Entradas etiquetadas como ‘dormir’

¿Cuál es el origen del término ‘cementerio’?

¿Cuál es el origen del término ‘cementerio’?

Como es habitual en aquellos lugares con predominio del cristianismo, cada primero de noviembre infinidad de personas acuden a los cementerios para visitar las tumbas de sus difuntos, rezarles una oración o llevarles flores. Esta tradición originalmente se realizaba el 2 de noviembre que es la fecha en la que cae el Día de los Santos Difuntos y que la iglesia católica dedicó a las almas de los fallecidos, pero al no caer en festivo se comenzó a realizar el día 1.

Pero, tal y como indico en el título, el post de hoy trata sobre el origen del término ‘cementerio’ que es el nombre con el que conocemos habitualmente al lugar destinado para dar entierro a los fallecidos.

El término cementerio tiene mucho que ver con el cristianismo y cuando éste comenzó su expansión, ya que se impuso a la palabra que, hasta aquel momento, se usaba para designar a los emplazamientos donde se realizaban los entierros: necrópolis.

La palabra necrópolis (de origen griego) significa literalmente ‘ciudad de los muertos’ (necro: muerte, polis: ciudad).

Ante la creencia cristiana de que la muerte solo es un tránsito y, por tanto, al fallecer lo que se hacía era ‘dormir’ para posteriormente ‘resucitar’ se sustituyó el termino necrópolis por el de cementerio, cuyo significado literal es ‘dormitorio’.

Cementerio proviene del latín vulgar cemeteriu’, éste del latín culto ‘coemeterium’ que a la vez venía del griego ‘koimeterion’ -κοιμητήριον-: lugar donde dormir/dormitorio (koimo: dormir/estar echado/acostarse, -terion: sufijo de lugar).

Al castellano nos llegó como ‘cemeterio’ (desde el latín vulgar cemeteriu), pero a través de los siglos se le coló al término una ‘n’ intercalada, la cual los expertos se dividen entre dos motivos las posibles causas de que el término acabase siendo conocido por todos como ‘cementerio’ y no ‘cemeterio’. Por un lado por la facilidad a la hora de ser pronunciada, ya que es mucho menos complicada hacerlo con esa ene extra. Por otro lado, muchos son los que defienden la hipótesis de que hubo quien confundió el origen etimológico de la palabra y se lo adjudicó al término latín ‘caementa’ (piedra quebrada) que derivó en ‘cemento’, al utilizarse esta argamasa para construir y cerrar las tumbas/nichos/mausoleos.

 

Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones

 

 

Fuentes de consulta: RAE 1 / RAE 2 / etimologias.dechile 1 / etimologias.dechile 2 / etimologias.dechile 3 / etimologiasymitologia / diocesisdecanarias
Fuente de la imagen: pixabay

La curiosa historia tras la famosa canción ‘Mister Sandman’

La curiosa historia tras la canción ‘Mister Sandman’ (The Chordettes)

En 1954 irrumpía en el panorama musical estadounidense la canción ‘Mister Sandman’ interpretada por el cuarteto femenino ‘The Chordettes’. El tema había sido compuesto ese mismo año por Pat Ballard y esa era su segunda versión, la cual se convirtió en un auténtico éxito, alcanzando el número uno en las listas de discos más vendidos.

Tal y como cantaban The Chordettes (y las docenas de intérpretes que la han versionado a lo largo de estas seis décadas), la canción Mister Sandman trata de un peculiar personaje (en castellano conocido como ‘el arenero’) encargado de proporcionar dulces y placenteros sueños cada noche a través de la arena mágica que echaba en los ojos de las personas dormidas tras colarse en sus dormitorios.

Pero detrás de la letra de esta canción hay una curiosa historia que se remonta a hace muchísimos siglos, ya que el tal Mister Sandman no fue fruto de la invención de Pat Ballard sino que era un mítico y curioso personaje de leyendas y cuentos que se ya se explicaban hace centenares de años en la cultura norteuropea (sobre todo celta y sajona) y que se fue transmitiendo de boca en boca de una generación a otra.

Al igual que en la canción, según la tradición, se explicaba que el arenero entraba en la habitación cuando las personas ya estaban durmiendo y para desearles unos dulces sueños les echaba arenilla mágica en los ojos. El rastro de esa arena era (según este mito) la que por la mañana se convertía en las legañas.

La curiosa historia tras la canción ‘Mister Sandman’

Cabe destacar que cuando realmente este personaje alcanzó una fama a nivel de todo el continente europeo y traspasó fronteras hacia América fue a raíz del cuento escrito en 1842 por Hans Christian Andersen titulado ‘Ole Lukøje’ (arenero en danés).

Fue a partir de ahí cuando se incorporó en las costumbres y cultura de muchísimas personas que nombraban a este peculiar personaje, en algunos casos como si fuera un duendecillo, y que lo hicieron tan popular en un gran número de lugares como puede ser para nosotros Papá Noel, los Reyes Magos o el Ratoncito Pérez (por poner unos pocos ejemplos).

En cada lugar se le describe, nombra y viste de una manera diferente y, aparte del cuento de Andersen y la canción de Pat Ballard, ha sido incorporado en obras, películas, comics, e incluso en algunos casos confiriéndole una maligna personalidad con la que en lugar de procurar dulces sueños provocaba pesadillas.

 

Puedes visionar esta curiosidad publicada en mi canal de Youtube https://www.youtube.com/c/AlfredLopez
Te invito a visitarlo, suscribirte, darle a ‘me gusta’ y compartir en tus redes sociales.

 

Lee y descubre en este blog más posts sobre otros Curiosos Personajes

 

 

Post realizado a raíz de una entrada de Eduardo Basterrechea en su muro de Facebook
Fuente de la imagen: Wikimedia commons / captura Youtube

El falso mito sobre el peligro de dormir en una habitación con plantas

El falso mito sobre el peligro de dormir en una habitación con plantas

Este es uno de los mitos más comunes y más repetidos hasta la saciedad por nuestras madres y abuelas que insistían en que no se podían tener plantas en los dormitorios debido a que éstas, durante la oscuridad de la noche, absorben oxígeno y liberan dióxido de carbono. Incluso muchos son los hospitales en los que cuando llega la hora de dormir las enfermeras o familiares del paciente retiran las flores o plantas y las dejan en los pasillos.

En realidad la persona que tiene en su dormitorio alguna planta (o incluso varias) no corre peligro alguno de morir por falta de oxígeno. El consumo que hacen las plantas de este elemento, tan necesario para nosotros para poder vivir, es mínimo en comparación al que tiene cualquier ser humano e incluso animal. Lo curioso del asunto es que, quienes defienden la teoría de que hemos de retirar las plantas, en ningún momento se plantean si corremos peligro o no por compartir el dormitorio con otras personas.

De correr algún peligro por quedarnos sin oxígeno todos dormiríamos en habitaciones individuales. Si os ponéis a pensar, podréis recordar un buen puñado de ocasiones en las que habéis compartido y dormido en un mismo cuarto con otras personas (en unas colonias junto a docenas de niños y niñas, en la mili, en un albergue, con vuestros hermanos o primos…) o incluso con algún animal de compañía.

Otro de los motivos por el que es prácticamente imposible quedarse sin oxígeno por la noche al dormir junto a plantas es porque los dormitorios no son unas estancias que quedan cerradas herméticamente. Aunque se cierren las ventanas y puerta siempre hay alguna rendija por la que, por poco que sea, entra oxígeno a la habitación.

 

Lee y descubre más historias como esta en el apartado ‘Destripando Mitos’

 

Fuente de la imagen: pixabay

Clinofobia, el miedo irracional y patológico a meterse en la cama

Clinofobia, el miedo irracional y patológico a meterse en la cama

El cerebro humano es complejo y éste es el que determina qué cosas sentimos y por qué las sentimos (enamorarnos, tener miedo, reprimirnos, dejar soltar nuestra euforia, cólera o tristeza…, por poner unos poquísimos ejemplos)

También es el que se encarga de determinar si padecemos una fobia y qué es a lo que le tenemos esa aversión irracional e injustificada (en una gran mayoría de ocasiones) que se convierte en algo compulsivo.

De los centenares de fobias que existen, una de las más curiosas es la ‘clinofobia’, que es el miedo irracional y patológico que sienten algunas personas en el momento de tener que meterse en la cama.

Los clinofóbicos, a la hora de ir a dormir, comienzan a sentir una extraña ansiedad que les impide meterse en la cama, conciliar el sueño y descansar debidamente. Muchos son los motivos que pueden ocasionar esta fobia que no solo es miedo al acto de ir a la cama física, sino todo lo que representar que llegue la hora de acostarse.

Esa ansiedad, un gran número de veces injustificada, es debido en la mayoría de ocasiones al miedo que sientena que les ocurra algo mientras están durmiendo (morir, ser atacados, que entre alguien a robar, que haya algún tipo de monstruo o espíritu bajo la cama, orinarse encima…). A pesar de que nunca han vivido uno de estos episodios, los clinofóbicos sienten ese miedo irracional que les impide ir a dormir cuando llega la hora de acostarse. Muchas de estas personas acaban quedándose dormidas en el sofá, sin darse cuenta y rendidas por el sueño y el cansancio.

Seguramente muchos de los lectores rápidamente habréis identificado esta fobia con lo que sentían los protagonistas de la saga de películas ‘Pesadilla en Elm Street’.

 

Lee en este blog más posts sobre otras curiosas fobias

 

Fuente de la imagen: youthkiawaaz

¿De dónde proviene la idea de que contar ovejitas ayuda a conciliar el sueño?

¿De dónde proviene la idea de que contar ovejitas ayuda a conciliar el sueño?

Posiblemente en alguna de esas noches de insomnio en la que no has podido conciliar el sueño has intentado contar ovejitas, pero veías como iba pasando el tiempo y no había manera de dormirse. También era muy típico de nuestras madres contestarnos eso de «pues si no puedes dormir cuenta ovejitas».

Ciertamente un buen número de investigaciones que se han realizado en los últimos años han llegado a la conclusión de que contar ovejitas para que nos entre el sueño antes no sirve para nada. Así que… ¿de dónde proviene la idea de que sí funciona?

El origen es algo incierto, pero casi todas las fuentes apuntan a un antiguo cuento que se contaba a los niños al acostarlos y que tenía una estructura repetitiva y sin fin. Siempre pasaba algo que hacía que fuese inacabable y cuyo final era inventado por la persona que lo contaba en el momento que veía que el pequeño ya se había dormido.

Dentro de esta estructura sin fin se encontraba la historia del pastor que tenía un rebaño de muchísimas ovejas y debía pasarlas al otro lado del río a través de un estrecho puente. Cada oveja iba pasando de una en una y el pastor debía contarlas, para asegurarse que habían pasado todas. Eran tantas, que, en el transcurso de ese pasar ovejitas de un lado a otro mientras el adulto lo relataba, el niño se dormía.

 

Portada 6ª edición Ya está el listo que todo lo sabe

 

Curiosidad que forma parte del libro “Ya está el listo que todo lo sabe” (Una curiosidad para cada día del año) de Alfred López
Compra el libro a través de los siguientes enlaces: https://www.amazon.es/dp/841558914X (para España) | https://www.amazon.com/dp/841558914X/ o https://www.createspace.com/7085947 (desde fuera de España)

 

 

Fuente de la imagen:  jordanrippy

¿Por qué cuando dormimos dejamos la mano semiabierta?

En condiciones de relajación total, cuando los músculos y los tendones se distienden, la mano adopta una posición que no es del todo abierta ni cerrada. Su grado de abertura depende de cómo esté apoyada: si descansa sobre el dorso, tiende a quedarse semiabierta, porque los dedos caen sobre la palma por su propio peso; si se apoya sobre la palma, entonces el peso de la mano y del brazo la aplasta de modo que se queda prácticamente abierta o por el contrario, cerrada en un puño.

Las distintas posiciones de relajación ocurren en función del equilibrio entre la fuerza de la gravedad, el peso de la mano y el rozamiento con la superficie de apoyo.

No siempre las posturas que parecen naturales, como la de la mano extendida, se corresponden con un estado de relax muscular. De hecho, para poner los dedos estirados hay que hacer un esfuerzo adicional.

Lo mismo sucede con la cabeza. Esta se mantiene erguida todo el día aparentemente sin esfuerzo, pero en realidad lo logra gracias a la mediación de la poderosa musculatura del cuello. Sin su trabajo, la testa estaría tan inestable como la de un recién nacido.

 

(Extraído de Muy Interesante)

¿Por qué entra sueño después de comer?

Después de comer, nuestro cuerpo se concentra en la digestión de los alimentos que hemos ingerido. Para ello, se envía más sangre y oxígeno al sistema digestivo, lo que hace que el flujo sanguíneo en otras partes del cuerpo disminuya, incluyendo el cerebro.

Además, durante el proceso de digestión se liberan hormonas como la insulina y el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1), que ayudan a las células a absorber la glucosa del torrente sanguíneo para obtener energía. Sin embargo, esto también puede provocar una disminución en la glucemia en sangre, lo que puede afectar la actividad neuronal y la sensación de somnolencia.

Por otro lado, la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos o grasas puede aumentar los niveles de serotonina en el cerebro, una sustancia que produce sensación de bienestar y relajación, lo que puede contribuir a la sensación de somnolencia. Sin embargo, esto no significa que todas las comidas ricas en carbohidratos o grasas nos hagan sentir somnolientos, ya que otros factores como la cantidad de comida, la hora del día y la calidad del sueño también pueden influir en esta sensación.

¿Por qué no se puede evitar que, al dar una cabezadita estando sentados, la cabeza se nos vaya hacia delante?

A todo el mundo le ha pasado alguna vez: la conferencia es un poco aburrida o el viaje en tren no se acaba nunca. Uno cada vez va estando más cansado hasta que, al sentarse, se queda dormido. Entonces ocurre lo de siempre cuando pasamos del estado de vigilia al de sueño: nuestra musculatura se relaja y con ella también lo hace nuestro cuerpo. En circustancias normales, uno se acuesta para dormir y no surge ningún problema. Pero si estamos sentados o de pie, al ceder el aparato de sostén de la cabeza, ésta cae hacia delante, hacia detrás o a un lado. Esto se interpreta como un mecanismo de protección del cuerpo, ya que la posición normal del sueño es horizontal. Suele bastar con enderezar la cabeza caída para volver a ahuyentar el sueño. Sólo se mantiene ese efecto de somnolencia si se engaña al organismo a base de sostener la cabeza del durmiente o si la persona afectada adopta una postura ligeramente recostada.

 

 

 

Info extraída del libro: ¿Cuánto pesa una nube? de Iris Hammelmann
Editorial: Ma Non Troppo – ISBN: 9788496222878
Fuente de la imagen: Fotomaf de Mauro A. Fuentes

¿Cuál es la fase REM del sueño?

¿Cuál es la fase REM del sueño?

La tercera fase del sueño se conoce como la fase REM (Rapid Eye Movements), que en español significa Movimientos Oculares Rápidos (MOR). Durante esta etapa, el individuo está profundamente dormido, con una intensa relajación muscular, y se pueden observar los movimientos oculares típicos. En los varones, también se producen erecciones con regularidad, y hay alteraciones en la frecuencia cardiaca y respiratoria.

El período REM representa aproximadamente el 25% de la duración total del sueño en los adultos, pero es más prolongado en los niños, alcanzando casi la mitad del tiempo absoluto en los recién nacidos. Es durante esta fase cuando ocurren los sueños, y la actividad cerebral es máxima, lo que sugiere que estos períodos son activos en lugar de pasivos y relacionados con la relajación y la inconsciencia.

Es importante tener en cuenta que durante la siesta, no es recomendable llegar a la fase REM del sueño. Si se alcanza el sueño profundo y se despierta, puede producirse una sensación de aturdimiento desagradable que afectará el rendimiento laboral. Por lo tanto, se sugiere que la siesta no dure más de cuarenta y cinco minutos, e incluso algunos estudios defienden una duración de solo quince minutos.

 

Fuente de la imagen: Wikimedia commons