que incluso entre los más allegados a él se realizaban apuestas sobre cuántas palabras diría en un determinado discurso o el tiempo que aguantaría hablando con alguna persona.
En cierta ocasión, durante una recepción ofrecida en la Casa Blanca, una de las invitadas se acercó hasta Coolidge y le susurró:
«Tiene que hablar conmigo, señor presidente. Me he apostado que hoy conseguiría que dijese más de dos palabras seguidas y quiero ganar»
A lo que Calvin Coolidge respondió con un escueto:
«Usted pierde» (You lose)
Lee y disfruta de más anécdotas e historias curiosas como esta en el apartado Anecdotario de este blog
Hay una anécdota muy conocida sobre este presidente, que dio lugar un término de interés para la Psicología, denominado «efecto Coolidge». La Wikipedia lo recoge bastante bien:
http://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Coolidge
04 septiembre 2014 | 11:08
@Javier, casualmente estos días ando escribiendo un post sobre el ‘Efecto Coolidge’ y la anécdota que propició que se llamase así y que publicaré en breve en la colaboración que realizo en Naukas.com 🙂
Un saludo y gracias por tu comentario
04 septiembre 2014 | 11:38
Si algún día haces un post sobre un hombre de pocos movimientos, te recomiendo que se lo dediques: http://goo.gl/UN6Fd3 Y encima el pollo tiene la poca vergüenza de decir que lleva no se cuantos años sin hacer vacaciones. Lo que hay que oir
04 septiembre 2014 | 16:09