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¿Cuál es el origen del término ‘chungo’?

A través de mi perfil @yaestaellistoquetodolosabe2 en la red social Instagram me preguntan cuál es el origen del término ‘chungo’.

¿Cuál es el origen del término ‘chungo’?

El diccionario de la RAE describe el término ‘chungo’ con la acepción de ‘mal aspecto, en mal estado, de mala calidad’, atribuyendo su origen al caló (lengua hablada por el pueblo gitano) y cuyo significado sería ‘feo’. Aunque esta palabra no fue incorporada al diccionario académico hasta 1989, se tiene constancia de su uso desde hace varios siglos.

Algunos etimólogos sugieren que el término chungo llegó desde la antigua lengua romaní en la forma de ‘dzung’, que significaba ‘asqueroso o repulsivo’. A su vez, se cree que ‘dzung’ proviene del sánscrito ‘jungati’, que podría tener un significado similar a ‘excluido, repudiado o despreciado’.

La migración del pueblo gitano hacia la Península Ibérica habría llevado consigo el término, que se incorporó en la forma ‘chungo’ al habla coloquial española, al igual que muchas otras palabras de origen caló que utilizamos en la actualidad.

 

 

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‘Bordiona’, el término en desuso con el que se conocía a cierto tipo de prostitutas en el Medievo

Posiblemente, de la gran cantidad de vocablos que existen para referirse a una prostituta, el de ‘bordiona’ quizá no lo hayas escuchado nunca. Y es que este antiquísimo término lleva en desuso mucho tiempo pero fue frecuente su uso durante la Edad Media.

‘Bordiona’, el término en desuso con el que se conocía a cierto tipo de prostitutas en el Medievo

La bordiona era la prostituta que ejercía en un burdel y de ahí su etimología. Pero, ojo, si acudes al diccionario de la RAE (dependiendo de la edición) podrás encontrar que los más recientes (a partir de 1992) dan como origen al término bordiona el vocablo ‘borde’.

Pero que ello no te lleve a confusión, ya que esa locución borde a la que se refiere es la misma palabra que nos llegó del occitano y provenía del término latino ‘burdus’ del que nacieron vocablos como burdel (lugar donde se ejerce la prostitución), borde (en referencia a la persona antipática, no al extremo de una cosa) o burdo (algo basto o grosero).

Cabe destacar que el término ‘burdus’ se utilizaba en la Antigua Roma para referirse a los bastardos (hijos nacidos fuera del matrimonio) y a aquellas plantas que brotaban sin haber sido cultivadas o injertadas.

 

 

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¿Debemos decir ‘Consejo de ministras’? ¡Claro que sí! (aunque nos pongamos en contra a la RAE)

Tras conocerse la composición del nuevo gobierno, presidido por Pedro Sánchez, muchas son las personas que han iniciado un debate a través de las redes sociales solicitando que se pueda denominar como ‘Consejo de ministras’ a la reunión que a partir de ahora se celebrará cada semana (normalmente los viernes) en el Palacio de la Moncloa (sede presidencial).

¿Debemos decir ‘Consejo de ministras’? ¡Claro que sí! (aunque nos pongamos en contra a la RAE)

El hecho de que dicho gobierno esté conformado (por primera vez en la Historia de la democracia española) por más mujeres que hombres (11 de 17) se ha propuesto desde diferentes colectivos que se le cambie la denominación a esa reunión y se feminice el término pasando de ‘Consejo de ministros’ a llamarse ‘Consejo de ministras’ e incluso ‘Consejo de ministros y ministras’ (o a la inversa, evidentemente).

No han tardado en pronunciarse algunos expertos en lingüística que señalan que sería una incorrección cambiar el término con el que se ha denominado hasta ahora a la reunión de representantes de las diferentes carteras o departamentos en los que se divide el gobierno de un Estado.

Se acogen a la norma establecida por la RAE (Real Academia Española de la Lengua) que dicta que aunque haya mayoría de mujeres en un colectivo (en este caso ocupando la titularidad de los Ministerios) predomina el término en masculino para referirse al mismo y, por tanto, debe seguir llamándose Consejo de ministros y  no cambiarlo por el de Consejo de ministras (paradójicamente, incluso en el hipotético caso de que tan solo hubiese un miembro varón entre todas ellas seguiría predominando el género masculino para referirse a ello).

Tampoco se acepta la utilización de ambos términos al unísono: ‘Consejo de ministros y ministras’, debido a que, según señala la RAE, esos desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. Por tanto, la institución sigue empeñada en que se utilice únicamente la alusión al género masculino para referirse a ambos sexos cuando estos pertenecen a un mismo colectivo.

Cabe destacar que también hay quien aboga por cambiar el término consejo de ministros por el de ‘consejo de Gobierno’.

Pero ahora viene la reflexión que un gran número de personas están haciendo desde las redes sociales: si muchas de las palabras que actualmente están recogidas en el Diccionario de la RAE fueron incorporadas a través del tiempo bajo el criterio de que se habían convertido en términos de uso común y cotidiano entre  la población ¿por qué no podemos empezar a dar nuevos usos y cambiar algunos vocablos obsoletos? Quizá si empezamos a referirnos  al Consejo de ministros como Consejo de ministras (o ‘Consejo de ministros y ministras’) en unos años habremos conseguido que la institución se actualice, modernice y adecue a los tiempos y formas de expresarse de los y las hablantes que compartimos este maravilloso idioma (aunque en ocasiones algo desfasado y sexista).

Fuentes de consulta: RAE / RAE / lavanguardia / verne
Fuente de la imagen: @susanadiaz

¿Qué duración debe tener una película para ser considerada como ‘largometraje’?

¿Qué duración debe tener una película para ser considerada como ‘largometraje’?

Estamos acostumbrados a que las películas que vemos en el cine o echan por la tele tengan de duración un promedio de 90 minutos, pero no todos los filmes llegan a ese tiempo e incluso hay un buen número de ellos que lo superan.

Pero a la pregunta sobre ¿cuál es la duración mínima que debe tener una película para ser considerada como ‘largometraje’? la respuesta es sencilla: dependiendo del país donde te encuentres y la legislación que haya al respecto, puede variar en varios minutos.

Por ejemplo en España, según recoge el capítulo I en su artículo 4 (apartado ‘c’) de la ley 55/2007, de 28 de diciembre, del Cine (publicada en el BOE 29 de diciembre de 2007) la definición de largometraje es la siguiente:

“La película cinematográfica que tenga una duración de sesenta minutos o superior, así como la que, con una duración superior a cuarenta y cinco minutos, sea producida en soporte de formato 70 mm., con un mínimo de 8 perforaciones por imagen.”

La Academy of Motion Picture Arts and Sciences (EEUU) y la British Film Institute (Reino Unido) recogen que debe tener una duración mínima de 40 minutos, y para el Centre national du cinéma et de l’image animée (Francia) un largometraje ha de durar más de 58 minutos y 29 segundos.

Además del largometraje podemos encontrarnos con otro tipo de película de menor duración que es designada como ‘cortometraje’. En la mencionada ley 55/2007 no hay referencia alguna al término ‘mediometraje‘ y a la duración de éste, y según el apartado ‘d’ un cortometraje es:

“La película cinematográfica que tenga una duración inferior a sesenta minutos, excepto las de formato de 70 mm. que se contemplan en la letra anterior.”

A pesar de que oficialmente no se menciona ni está legislado, algunos estamentos y webs, dan como bueno el concepto ‘mediometraje’. En la RAE y Wikipedia en español (sin citar fuente alguna) señalan que un largometraje es aquella película cuya duración supera los 60 minutos, dando validez así a un tipo de película de menor duración y a la que califican como ‘mediometraje’ (en lugar de cortometraje que recoge la ley) haciendo la siguiente clasificación:

  • Cortometraje: De igual o menor duración de 30 minutos
  • Mediometraje: Con una duración entre 30 y 60 minutos
  • Largometraje: De una duración igual o superior a 60 minutos

 

 

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Fuentes de consulta: BOE / Academy of Motion Picture Arts and Sciences / joanplanas / Wikipedia (es) / Wikipedia (en) / Wikipedia (fr) / RAE / forodecine
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¿Cuál es el origen de la expresión ‘pagar religiosamente’?

¿Cuál es el origen de la expresión ‘pagar religiosamente’?

La expresión ‘pagar religiosamente’ se utiliza para referirnos al acto de satisfacer y/o realizar un pago dentro de los plazos acordados, formal y puntualmente: Fulanito paga religiosamente la hipoteca de su piso’, aunque hay que tener en cuenta que es una de esas expresiones que se califican como ‘redundantes’ ya que los dos términos que utiliza (en este caso) significan lo mismo. Este es el porqué…

Según explican los principales diccionarios y expertos en etimologías (María Moliner, RAE…) la palabra ‘religiosamente’ puede aplicarse para referirse a: ‘puntualidad’, ‘exactitud’, ‘cumplir’ y (equivalentemente) a ‘escrupulosamente’. Por su parte, ‘pagar’ tiene entre sus muchos significados el de ‘cumplir’, ‘satisfacer’. De ahí que la expresión caiga en la redundancia cuando quiere decir que alguien ‘cumple cumplidamente’.

Se desconoce el momento exacto de cuándo nació dicho modismo o el momento en el que comenzó a utilizarse, aunque todo hace sospechar que fue alrededor de la Edad Media, una época en la que la religión era el pilar principal y fundamental de cualquier territorio y era la iglesia quien decidía (con mano dura) cómo se debía gobernar y cuáles eran las leyes a cumplir, por lo que cumplir/pagar religiosamente era sinónimo de hacer lo correcto y lo que ‘mandaban los cánones’ (en este caso los jerarcas eclesiásticos).

Algunas fuentes indican que otra de las hipótesis sobre el origen de la expresión podría ser el conocido como ‘diezmo Eclesiástico’, un tributo que debía pagarse a la iglesia (normalmente la décima parte de lo ganado o de las cosechas, de ahí el término ‘diezmo’).

Y para finalizar, no podemos olvidarnos de las ‘indulgencias’, una serie de actos que se hacía de cara a la Iglesia (como pagar una cantidad acordada) por la que el pagador recibía una remisión temporal de cualquier castigo/penitencia recibida por haber pecado, siendo ésta, también, una forma de ‘ganarse un sitio en el Paraiso’.

El hecho de pagar y cumplir con alguna (sino todas) de estas obligaciones religiosas, muy posiblemente, diese con la procedencia de la expresión ‘pagar religiosamente’.

 

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Fuente de la imagen: Wikimedia commons

¿Qué significa la expresión ‘caen chuzos de punta’?

¿Qué significa la expresión ‘caen chuzos de punta’?A través del apartado de contacto, Maite San José me pregunta sobre el significado y origen de la expresión ‘caen chuzos de punta’

Nuestro idioma es rico en expresiones que en ocasiones se generaron hace décadas y cuyo origen desconocemos, en este caso decimos que caen chuzos de punta cuando está lloviendo con mucha intensidad (también granizando o nevando) e incluso ante una situación peliaguda y complicada, pero, ¿qué es un chuzo?

¿Qué significa la expresión ‘caen chuzos de punta’?El diccionario de la RAE lo define como: Palo armado con un pincho de hierro, que se usa para defenderse y ofender.

Era, por ejemplo, un instrumento típico de los serenos cuando ejercían su labor de vigilancia.

O en su segunda acepción: carámbano(Pedazo de hielo más o menos largo y puntiagudo)

Por tanto podemos suponer que la expresión caen chuzos de punta referida a las inclemencias meteorológicas extremas se asimila al peligro de algo puntiagudo que puede lastimarte, ya que la lluvia se convierte en algo denso, duro y violento.

‘It’s raining cats and dogs’ (están lloviendo gatos y perros)La expresión inglesa equivalente es ‘It’s raining cats and dogs’ (están lloviendo gatos y perros). Se atribuye su origen a la época medieval cuando las casas más sencillas del pueblo no disponían de bajo tejado y entre las vigas de madera vivían todo tipo de animales, como perros, gatos (que por aquel entonces no solían ser animales de compañía) e incluso ratas. Cuando se producía una lluvia fuerte éstos eran los primeros perjudicados al estar en el tejado y salían huyendo (o caían) al suelo, por eso parecía que estaban lloviendo animales. Otra versión explica que la fuerte lluvia limpiaba los tejados de animales muertos haciéndolos caer a la calle, o que simplemente arrastraba a los que ya había por las calles pareciendo que hubieran caído junto con la lluvia.

 

 

Fuentes de consulta: Rae 1 / Rae 2 / loc.gov
Fuentes de las imágenes: paulclacher /Wikipedia / loc.gov

¿Por qué en muchos países hispanos se utiliza el término ‘guachimán’ para referirse a los vigilantes?

¿Por qué en muchos países de habla hispana se utiliza el término ‘guachimán’ para referirse a los vigilantes?Llama la atención la cantidad de palabras procedentes de términos anglosajones y que son españolizadas, teniendo un uso muy corriente y extendido entre la población de los países de habla  hispana del continente americano.

Entre las muchísimas que hay nos encontramos con ‘guachimán’ utilizada para referirse a las personas que ejercen el oficio de ‘vigilante’, ‘guarda jurado’ o ‘sereno’ y cuya procedencia es una adaptación al español en su pronunciación de ‘watchman’, de idéntico significado.

Esta ‘españolización’ de palabras es conocida popularmente como spanglish y es muy común en países de Latinoamérica (o entre personas de habla hispana en los EEUU) quienes utilizan numerosas palabras de origen anglosajón que son adaptadas a su lenguaje coloquial, dándole una pronunciación como si de un término propio se tratase.

Aunque son bastantes los lingüistas que ven en el spanglish una forma de perversión del lenguaje, muchas son las palabras que han acabado apareciendo recogidas en los diccionarios oficiales de la lengua, como por ejemplo ‘guachimán’ en la RAE.

 

Post realizado a raíz de un tweet publicado por Cris García-Tornel (ComaConComilla)
Fuente de la imagen: Diego De la Cruz via photopin cc

¿Por qué a un ladrón también se le llama ‘caco’?

La riqueza de nuestra lengua nos permite que cuando alguien quiere referirse a un ladrón pueda utilizar un sinfín de términos y sinónimos, los cuales están asociados a nuestro lenguaje cotidiano y familiar. Frecuente es usar (entre otras) expresiones como chorizo, mangui, ratero o caco.

Y a esta última es a la que voy a dedicar el post de hoy,  debido a la consulta que he recibido a través del apartado de contacto y en la que Bruno me pregunta sobre el porqué a un ladrón también se le llama ‘caco’.

En la mitología clásica, tanto griega como romana, nos encontramos con la figura de Caco (Kakós gr. – Cacus lat.), quien, según las diferentes leyendas e historias que se escribieron, engañó a Heracles/Hércules robándole parte del ganado.

Hasta no hace demasiado tiempo, se usaba el término caco para señalar a un ladrón que roba con destreza.

La destreza a la que se refiere proviene de la forma en que engañó Caco a Hércules/Heracles, ya que metió a las reses robadas en una cueva haciéndolas caminar de espaldas y así las huellas parecía que salían de allí, en lugar de haber entrado.

 

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