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¿Cuál es el origen de la expresión ‘Más vale tarde que nunca’?

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Más vale tarde que nunca’?Días atrás Marina Núñez me dejaba un comentario en la página en Facebook de este blog en el que me preguntaba sobre el origen de la famosa expresión ‘Más vale tarde que nunca’.

Este modismo frecuentemente usado, y cuya vigencia parece que es totalmente actual, tiene nada más y nada menos que una antigüedad aproximada de veinticuatro siglos y se le atribuye al filósofo Diógenes de Sínope, también llamado ‘el Cínico’ quien vivió a caballo entre los siglos V y IV a.C.

Resulta que, siendo ya anciano, Diógenes decidió que quería aprender solfeo a lo que se le recriminó su avanzada edad para ponerse a instruirse en algo nuevo, momento que aprovechó el ilustre filósofo para soltar la sentencia ‘Más vale tarde que nunca’ que, más de dos mil años después, seguimos utilizando.

Cabe destacar que hay quien atribuye la frase al historiador griego Diógenes Laercio (quizás debido a la coincidencia en el nombre), quien se supone que vivió en el siglo III d.C. y del que apenas hay referencias concretas sobre su vida, por lo que resulta incongruente que, de alguien de quien no se tiene apenas detalles, en este caso fuese tan preciso saber que pronunció dicha expresión.

 

Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones

 

 

Fuente de la imagen: Wikimedia commons

Diez curiosas anécdotas de famosos filósofos

La entrada que os traigo hoy son diez curiosas y divertidas anécdotas sobre famosos filósofos de todos los tiempos.

El desparpajo, despiste, ocurrencias o genialidad de todos ellos hace que la historia esté repleta de divertidísimas anécdotas protagonizadas por estos.

Espero que sea de vuestro agrado.

 

Precaución ante los bandidos

El filósofo francés, Ernest Renan andaba con los preparativos de su próximo viaje a Palestina, cuando un buen amigo le advirtió de los peligros del lugar:

– Cuidado Ernest, hay muchos bandidos por allí. Creo que deberías llevar contigo un fusil, por si acaso.

– ¿Para qué? ¡Los bandidos me lo robarían!

 

Valery y las musas

El filósofo y poeta francés, Paul Valery, era una persona bastante desgarbada y que no le prestaba una atención especial a su imagen.

Cierto día, se le acercó una joven que le dijo:

– Su aspecto no hace pensar para nada que usted sea un elegido por las musas

– Tiene usted razón, señorita- replicó en voz baja y con tono misterioso -Es que yo soy de la poesía secreta

 

Diógenes y la hora de comer

Conocido era el desprecio que sentía Diógenes de Sínope por las convenciones sociales. Tanto que, ello le llevó a vivir en el interior de un tonel.

En cierta ocasión, uno de sus discípulos le preguntó:

– Maestro, dinos ¿a qué hora se debe poner uno a comer?

– Depende, si eres rico puedes comer cuando quieras y, si eres pobre, siempre que puedas

 

Accidentada conferencia

El filósofo y matemático británico Bertrand Russel fue invitado a exponer una conferencia política en un club de mujeres conservadoras.
Debido al discurso izquierdista de Bertrand, las damas comenzaron a arrojarle todo lo que caía en sus manos. Para evitar males mayores y rescatar al filósofo, un guardia intentó apaciguar a la masa enfurecida:

¡Señoras, pero es un gran matemático!– exclamó.-¡Pero es un gran filósofo!– insistió sin ningún éxito

Finalmente, el guarda gritó:

¡Pero su hermano es conde!

La calma volvió a la sala y Bertrand pudo salvar el pellejo.

 

Incredulidad religiosa

Paseaba junto a un amigo por la calle cuando se cruzarón con una procesión precedida por un Cristo crucificado, motivo por el cual Voltaire se quitó el sombrero en señal de respeto.

Os creía incrédulo en materia de religión– le dijo su acompañante, sorprendido por el gesto

Y lo soy– matizó Voltaire –Aunque Cristo y yo nos saludamos, no nos hablamos

 

Wittgenstein y el tren

Se cuenta que el filósofo Ludwig Wittgenstein se encontraba en la estación de Cambridge esperando el tren con una colega. Mientras esperaban se enfrascaron en una discusión de tal manera que no se dieron cuenta de la salida del tren. Al ver que el tren comenzaba a alejarse Wittgenstein echó a correr en su persecución y su colega detrás de él. Wittgenstein consiguió subirse al tren pero no así su colega.

Al ver su cara de desconsuelo, un mozo que estaba en el andén le dijo:

– No se preocupe, dentro de diez minutos sale otro.

– Ud. no lo entiende- le contestó ella -él había venido a despedirme.-

 

Los honorarios de Sócrates

Cierto día, un rico ateniense encargó a Sócrates la educación de su hijo. El filósofo le pidió por aquel trabajo quinientos dracmas, pero al hombre le pareció un precio excesivo.

– Por ese dinero puedo comprarme un asno.

– Tiene razón. Le aconsejo que lo compre y así tendrá dos.

 

El hombre según Platón

Tras oír que Platón definía al hombre como “Un animal de dos patas sin plumas”, el filósofo Diógenes le envió a su academia un gallo desplumado comentando:

–  Aquí está el hombre de Platón.

Platón tuvo que añadir a su definición: “…con uñas anchas y planas”

 

Única intervención parlamentaria

Desde 1687 a 1690, Isaac Newton fue miembro del Parlamento británico en representación de la Universidad de Cambridge. Durante el tiempo que ostentó el cargo sólo pidió la palabra en una ocasión y fue para decir lo siguiente:

– Propongo cerrar esa ventana porque aquí hace un frío considerable

 

Yo soy el Papa

En cierta ocasión Bertrand Russel estaba especulando sobre enunciados condicionales del tipo :“Si llueve las calles están mojadas” y afirmaba que de un enunciado falso se puede deducir cualquier cosa.

Alguien que le escuchaba le interrumpió con la siguiente pregunta :

– «Quiere usted decir que si 2 + 2 = 5 entonces usted es el Papa”.

Russel contestó afirmativamente y procedió a demostrarlo de la siguiente manera :

– «Si suponemos que 2 + 2 = 5, entonces estará de acuerdo que si restamos 2 de cada lado obtenemos 2 = 3. Invirtiendo la igualdad y restando 1 de cada lado, da 2 = 1. Como el Papa y yo somos dos personas y 2 = 1 entonces el Papa y yo somos uno, luego yo soy el Papa”

 

 

Fuentes y más anécdotas