¿Alguna vez te han pedido que pagues algo a tocateja? Con esta curiosa expresión te están pidiendo que desembolses una compra o reembolses una deuda al contado, en efectivo y en mano. Literalmente y según la RAE:
“En dinero contante, sin dilación en el pago, con dinero en mano, en efectivo”
El origen de la expresión ‘pagar a tocateja’ proviene de una moneda de oro de gran tamaño (7,15 centímetros de diámetro y 339,35 gramos de peso) acuñada por Felipe III (de la Casa de los Austria) en el siglo XVII, llamada centén y cuyo valor era de 100 escudos(*).
Probablemente y debido al gran tamaño que tenía cada moneda de centén, no tardó en comenzar a ser conocida popularmente con el nombre de ‘tejo’, que era la manera con la que se llamaba al pedazo pequeño de teja o piedra, muy utilizado en diversos juegos infantiles de la época. Con el tiempo de tejo pasó a teja.
Por lo tanto ‘pagar a tocateja’ era concretamente tocando la teja, la moneda.
(*)En el siglo XIX, bajo el reinado de Isabel II se acuñaron unas monedas de 100 reales a las que también se les llamó centén, pero su peso era de 8,33 gramo y un pequeño tamaño de 22 milímetros.
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Fuente imagen: ceutaldia