A través de la página en Facebook de este blog, Raúl Viñas me envía un mensaje en el que, además de declararse muy fan de este blog, me pregunta sobre el porqué las ‘muelas del juicio’ se llaman así.
El ‘juicio’ no solo es el acto por el que un tribunal juzga a alguien, sino también es como se denomina al momento de madurez y cordura de una persona. De ahí que frases como ‘tener juicio’ sean sinónimas de ‘tener cabeza’, ‘ser responsable’ o por el contrario ‘perder el juicio’ sería ‘perder la cordura’, ‘volverse loco’, ‘no entrar en razón’.
Las muelas del juicio, que también son llamadas ‘muelas cordales’ (de cordura), al contrario de lo que ocurre con el resto de molares y dientes, salen cuando ya somos mayores (aunque no hay una edad concreta), por lo que, desde hace muchísimos siglos atrás, se atribuía la aparición de esas piezas dentarias con la edad madura y adulta del individuo y, por lo tanto, cuando éste tenía juicio (madurez, cordura y/o sensatez) habiendo dejado atrás el tiempo de juventud y sus locuras e inmadurez.
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Fuente de la imagen: houstonpress