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¿De dónde surge llamar ‘chalado’ a alguien que no anda bien de la cabeza?

A través del perfil en Instagram de este blog (@yaestaellistoquetodolosabe2) me llega la consulta sobre el origen de llamar ‘chalado’ a alguien que no anda bien de la cabeza.

¿De dónde surge llamar ‘chalado’ a alguien que no anda bien de la cabeza?

El término chalado es habitual utilizarlo, de un modo más desenfadado que formal, para indicar que alguien no anda bien de la cabeza o está falto de juicio.

Su procedencia la encontramos en el idioma caló (la lengua hablada por el pueblo gitano) en la que el vocablo ‘chalar’ significa literalmente ‘ir’ (en referencia a la acción de desplazarse de un lugar a otro). Y fue a raíz de ese significado que comenzó a utilizarse para referirse a aquellas personas que estaban perdidamente (locamente) enamoradas de alguien, ya que a estas se les solía ‘ir la cabeza’ por culpa del amor pasional que sentían (‘estar ido‘).

No tardó en utilizarse en el castellano como uno más de lo muchos sinónimos del término ‘loco’ y fue incorporado al Diccionario de la RAE en 1884 con la acepción: ‘Alelado, falto de seso o juicio’ (la misma que hoy en día sigue teniendo).

De ahí surgieron otras variantes al uso del término, como ‘chaladura’,  la cual es habitual utilizar como clara referencia a un enamoramiento (recogida de ese modo por la RAE, a partir de 1983, además de significar ‘extravagancia’, ‘locura’ y ‘manía’).

 

 

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Fuente de la imagen: pxhere

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Manos frías, corazón caliente’?

Aunque muchos se empeñen en utilizarlo como un termómetro que mide la intensidad del amor que siente una persona por otra, la verdad es que nada tiene que ver el dicho «manos frías, corazón caliente» (ni su variante, «manos frías, corazón ardiente») con los asuntos sentimentales.

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Manos frías, corazón caliente’?

La respuesta al origen del porqué de relacionar la temperatura de manos y corazón está estrechamente relacionada con otra de las entradas de este blog ¿Por qué nos ponemos a tiritar cuando tenemos frío?

Nuestro organismo es homeotermo y, por lo tanto, se va autoregulando para que los órganos vitales de nuestro interior se mantengan a una temperatura constante alrededor de los 37 ºC.

Cuando hace frío exterior y la sangre que circula por nuestras venas lo nota, comienza un proceso que se conoce como vasoconstricción (contraer los vasos sanguíneos, o sea, las venas) que provoca que llegue menos sangre a nuestras extremidades (pies y manos), que son las primeras partes del cuerpo que se nos enfrían cuando bajan las temperaturas.

Gracias a que las manos estén frías, nuestro órgano más vital (el corazón) se puede mantener caliente, todo un fantástico proceso fisiológico que no se sabe cómo se trasladó al campo sentimental.

Fue a raíz de esta regulación homeotérmica de nuestro cuerpo lo que dio pie a que naciese la famosa expresión ‘manos frías, corazón caliente’ que con los años comenzó a ser utilizada como un termómetro sentimental cuando en realidad tenía que ver con  la ciencia y no con el amor.

 

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Fuente de la imagen: Barry.Lenard (Flickr)

¿Por qué nos enamoramos?…el proceso químico del amor

¿Por qué nos Enamoramos?

El enamoramiento se trata de un proceso bioquímico que se inicia en la corteza cerebral pasa al sistema endocrino y se transforma en respuestas fisiológicas como la secreción de fluidos, olores, dilatación y erección.

Todo comienza con la atracción que sentimos por una persona en especial que no sólo nos agrada físicamente sino que tiene algo que lo convierte en el blanco de nuestra atención; para entonces nos hemos convertido en víctimas de las feromonas, sustancias volátiles aromáticas propias de cada persona que provocan reacciones de atracción en el sexo opuesto y son percibidas inconscientemente a diferencia de otros aromas como el de los perfumes, lociones y cremas. La feromonas se encuentran principalmente en la zona de las axilas y los genitales.

En esta fase de atracción y enamoramiento donde lo que predomina son las reacciones de excitación y deseo en lugar de la razón. La causante es la feniletilamina que a su vez desencadena la producción de dopamina o norepinefrina, es decir, anfetaminas cerebrales que producen esa sensación de desasosiego. Sin embargo el mismo cerebro para restaurar los síntomas de este dopaje segrega endorfinas y encefalinas que permiten una sensación de paz, calma y seguridad.

Pero en el enamoramiento no sólo queremos pasión, también surge la necesidad de fomentar una relación de vinculación y afecto con la pareja originado por la acción de la Oxitocina, una hormona que provoca la necesidad de crear lazos permanentes entre los amantes, y las madres con los hijos. Ésta se produce tras un trabajo de parto o la sensación de un orgasmo, desencadenando cambios en las conexiones nerviosas de los miles de millones de circuitos cerebrales, es como un interruptor central que provoca nuevos patrones de interacción entre las células.

Un ejemplo de este efecto producido por la oxitocina, de acuerdo con estudios de la universidad de Edimburgo, es el de los ratones de pradera que después de su primer encuentro sexual que dura como mínimo 48 horas, liberan grandes cantidades de esta hormona, lo que ocasiona una relación de fidelidad con la misma pareja durante toda su vida. A su vez la fase de la pasión o, en términos menos románticos, neuroendócrina es regulada por la producción de serotonina y melatonina, sustancias antidepresivas que provocan sensaciones de nerviosismo, alegría y felicidad. Actúan incrementando la actividad sexual, cardiovascular y digestiva. Claro está que tanta emoción no podría suceder sin la presencia de la famosa adrenalina que es segregada por las glándulas suprarrenales. Este proceso de vértigo resulta tan excitante y adictivo que desearíamos que nunca terminase, sin embargo el llamado enamoramiento tiene un lapso de 18 a 30 meses de duración, tras lo cual el organismo comienza a hacerse resistente a este bombardeo de sustancias químicas, que aunque se encuentran presentes comúnmente en el organismo, sólo durante la etapa de enamoramiento trabajan en conjunto. Por ello resulta tan difícil y hasta depresiva una situación de separación en la pareja mientras nos encontramos enamorados.

Afortunadamente para esos cuasi insoportables momentos, existe un antídoto maravilloso: El chocolate, alimento rico en feniletilamina, que ayuda a suplir esa abstinencia; también es aconsejable la práctica intensa de ejercicio para regular la producción de adrenalina y serotonina. Se dice que este cocktail del enamoramiento permanece durante el tiempo necesario para que la pareja se conozca, se relacione y tenga hijos.

Pero si el plan consiste en tener una relación amorosa por más tiempo, habrá que hacer uso de herramientas como la creatividad, cultivar la amistad y el interés continuo por el compañero, a fin de conservar esa sensación de paz y felicidad que a todos nos encanta.

 

No te pierdas el episodio #2 del podcast «Ya está el listo que todo lo sabe» dedicado a las curiosidades de San Valentín y el amor

 

 

 

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Fuente: mujertotal.com
Fuente de la imagen: pexels