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El origen etimológico de media docena de partes del cuerpo humano

De los pies a la cabeza y por fuera o por dentro, todas aquellas partes de nuestro organismo que podemos ver, y las que no, tienen un nombre, un término por el que son conocidas. Muchas son las ocasiones en las que nombramos algunos de esos órganos y, por mucho que estemos familiarizados con su nombre, desconocemos por qué y de dónde surge el que se denominen de esa forma.

El origen etimológico de media docena de partes del cuerpo humano

A raíz del post que publiqué días atrás, sobre el origen de los términos ‘Cadera, catedrático y catedral’,  Raúl Sainz Garrido me dejó un comentario en el que me animaba a escribir una entrada sobre el origen de otras partes  del cuerpo humano. Como bien sabéis, son numerosísimos por lo que lo haré en varias entregas y de seis en seis (con el fin de que no quede un post muy largo).

Aquí tenéis una primera tanda con el origen etimológico de media docena de partes del cuerpo humano:

El origen etimológico de media docena de partes del cuerpo humanoCuello: Es la parte del cuerpo que une la cabeza con el tronco y proviene del latín ‘collum’, de igual significado y que también era utilizado para referirse al tallo de una flor. Se originó dicho vocablo como clara referencia a aquello que permite girar y hacer volver a su lugar de origen algo, en este caso la cabeza (o, por ejemplo, una flor). A raíz de su anatomía (estrecho y alargado) con el paso del tiempo también se utilizó la palabra cuello para referirse a la parte superior y más estrecha de una vasija o botella.

El origen etimológico de media docena de partes del cuerpo humanoNudillos: Es la parte exterior de cualquiera de las junturas de los dedos, donde se unen los huesos de que se componen. Nudillo es el diminutivo de nudo y etimológicamente proviene del latín vulgar ‘nudus’ y a su vez éste del latín clásico ‘nodus’, haciendo referencia a la parte de intersección de algo que se junta (en este caso las falanges de los dedos a la mano).

El origen etimológico de media docena de partes del cuerpo humanoTobillo: Es la parte del cuerpo en donde se articula el pie con la pierna, pero también es la protuberancia de la tibia y del peroné que sobresalen respectivamente en el lado interno y externo de éste. Y es que el término tobillo proviene del latín vulgar ‘tubellum’ el cual era el diminutivo del vocablo ‘tuber’ cuyo significado literal era ‘protuberancia’ (en este caso haciendo referencia a la prominencia redondeada que se encuentra en el punto donde se une nuestra pierna con el pie).

El origen etimológico de media docena de partes del cuerpo humanoAxila: Se trata de la concavidad que forma el arranque del brazo con el cuerpo. Proviene del latín ‘axilla’, de idéntico significado y este proviene del vocablo ‘axis’ el cual hacía referencia a un eje o ala. Otro modo común para referirse a la axila es ‘sobaco’, pero dicho término tiene una etimología algo desconocida y discutida (la dejo para explicarla con más detenimiento en otro post).

El origen etimológico de media docena de partes del cuerpo humanoVena: Es cada uno de los conductos por los que discurre nuestra sangre, haciendo un recorrido por nuestros órganos interiores y con salida y llegada en el corazón. Proviene del término en latín, escrito del mismo modo, que era utilizado para referirse a cualquier conducto o canalillo por el que, de forma natural, circulaba cualquier líquido (agua, sangre…).

El origen etimológico de media docena de partes del cuerpo humanoMuslo: Es la parte de la pierna desde la juntura de las caderas hasta la rodilla. El término es en sí una contracción del vocablo ‘músculo’, el cual proviene del latín ‘muscŭlus’ y cuyo significado era ‘ratoncillo’ (os expliqué esta curiosa etimología en un post tiempo atrás).

 

Próximamente publicaré otra tanda con el origen etimológico de media docena de partes del cuerpo humano.

 

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Fuentes de las imágenes: Wikimedia commons

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Manos frías, corazón caliente’?

Aunque muchos se empeñen en utilizarlo como un termómetro que mide la intensidad del amor que siente una persona por otra, la verdad es que nada tiene que ver el dicho «manos frías, corazón caliente» (ni su variante, «manos frías, corazón ardiente») con los asuntos sentimentales.

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Manos frías, corazón caliente’?

La respuesta al origen del porqué de relacionar la temperatura de manos y corazón está estrechamente relacionada con otra de las entradas de este blog ¿Por qué nos ponemos a tiritar cuando tenemos frío?

Nuestro organismo es homeotermo y, por lo tanto, se va autoregulando para que los órganos vitales de nuestro interior se mantengan a una temperatura constante alrededor de los 37 ºC.

Cuando hace frío exterior y la sangre que circula por nuestras venas lo nota, comienza un proceso que se conoce como vasoconstricción (contraer los vasos sanguíneos, o sea, las venas) que provoca que llegue menos sangre a nuestras extremidades (pies y manos), que son las primeras partes del cuerpo que se nos enfrían cuando bajan las temperaturas.

Gracias a que las manos estén frías, nuestro órgano más vital (el corazón) se puede mantener caliente, todo un fantástico proceso fisiológico que no se sabe cómo se trasladó al campo sentimental.

Fue a raíz de esta regulación homeotérmica de nuestro cuerpo lo que dio pie a que naciese la famosa expresión ‘manos frías, corazón caliente’ que con los años comenzó a ser utilizada como un termómetro sentimental cuando en realidad tenía que ver con  la ciencia y no con el amor.

 

Lee y descubre en este blog más posts con curiosidades de ciencia

 

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Fuente de la imagen: Barry.Lenard (Flickr)

¿Por qué las venas se ven azules?

¿Por qué las venas se ven azules?Si nos miramos el reverso de la mano o la parte interna de las muñecas percibiremos que debajo de la piel hay venas que son claramente azules. Se sabe que la sangre que fluye por ellas es roja. ¿Sugiere esto como conclusión que son los propios vasos los que tienen un color azul? Pues no lo son, y si se observan con atención se comprueba que las palmas de las manos, por ejemplo, están cruzadas por una fina red roja. Y también las mejillas se nos ponen rojas de vez en cuando. Lo que se observa en estos casos son tanto los vasos como la sangre roja que circula por ellas. Las venas sólo parecen azules cuando están situadas a 0,5 milímetros por debajo de la epidermis. La luz blanca que se forma con todos los colores del espectro penetra hasta esa profundidad. Su componente de luz roja, de gran longitud de onda, penetra muy profunda y es absorbida por la sangre. La luz azul es de corta longitud de onda, incide en las venas, se refleja y llega así al ojo humano.

 

 

Extraído del libro: ¿CUANTO PESA UNA NUBE? de IRIS HAMMELMANN
Fuente de la imagen: Wikimedia commons