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¿Sabías que antiguamente se utilizaba el término ‘gayo’ para referirse a una ‘persona alegre’?

El término ‘gayo’ fue, durante varios siglos, la forma con la que se denominó a una persona alegre, gozosa y vistosa, y así era recogido en el Tesoro de la lengua castellana o española de Sebastián de Covarrubias, publicado en 1611.

¿Sabías que antiguamente se utilizaba el término ‘gayo’ para referirse a una ‘persona alegre’?

Posteriormente surgió la forma femenina ‘gaya’ con la que se hacía referencia a una ‘mujer pública’ (prostituta), tal y como se recogía el Diccionario de Autoridades de 1780.

Estos vocablos nada tienen que ver en su origen con el ave galliforme macho (gallo).

Etimológicamente proviene del occitano ‘gai’ de exacto significado y fue este vocablo el que, tras pasar por el francés y viajar hasta el Reino Unido, se convirtió en la palabra anglosajona ‘gay’ utilizada desde hace varias décadas para referirse a una persona homosexual.

 

 

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Fuente de la imagen: pixabay

¿De dónde surge decir que una persona es coqueta?

¿De dónde surge decir que una persona es coqueta?
Bien sabido es que una persona coqueta es aquella a la que le gusta acicalarse, suele presumir de sus encantos y cuida su imagen para gustar a los demás.

El origen etimológico del término es de lo más curioso ya que procede de la palabra francesa coquette de idéntico significado y esta a su vez de coq que es como se les llama a los gallos en el país vecino.

Y es debido a la manera que tienen los gallos de alardear frente a las gallinas que surgió esa definición para referirse a los hombre a los que les gustaba presumir e intentar seducir a las mujeres. De ahí que en un principio sólo se utilizase el término masculino coqueto y el verbo coquetear fuese usado inicialmente para definir a aquellos que trataban de agradar por simple vanidad y con el fin de iniciar un juego amoroso sin terminar de comprometerse, aunque en muchas ocasiones era el paso previo a algún tipo de relación.

Con el paso del tiempo el término se utilizó para referirse a los dos sexos y también sirvió para denominar de este modo a un tipo de mueble de tocador con espejo usado para peinarse y maquillarse.

 

 

Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones

 

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Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [4]

Cuarta entrega de esta serie de post dedicados a traeros un buen puñado (de docena en docena) de cosas que quizás no sabíais cómo se llamaban en realidad o que conocías con otro nombre muy distinto.

Espero que la selección de palabras que he hecho en esta ocasión sea de vuestro agrado, al igual que ocurrió con las veces anteriores.

 

Asonada - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Asonada: Se trata de una reunión (tipo manifestación) en el que un numeroso grupo de personas intentan conseguir algún objetivo, normalmente de modo violento

 

Fosfeno - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Fosfeno: Sensación visual que se percibe al tener los ojos cerrados fuertemente o tras frotarte los párpados

 

Duela - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Duela: Seguro que habéis visto en más de una ocasión algún barril, pues la duela es cada una de las tablas curvas que lo forman

 

Carúncula - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Carúncula: Modo en que se llama la cresta de algunos animales (gallo, pavo…)

 

Morueco - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Morueco: Carnero utilizado para procrear (semental)

 

Tusígeno - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Tusígeno: Aquello que nos produce tos (humo, un atragantamiento…)

 

Orinque - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Orinque: La cuerda que va desde el ancla fondeada hasta la boya

 

Canana - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Canana: El cinturón en el que se colocan los cartuchos/balas (cartucheras) como el que llevaban los vaqueros en el Viejo Oeste o los revolucionarios mexicanos

 

Estepicursor - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Estepicursor: Y hablando del Viejo Oeste, no podemos olvidarnos de la especie de bola hecha de matojos secos que aparece rodando en las películas, eso es un estepicursor

 

Desbullador - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Desbullador: El tenedor para las ostras

 

Cáncana - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Cáncana: Banqueta o banquillo en la que el maestro solía obligar sentarse al estudiante al que castigaba

Giste - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Giste: Espuma de la cerveza

 

 

 

 

 

 

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¿Por qué hay un gallo en las veletas?

En muchos campanarios de iglesias, incluso en el tejado de casas particulares podemos observar que hay instaladas unas veletas, las cuales tienen colocadas un gallo en lo más alto de ellas ¿pero cuál es el significado y origen de la costumbre de coronar las veletas con un gallo?

¿Por qué hay un gallo en las veletas?

Referente al tema lo que he ido encontrando por la red suele ser muy disperso y aquí os traigo un resumen de las diferentes explicaciones.

En la Wikipedia nos dan la explicación que está más extendida por la red:

Muchas de las veletas tienen forma de gallo. El origen se debe al papa Nicolás I, que ordenó que colocaran un gallo en la parte más alta de los templos, para simbolizar las tres negaciones que San Pedro hizo de Jesús después de la Última Cena. Como los campanarios ya se adornaban con una veleta, hubo de situarse el «gallo» en el punto más alto; encima mismo de éstas.

La web gibralfaro tiene esta explicación:

(…)Su ubicación en la parte más elevada de la veleta de los cimborrios de catedrales y las torres de las iglesias, por «el oficio que tiene de despertar y convidar a las divinas alabanzas desde el punto de la medianoche». Ese uso simbólico parece hallar también su justificación en el hecho de que, cuando alguien se iba a vivir una casa nueva, era habitual el sacrificio de un gallo, con cuya sangre se regaban las estancias que iban a habitar las personas y los animales para invocar la protección sobre ellas. Por contra, tener en casa un gallo completamente blanco era de mal agüero.(…)

La web de Meteored en un artículo sobre las veletas dice lo siguiente:

(…) Parece que la veleta ya aparecía como signo cristiano sobre iglesias y monasterios en el siglo IX y solía acompañarse de otros adornos simbólicos, entre los que el gallo era uno de los más utilizados. Por tradición, en la parte más alta del templo o en su campanario, la cruz se colocaba sobre una bola, como representación alegórica de la redención del mundo por Cristo. El gallo aportaría un signo de vigilancia y también -según algunos autores- era emblema de San Pedro, por haber negado a Jesús tres veces. (…)

En la web Fuera de Clase he encontrado la siguiente explicación:

(…) El gallo es el símbolo de la luz porque su canto anuncia la salida del sol. Pero también simboliza la custodia y vigilancia.
Desde el siglo IX las iglesias y monasterios se remataban con una veleta, símbolo cristiano, que a su vez solía acompañarse de otros adornos simbólicos. Uno de los más utilizados es el gallo (uno de los tres animales emblema de Cristo, junto con el águila y el cordero), que pronto pasó a representar la supremacía de lo espiritual sobre lo material… (…)

Según el blog Blade_runner nos cuenta que la historiadora Margarita Torres comenta que:

(…)el gallo es «como poco coetáneo o incluso anterior a Mahoma (580-632)», es decir, que es fácilmente anterior al Islam o se encuadraría en los primeros momentos de su nacimiento.En ese momento, los dos imperios más importantes son Bizancio y Persia. El origen del gallo como símbolo religioso se encaja mejor, históricamente, en el mundo persa y en concreto en la conquista de los Santos Lugares por Corroes II. Este rey de la monarquía sasánida ordena que «todas las cruces que remataban los lugares asociados a Cristo sean sustituidas por gallos dorados». El gallo dorado era el emblema personal del rey de Persia, conocido como «rey de reyes».
Este episodio que relatan las crónicas bizantinas da nuevas pistas sobre el uso y la simbología del gallo. Este animal es el «adelantado» de la luz en el mazdeismo, el culto de Zoroastro y esta concepción pasaría al islamismo colocándolo en lo más alto del cielo; su canto aparece en los hadices del viaje de Mahoma al mundo de ultratumba.
Estos símbolos se «traducen» al mundo cristiano: el gallo anunciador de la resurrección, y adquiere un carácter de defensa frente al diablo. Las veletas ya eran usadas en la antigüedad -torre octogonal de Atenas- pero la figura del gallo se incorpora a ellas en época románica. Entre las referencias encontradas por las restauradoras figura, en primer luhar, un ejemplo en Italia en el año 820.
Un manuscrito del siglo X representa en una miniatura las dos torres de la abadía de Cluny rematadas por sendos gallos; una antigua representación del tapiz de Bayeux (siglo XII) muestra la torre de Westminster con una veleta en forma de gallo. Solían ser de cobre cubierto con una capa de oro. En un códice del siglo XII de la catedral de Oeringhen se conserva un poema anónimo que habla del significado de la veleta:

De Dios es el gallo digna criatura
y él es del presbítero típica figura
sobre el templo el gallo, contra el viento erguido
alza la cabeza y está prevenido
así el sacerdote, cuando el diablo venga,
por su grey pelee y al dragón detenga
El gallo es el único entre las aves
que oye de los ángeles los conciertos suaves
y nos amonesta a que mal no hablemos
y que los celestes misterios gustemos.
(…)

Por último os dejo un enlace para que podáis leer un cuento de Hans Christian Andersen titulado El gallo de corral y la veleta

 

Fuente de la imagen: Jacinta Lluch Valero (Flickr)