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¿Cuál es el origen de las tiritas?

¿Cuál es el origen de las tiritas?Muy probablemente todos vosotros, en algún momento u otro de vuestra vida, os habéis hecho alguna pequeña herida y os han puesto una tirita.

Hoy en día existen de infinidad de tamaños, colores, modelos y fabricantes, pero esa tira adhesiva con un trozo de gasa en el centro no ha existido siempre y en el año 2020 cumplirá su primer siglo de vida.

Su inventor fue Earle Dickson, un joven de 28 años que trabajaba en Nueva Jersey como comercial para la empresa de productos farmacéuticos Johnson & Johnson.

Llevaba poco tiempo casado con Josephine, una atractiva muchacha que no era demasiado diestra para las tareas del hogar, por lo que raro era el día que no se hiciera algún rasguño o corte. Para cortar la hemorragia la joven solía coger un poco de algodón (de las muestras que tenía su marido en casa) y se tapaba la herida utilizando un trozo de esparadrapo, aunque este remedio casero no se le aguantaba demasiado tiempo sujeto.

Una noche, mientras estaban cenando, Earle Dickson se quedó observando uno de esos rudimentarios vendajes que se había colocado su esposa para tapar uno de sus cortes y se le ocurrió que podría idear algún tipo de cinta adhesiva que ya llevase incorporado un trozo de gasa o algodón y no se cayese, por lo que cogió un trozo de cinta y le puso a intervalos unos cuantos apósitos de crinolina impregnados de desinfectante.

Tras unas cuantas pruebas con las ocasionales heridas de su mujer, Earle presentó el invento a James Wood Johnson, uno de los fundadores de la empresa, entusiasmándole de inmediato la idea, por lo que decidió comercializarlo.

Al señor Johnson se le ocurrió la brillante idea que, para promocionar su nuevo producto, podría regalar varias cajas a los Boy Scouts, debido a que era muy común que los niños que formaban parte de esa organización sufrieran cortes y heridas durante sus excursiones y acampadas, de ese modo usarían las tiras adhesivas y estas se popularizarían entre los niños y sus familiares.

En tan solo cuatro años (1924) la producción y venta de esas nuevas cintas adhesivas ya eran todo un éxito y Earle Dickson fue ascendido a vicepresidente de la compañía.

Una década más tarde estas tiras adhesivas llegaron a España a través de los Laboratorios Unitex que comenzó a  comercializarlas con el nombre de Espárapractic Unitex y en 1940 se le dio el nombre comercial de Tiritas, tal y como las hemos conocido siempre.

Cabe destacar que en Hispanoamérica son comúnmente conocidas como ‘curitas’.

 

Fuentes de consulta: tiritas / band-aid / fultonschools
Fuente de la imagen: Wikimedia commons

¿De dónde surge el mito que asegura que la vitamina C cura el resfriado?

¿De dónde surge el mito que asegura que la vitamina C cura el resfriado?Estoy completamente seguro que en alguna ocasión, en la que cualquiera de los lectores de este blog hayáis cogido un resfriado, alguien os ha recomendado tomar vitamina C (sobre todo zumo de naranja) con el fin de que se os cure más rápida y eficazmente.

Este, como muchos otros, no deja de ser un mito que a pesar de llevar muchos años demostrado que es falso sigue transfiriéndose de una persona a otra como si de un consejo válido se tratase.

Hace unos años era muy común que fuesen nuestras madres y abuelas las que nos dijesen esos remedios que creían infalibles para curar enfermedades (aunque no tuvieran base científica alguna), pero hoy en día son las redes sociales las encargadas de difundir cualquier tipo de mensaje y convertirlo incluso en viral, sin importar si se trata de un bulo o no. Lamentablemente continua habiendo demasiada gente que comparte la información sin comprobar previamente si es errónea o no.

Sobre el tema que os traigo hoy al blog, cabe destacar que actualmente ya existen suficientes estudios científicos en los que se ha demostrado la ineficacia de tomar vitamina C como remedio para curar o prevenir un resfriado.

Pero, evidentemente, hay un origen y un responsable directo para que durante tantísimos años nos hayamos creído a pies juntillas que realmente sí que era un buen remedio: el bioquímico Linus Pauling, quien, además de ganar el Premio Nobel de Química en 1954, puso mucho empeño en intentar demostrar las virtudes y bondades que tenía la vitamina C sobre la salud de las personas.

En 1970 Pauling publicó el libro ‘Vitamin C and the Common Cold’ (La vitamina C y el resfriado común) que alcanzó una gran popularidad, por lo que la convicción que aseguraba que era un remedio infalible quedó incrustada en la sociedad y se convirtió en el perfecto consejo que se le da a alguien cuando lo ves acatarrado.

Con el tiempo y docenas de estudios científicos realizados, se llegó a demostrar que la vitamina C puede ser buena para muchas cosas de nuestro organismo, pero no para curar o mejorar los síntomas de un resfriado. Este, como otros muchos remedios, ha basado su posible eficacia en casos puntuales y en el placebo que producía en aquellas personas que estaban convencidas de las virtudes de la vitamina C contenida en algo que tomaban (zumo de naranja, por poner un ejemplo).

 

Lee y descubre más historias como esta en el apartado ‘Destripando Mitos, Leyendas Urbanas y Supersticiones’ de este blog

 

 

Fuentes de consulta: quackwatch 1 / quackwatch 2 / xatakaciencia / askdoctork / nlm.nih
Fuente de la imagen: askdoctork