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¿De dónde surge el combinado de vodka y zumo de naranja conocido como ‘destornillador’?

En castellano se conoce como ‘destornillador’ pero internacionalmente es llamado con el nombre screwdriver cocktail’, un combinado la mar de sencillo y que se realiza mezclando vodka con zumo de naranja (aunque hoy en día en la mayoría de lugares han sustituido el zumo exprimido por el refresco embotellado). A lo largo de medio siglo fue el tercer combinado alcohólico más popular y consumido en todo el planeta.

¿De dónde surge el combinado de vodka y zumo de naranja conocido como ‘destornillador’?Su origen es algo confuso y dependiendo del experto al que consultes te dará una respuesta u otra…

Por un lado encontramos quienes defienden que se inventó durante los años de la Ley Seca estadounidense (1920-1933), en la que se simulaba beber un saludable zumo de naranja cuando en realidad llevaba un buen chorro de alcohol (en este caso, vodka).

También hay quien indica que fueron los soldados norteamericanos, durante la Segunda Guerra Mundial, quienes lo inventaron al mezclar un chorro de vodka en la lata de naranjada que se les proporcionaba.

Finalmente (y con más expertos e historiadores defendiendo esta opción) nos  encontramos la versión más extendida que dice que se les ocurrió a unos obreros estadounidenses que trabajaban en perforaciones petrolíferas en el Golfo Pérsico, éstos añadían vodka a sus zumos de naranja, pero como no disponían de una varilla para remover el combinado decidieron usar un destornillador, que era lo que tenían más a mano, para mezclar la bebida, dando no solo origen al combinado sino también el nombre (‘screwdriver’ es el nombre que recibe la herramienta que sirve para destornillar y atornillar).

Cabe destacar que una de las primeras referencias aparecidas en la prensa europea sobre este combinado data del 24 de Octubre de 1949 en el magazine ‘TIME’ donde se menciona a esta bebida como «el último invento norteamericano».

 

 

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Fuentes de consulta: thedailymeal / quora / TIME / businessinsider / vinepair

Fuente de la imagen: pxhere

No, al zumo no se le escapan las vitaminas. Deborah García Bello te desmiente este mito y muchos más en su nuevo libro

‘Tómate el zumo rápido, que le escapan las vitaminas’ es una de las frases que, posiblemente, nos han dicho y repetido nuestras madres y abuelas a la hora del desayuno a lo largo de nuestra vida. Pero no, a un zumo de naranja recién exprimido nunca se le van a escapar las vitaminas (en este caso la Vitamina C) por la sencilla razón de que ésta no se queda frotando o pululando sobre ese jugo de fruta sino que está disuelta en el líquido (lo que es conocido como ‘hidrosoluble’) y es imposible que se evapore en cuestión de minutos, tal y como nuestras mayores nos aseguraban, siendo éste uno de los mitos más famosos que existen y que más personas creen a pies juntillas.

No, al zumo no se le escapan las vitaminas. Deborah García Bello te desmiente este mito y muchos más en su nuevo libro

Quienes sois lectores habituales de este blog conocéis mi empeño por intentar destripar mitos y bulos que corren por la red o que han llegado hasta nosotros a través del boca a boca generacional. Este es el motivo por el que me haya alegrado tanto de la aparición de un nuevo libro que se dedica a desenmascararlos y explicar de una manera sencilla, pero muy rigurosa, las razones lógicas (y sobre todo científicas) sobre una gran cantidad de hechos que habitualmente damos como válidos y que realmente son invenciones (la mayoría sin fundamento) que llevan décadas entre nosotros.

¡Que se le van las vitaminas! de Deborah García BelloEl libro en cuestión se titula ‘¡Que se le van las vitaminas! (Mitos y secretos que solo la ciencia puede resolver)’ escrito por Deborah García Bello (@deborahciencia), una de las divulgadoras españolas de mayor proyección en los últimos años (lleva ganados unos cuantos premios por su labor), a la que admiro enormemente además de profesar un cariño muy especial (me siento muy orgulloso de contar entre mis amistades con personas de tan extraordinario nivel profesional y personal).

Dividido en 24 capítulos, nos explica y pone al descubierto una serie de mitos que llevan mucho tiempo compartiéndose como ciertos y es que muchos de ellos no nos ha tocado más remedio que creérnoslos debido a lo que se conoce como ‘argumento de autoridad’, o sea, la identidad de aquella persona que nos lo transmitió (en muchos casos nuestros propios progenitores –como es el caso de la mencionada pérdida de vitaminas del zumo-, pero en otros porque venía avalado por la opinión de un experto –como un ganador de Premio Nobel- que aseguraba algo que después ha sido desmentido).

Otro de los grandes enemigos de la salud y que provoca que acabemos creyéndonos mitos sin fundamento alguno es el ‘A mí me funciona’ (conocido como ‘amimefuncionismo’) o lo que es lo mismo: personas que aseguran que algo les va bien (como puede ser el caso de la recomendación de que Vitamina C va bien para curar el refriado, un mito ampliamente desmentido pero que sigue estando muy presente).

¡Que se le van las vitaminas! de Deborah García BelloA través de su libro, Deborah nos habla, entre otros, de mitos alrededor de la homeopatía, las vacunas, la radiación de antenas o Wi-Fi, las estelas dejadas en el cielo por los aviones o las cremas solares (por cierto, en esa entrada aparezco citado en las fuentes de consulta).

Tanto si estas interesado en el tema como si conoces a alguien que se traga todo tipo de bulos y mitos,  ‘¡Que se le van las vitaminas!’ de Deborah García Bello es un libro que debes comprar, porque, sinceramente, te va a abrir los ojos respecto a muchos temas de los que estabas convencido que eran ciertos.

 

¡Que se le van las vitaminas! de Deborah García Bello
Editorial: Ediciones Paidós
ISBN: 9788449334061
https://www.planetadelibros.com/libro-que-se-le-van-las-vitaminas/262247
http://dimetilsulfuro.es

 

 

 

Lee y descubre más historias como esta en el apartado ‘Destripando Mitos, Leyendas Urbanas y Supersticiones’ de este blog

 

 

 

Fuente de la imagen: pixabay / planetadelibros / Alfred López

Media docena de curiosos y útiles trucos de cocina

Media docena de curiosos y útiles trucos de cocina

Debo de reconocer que otra de mis aficiones, aparte de coleccionar todo tipo de datos y anécdotas curiosas, es cocinar. Así pues, cada vez que tengo ocasión además de ponerme delante de los fogones me pongo a buscar curiosidades y trucos que estén relacionados con este hobby.

En el post de hoy os traigo un puñado de curiosos y útiles trucos que, a todos aquellos y aquellas que os guste la cocina, os será de mucha utilidad.

 

Media docena de curiosos y útiles trucos de cocina

Imagen libre vía Wikimedia commons

Limones y naranjas más duraderos y con más jugo:

Cuando necesites el zumo de un limón, mételo unos pocos segundos en el microondas (no más de 10 segundos) y será mucho más fácil de exprimir (este truco también va fenomenal hacerlo con las naranjas).

A veces tan solo necesitamos unas gotas de zumo de un limón (o naranja) para añadírselo a un aliño o receta, por lo que cortar por la mitad este cítrico hará que se seque antes si no lo utilizamos en breve.

Un truco para conseguir esas gotas que nos hacen falta sin tener que cortar por la mitad es haciendo un agujero con un alfiler en cada extremo de la fruta y apretar. Saldrá la cantidad de jugo que necesitamos.

En caso de que tengamos que cortar por la mitad porque lo que necesitamos es un luquete (rodaja), se conservará más tiempo si lo colocamos boca abajo en un platito y lo cubrimos con un vaso.

 

Media docena de curiosos y útiles trucos de cocina

Imagen libre vía www.kjokkenutstyr.net

Evitar que se oxiden las manzanas y los aguacates:

Tanto las manzanas como los aguacates son dos frutas que se oxidan (obscurecen) tras ser cortadas y permanecer un tiempo expuestas al oxígeno (el causante de que se oxiden).

Un truco para evitar la oxidación es echándoles unas gotas de limón y envolviendo cada pieza en film plástico trasparente.

Para la manzana funciona muy bien el sumergirla durante cinco minutos en agua fría a la que le hemos añadido un chorro de zumo de limón.

 

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Imagen libre vía publicdomainpictures

Cortar el queso perfectamente:

A veces cuando cortamos el queso éste se rompe en trocitos y no nos queda el corte como queremos.

Un truco para que la locha salga perfecta es untando el cuchillo (que debe estar bien afilado) con unas gotitas de aceite por ambos lado, lo que hará que se deslice a la hora de cortar y no se rompa.

 

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Imagen libre vía Wikimedia commons

Conservar el jamón:

Existe la costumbre de cubrir una pata de jamón con un paño/ de cocina, algo que los expertos jamoneros desaconsejan por dos motivos: el primero porque el trapo va a absorber la grasa del jamón, por lo que éste se quedará seco mucho antes, además de transmitirle olores del propio paño. También desaconsejan colocar la propia grasa sobre el corte.

El tiempo que se nos conservará el jamón en óptimas condiciones depende de muchos factores (entre ellos la temperatura y humedad del lugar donde se guarde y la calidad de la pieza), pero un eficaz método de conservación es cubriéndolo con film plástico trasparente.

 

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Imagen libre vía pixabay

Prolongar la conservación de los ajos:

Tenemos el convencimiento que el frigorífico es el lugar en el que mejor se nos conservaran los alimentos, pero esto no es así en todos los casos, existiendo unos cuantos a los que le sienta mucho mejor estar fuera, alargándose así su tiempo de conservación.

Es el caso de los ajos es ideal guardarlos en un lugar seco, fresco y ventilado (si es la cabeza entera conservar el tallo), de este modo podríamos conservarlos hasta medio año. Por el contrario si los metemos en la nevera la humedad de ésta hará que se estropee mucho antes, además de favorecer que salga moho.

 

Media docena de curiosos y útiles trucos de cocina

Imagen libre vía Wikimedia commons

Pelar calabaza fácilmente:

La piel de calabaza es de las más duras que hay, siendo muy complicado el poder cortar y pelar a la hora que ir a cocinarla.

Un truco infalible para pelarla fácilmente es pinchando la calabaza con un tenedor por unos cuantos lados y metiéndola en el microondas entre dos y tres minutos (dependiendo del tamaño del vegetal).

Una vez pasado este tiempo la dejas enfriar y podrás pelarla sin complicación alguna pasándole un pelador (como el que se usa para pelar las patatas).

 

 

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Fuentes de consulta: Abantal Restaurante / Blog Trucos Caseros / La Gulateca
Fuente de las imágenes: Wikimedia commons / Wikimedia commons (https://www.kjokkenutstyr.net) / publicdomainpictures / Wikimedia commons / pixabay / Wikimedia commons

¿De dónde surge el mito que asegura que la vitamina C cura el resfriado?

¿De dónde surge el mito que asegura que la vitamina C cura el resfriado?Estoy completamente seguro que en alguna ocasión, en la que cualquiera de los lectores de este blog hayáis cogido un resfriado, alguien os ha recomendado tomar vitamina C (sobre todo zumo de naranja) con el fin de que se os cure más rápida y eficazmente.

Este, como muchos otros, no deja de ser un mito que a pesar de llevar muchos años demostrado que es falso sigue transfiriéndose de una persona a otra como si de un consejo válido se tratase.

Hace unos años era muy común que fuesen nuestras madres y abuelas las que nos dijesen esos remedios que creían infalibles para curar enfermedades (aunque no tuvieran base científica alguna), pero hoy en día son las redes sociales las encargadas de difundir cualquier tipo de mensaje y convertirlo incluso en viral, sin importar si se trata de un bulo o no. Lamentablemente continua habiendo demasiada gente que comparte la información sin comprobar previamente si es errónea o no.

Sobre el tema que os traigo hoy al blog, cabe destacar que actualmente ya existen suficientes estudios científicos en los que se ha demostrado la ineficacia de tomar vitamina C como remedio para curar o prevenir un resfriado.

Pero, evidentemente, hay un origen y un responsable directo para que durante tantísimos años nos hayamos creído a pies juntillas que realmente sí que era un buen remedio: el bioquímico Linus Pauling, quien, además de ganar el Premio Nobel de Química en 1954, puso mucho empeño en intentar demostrar las virtudes y bondades que tenía la vitamina C sobre la salud de las personas.

En 1970 Pauling publicó el libro ‘Vitamin C and the Common Cold’ (La vitamina C y el resfriado común) que alcanzó una gran popularidad, por lo que la convicción que aseguraba que era un remedio infalible quedó incrustada en la sociedad y se convirtió en el perfecto consejo que se le da a alguien cuando lo ves acatarrado.

Con el tiempo y docenas de estudios científicos realizados, se llegó a demostrar que la vitamina C puede ser buena para muchas cosas de nuestro organismo, pero no para curar o mejorar los síntomas de un resfriado. Este, como otros muchos remedios, ha basado su posible eficacia en casos puntuales y en el placebo que producía en aquellas personas que estaban convencidas de las virtudes de la vitamina C contenida en algo que tomaban (zumo de naranja, por poner un ejemplo).

 

Lee y descubre más historias como esta en el apartado ‘Destripando Mitos, Leyendas Urbanas y Supersticiones’ de este blog

 

 

Fuentes de consulta: quackwatch 1 / quackwatch 2 / xatakaciencia / askdoctork / nlm.nih
Fuente de la imagen: askdoctork