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El curioso origen del término ‘huraño’

Conocemos como ‘huraño’ a individuo huidizo, esquivo con los demás, de carácter algo antipático y que tiende a no relacionarse con el resto de personas.

El curioso origen del término ‘huraño’

Originalmente el término llegó al castellano en la forma ‘furaño’ (de exacto significado) y así ya aparece en escritos anteriores al siglo XVII. La primera vez que fue recogido el vocablo ‘huraño’ en un diccionario fue en el año 1610 en el ‘Origen y etimología de todos los vocablos originales de la lengua castellana’, de Francisco del Rosal, y en 1734 ya apareció en el Diccionario de Autoridades con la siguiente acepción: ‘Esquivo, recatado, que se recela de todos: lo que se entiende no solo del hombre, sino también del bruto, que no está acostumbrado a ver gente. Covarrubias da a esta voz varias etimologías; pero lo más verisímil parece se dice furaño, cuya voz era usada antiguamente’.

Pero el término ‘huraño’ (furaño) provenía etimológicamente del latín ‘foraneus’ (que hacía referencia a un ‘forastero’, o alguien que no era del lugar, y que también dio ‘foráneo’) y en el que también influyó el vocablo ‘furo’ (hurón). La mezcla de ambas palabras dio como resultado el término que hoy os he traído al blog.

 

 

Encuentra más curiosidades como esta leyendo otros post de este blog o en mi libro ‘El listo que todo lo sabe ataca de nuevo. Palabras y palabros’

 

 

 

Fuente de la imagen: jdhancock (Flickr)

Post escrito por sugerencia del lector de este blog, Ignotis parentibus

¿Cuál es el origen del término ‘aforado’ que tan de moda está últimamente?

¿Cuál es el origen del término ‘aforado’ que tan de moda está últimamente?A través del apartado de comentarios, en el post publicado ayer sobre el origen de la expresión ‘ser culo de mal asiento’, un lector bajo en nick de ‘Amuleto’ me dejó la siguiente consulta: ¿Y de donde provendrá “aforado” que tanto se utiliza últimamente?¿acaso tiene que ver con el aforo (los asientos) de un teatro o cine?

Aforado y aforo son dos término que no tienen que ver entre sí en su significado pero sí que poseen la misma procedencia: la palabra foro (y ésta del latín fórum), la cual se refiere al lugar o espacio público donde se reunían en la antigüedad para debatir, acordar, juzgar o legislar.

Del término foro surgieron numerosas palabras (aforo, foráneo, aforado, fuero, forastero, fuera, afuera, foral…) algunas de ellas teniendo mucho que ver entre ellas y otras tomando otro camino para designar cosas distintas (aunque manteniendo la misma raíz).

Centrándonos en el término ‘aforado’, como bien sabéis, se refiere a aquella persona que por su condición profesional, política o personal goza de ciertos derechos y privilegios que se le han otorgado y por los cuales, en caso de ser imputado por un delito, si se le juzgase se haría a través de un tribunal superior y distinto al que juzga a un ciudadano de a pie.

El aforamiento viene realizándose desde la Edad Media, en la que el Rey y los Señores Feudales otorgaban ciertos privilegios y exenciones (conocidos como ‘fueros‘) a algunas personas  y/o regiones (‘Régimen foral’, ‘Comunidad foral’…) que les beneficiaba y facultaba para disfrutar de ciertas ventajas respecto a otros ciudadanos y lugares (leyes especiales y menos restrictivas, mejores condiciones y plazos para pagar los impuestos e incluso pagar menos o  no pagarlos…).

Desde entonces, y a lo largo de la historia, un gran número de personas, lugares e instituciones han estado acogidos a esa prerrogativa. En la actualidad son más de 17.000 las personas aforadas en España, de las que tan solo 2.000 de todas ellas se dedican a la política.

 

Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones

 

Fuente de la imagen: Wikimedia commons