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Cuatro curiosos términos relacionados con los recién nacidos

00Cuatro curiosos términos relacionados con los recién nacidos

Cuando nacemos, todos los seres humanos estamos a medio hacer y los huesos todavía están sin soldar, sobre todo los de la cabeza, de manera que hay un espacio membranoso entre las diferentes partes del cráneo que reciben el nombre de ‘fontanela’. Etimológicamente proviene del francés ‘fontanele’ y a éste llegó desde el latín ‘fontana’, cuyo significado original era fuente o manantial y los surcos que quedaban en la cabeza del neonato recordaban el cauce por el que discurría el agua.

Tras el parto, el recién nacido hace un primer llanto o gemido: el ‘vagido’. Proviene del término en latín ‘vagitus’ y éste del verbo ‘vagire’, utilizado para hacer referencia a un gemido o grito.

También hay una primera deposición de excrementos, que suelen ser de una textura viscosa y con coloración entre verde y negruzca, que se conoce como ‘meconio’. Llegó al castellano desde el latín ‘meconĭum’ y a este desde el griego ‘mēkṓnion’, cuyo significado literal era ‘extracto de amapola’ (‘mekon’ es el nombre de esta flor en griego). El motivo de denominar con ese término a la primera deposición del recién nacido era porque dichos restos tenían cierta similitud con el extracto que se obtenía tras estrujar la cabeza de una amapola.

Otra de las características de los neonatos es la especie de vello, casi imperceptible, muy parecido a la pelusilla, que cubre algunas partes de su cuerpo: el lanugo. Proviene del latín ‘lanūgo’ (de exacto significado) y a su vez este de ‘lana’.

 

 

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Fuente de la imagen: pixabay

¿De dónde surge el mito de que los bebés los trae una cigüeña desde París?

Todos lo hemos dicho o escuchado en alguna ocasión aquella frase típica de que los bebés vienen de París y los trae una cigüeña. Una respuesta que se da a los más pequeños cuando se interesan por saber de dónde vienen los niños (sobre todo cuando llega un hermanito nuevo a casa).

¿De dónde surge el mito de que los bebés los trae una cigüeña desde París?

En realidad, esta recurrente contestación, es una mezcla de diferentes historias, cuentos y leyendas que desde hace muchos siglos se han ido explicando en las diferentes culturas y países y que ha llegado hasta nuestros días en esta forma.

Si nos ponemos a bucear por la red o en libros antiguos podremos encontrar que cada autor nos explica una versión u origen diferente e incluso algunos con detalles en común.

Lo primero que debemos hacer es separar cigüeña y París, ya que ambas cosas se explicaban por separado y con el tiempo acabó unificadas y explicándose en la misma historia.

Por un lado tenemos la milenaria creencia de muchos pueblos y culturas que veía a las cigüeñas como un ave sagrada y que traía suerte y prosperidad. Nuestros antepasados se dieron cuenta de que con la entrada de la primavera regresaban las cigüeñas de su migración y  ¿De dónde surge el mito de que los bebés los trae una cigüeña desde París?con ellas traían los días de más luz y calor, época en la que era tradición celebrar los enlaces matrimoniales por aquel entonces y que, tras la noche de bodas, muchas esposas quedaban embarazadas.

También se fijaron que una de las principales cosas que hacían las cigüeñas, tras su regreso, era hacer su nido en el punto más alto que encontraban (normalmente una torre o campanario) y allí ponían sus huevos y tenían a sus crías, a las que alimentaban y cuidaban con esmero.

Podemos encontrar que tanto en la mitología griega, romana, germana o escandinava hay múltiples referencias a las cigüeñas como un pájaro de buenaventura y prosperidad.

Todo ello hizo que con el tiempo se tuviera el convencimiento de que el regreso de las cigüeñas y noticia de la llegada de un bebé estuviesen relacionas.

Fue a partir de ahí que muchos autores escribieran cuentos y relatos en los que se explicaba que la dicha a una familia llegaba a través de un recién nacido que había sido llevado por una cigüeña. Entre ellos encontramos a Hans Christian Andersen quien, en 1838, publicó un relato corto titulado ‘Las cigüeñas’  y que hacía referencia al mito de que estas eran las portadoras de bebés (aunque ese no era en lo que se centraba dicha historia, que realmente era algo cruel, como otros cuentos de este célebre autor danés).

Hoy en día se nos representa la cigüeña portando un bebé que va cómodamente tumbado o envuelto en una especie de sábana, pero antiguamente se tenía el convencimiento de que los recién nacidos eran agarrados por el pescuezo y transportados por estas aves directamente con el pico. Esto llevó a denominar como ‘mordisco de cigüeña’ a los ‘hemangiomas cervicales’ (Nevus flammeus nuchae), una mancha rojiza que aparece en la nuca de algunos recién nacidos y que suele desaparecer antes de haber cumplido el primer año de vida en el 95 % de los casos.

Sobre la creencia de que los niños vienen de París también se juntan varias historias y creencias.

Por un lado está la costumbre que surgió, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, de ir a la capital francesa en el viaje de ‘Luna de miel’, el cual se convirtió en el principal destino de los recién casados y de ahí que se la denomine ‘la ciudad del amor’ (evidentemente de aquellas parejas que, económicamente, se lo podían permitir). Muchas eran las recién casadas que regresaban habiendo quedado embarazadas, por lo que rápidamente surgió el dicho de que ‘traían un bebé de París’.

También nos encontramos con una antiquísima leyenda que se hizo muy popular varios siglos atrás y que explicaba la historia de un humilde matrimonio de Alsacia (noreste de Francia) cuyo mayor deseo era tener un hijo y que un año recibieron la visita de una pareja de cigüeñas que construyeron su nido en la salida de la chimenea de su hogar; el esposo, al subir hasta allí para ver por qué el humo de la chimenea no tiraba hacia arriba, encontró a un recién nacido que había sido dejado por las aves. Este relato (con numerosísimas variantes) se hizo muy célebre en la Edad Media y, según parece, era común explicar que los bebés provenían de Alsacia.

Muchos son los que opinan que con el tiempo se cambió la localidad de Alsacia por la de París, aunque la mayoría de los expertos señalan que son orígenes diferentes y que es más que probable que el origen real sea el que he explicado un par de párrafos más arriba y que tenía que ver con el viaje realizado por los recién casados a la capital de Francia.

 

 

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Post realizado como respuesta a una consulta que me han hecho llegar desde el legendario programa radiofónico ‘La nit dels ignorants 3.0’ de Catalunya Ràdio a través de Twiter

Fuentes de las imágenes: Wikimedia commons (1) / pixabay / Wikimedia comons (2)

¿Por qué la canastilla para llevar al bebé se conoce como moisés?

¿Por qué la canastilla para llevar al bebé se conoce como moisés?

Según explica la Biblia, Moisés es el nombre que se le dio al bebe que fue encontrado dentro de una cesta que estaba frotando en el río Nilo. Había sido dejado ahí por su propia madre, Iojebed, quien quería salvar la vida del pequeño tras promulgarse una orden del faraón en la que todos los recién nacidos de origen hebreo debían ser ahogados en el río.

La casualidad dio que fuese encontrado por la hija del faraón, quien decidió quedarse con el pequeño y al que le puso por nombre Moisés, cuyo significado era «entregado por las aguas».

En recuerdo de este hecho, a las canastillas de mimbre utilizadas para portar a los bebés se les llama moisés.

 

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