Entradas etiquetadas como ‘decaimiento’

El curioso origen etimológico del término ‘melancolía’

Conocemos como melancolía al estado emocional intenso en el que una persona puede sentir tristeza, nostalgia o aflicción.

El curioso origen etimológico del término ‘melancolía’

El término ‘melancolía’ proviene del latín tardío ‘melancholia’, que a su vez derivaba del griego antiguo ‘melancholía’ (μελαγχολία), cuyo significado literal era ‘bilis negra’. Y es que en la antigua Grecia, se tenía el convencimiento de que la bilis negra, uno de los cuatro humores corporales, era la responsable del estado de ánimo melancólico de las personas.

La idea de que la melancolía estaba relacionada con la bilis negra continuó durante la Edad Media y el Renacimiento y se creía que ese estado de tristeza y aflicción era una enfermedad causada por un desequilibrio de los cuatro humores corporales (bilis negra, bilis amarilla, flema y sangre). Los síntomas de la melancolía incluían tristeza, apatía, pérdida de interés en la vida y problemas físicos como pérdida de apetito y problemas de sueño.

En el siglo XVII, la melancolía llegó a ser considerada una enfermedad mental y se utilizó para describir algunos estados de depresión.

 

 

Te puede interesar leer también:

 

 

Fuente de la imagen:  publicdomainpictures

¿Qué es la ‘astenia primaveral’?

A través de mi cuenta @yaestaellistoquetodolosabe2 en Instagram, me preguntan qué es la ‘astenia primaveral’.

¿Qué es la ‘astenia primaveral’?

Se utiliza el término ‘astenia primaveral’ para describir una serie de síntomas físicos y psicológicos que pueden afectar a algunas personas durante el cambio de estación, especialmente en la transición del invierno a la primavera.

Esta condición es causada por una combinación de factores, como los cambios en la luz y la temperatura, el aumento de las horas de luz solar y la alteración de los ritmos circadianos e incluso algunos expertos apuntan que podría influir en ello el cambio de hora realizado el último fin de semana de marzo, tras la entrada de la primavera (en el que se adelanta el reloj sesenta minutos).

Los síntomas de la astenia primaveral pueden incluir fatiga, cansancio, falta de energía, somnolencia, irritabilidad, ansiedad, tristeza, apatía, dificultad para concentrarse y dolores musculares, los cuales pueden interferir en la capacidad de una persona para realizar sus actividades cotidianas de manera efectiva.

Etimológicamente la palabra ‘astenia’ proviene del griego antiguo ‘asthéneia’, la cual se compone del  prefijo ‘a-‘ (sin) y el vocablo ‘sthén’ (fuerza, vigor), junto al sufijo ‘-ia’ (cualidad de), siendo su significado literal ‘sin fuerza’, ‘sin vigorosidad’, haciendo una directa alusión a la disminución y falta de fuerza física o energía que padecen algunas personas tras la llegada de la primavera.

 

Te puede interesar leer también:

 

 

Fuente de la imagen: publicdomainpictures

¿Cuál es el origen etimológico del término ‘depresión’?

A través de mi perfil @curiosisimo (en la red social TikTok), me preguntan cuál es el origen del término ‘depresión’ en relación al estado de abatimiento psíquico.

¿Cuál es el origen etimológico del término ‘depresión’?

En el diccionario de la RAE podemos encontrar cuatro acepciones para el término ‘depresión’:

  1. Acción y efecto de deprimir o deprimirse.
  2. En un terreno u otra superficie, concavidad de alguna extensión.
  3. Período de baja actividad económica general, caracterizado por desempleo masivo, deflación, decreciente uso de recursos y bajo nivel de inversiones.
  4. Psicol. y Psiquiatr. Síndrome caracterizado por una tristeza profunda y por la inhibición de las funciones psíquicas, a veces con trastornos neurovegetativos.

Etimológicamente proviene del latín ‘depressio’, formado por la unión del prefijo ‘de-‘ (disminución, hacia abajo), el vocablo ‘pres’ (hundido, apretado, comprimido y que también da origen a ‘presión’ y ‘presionado’) y el sufijo ‘-sio’ (que indica una acción o efecto); por lo que literalmente el término significaría ‘que está hundido’.

Originalmente se utilizó el término para hace referencia a las concavidades de un terreno, no aplicándose en la antigüedad en temas relacionados con el estado de ánimo, debido a que el decaimiento o abatimiento moral y mental se englobaba dentro de la Teoría de los humores’, atribuida al médico griego Hipócrates de Cos (que vivió entre el 460 a.C y el 370 a.C), que catalogaba la personalidad de los individuos en cuatro estados y en la cual destacaba que esos estados (valiente, enojado, depresivo y calmado) eran producidos por cuatro fluidos (humores) que recorrían por el interior del organismo de cualquier persona y estos eran: la sangre (producida por el corazón) la cual proporcionaba valentía y corajela bilis amarilla (producida en el hígado) que daba exacerbación y mal carácter;  la bilis negra (que se producía en el bazo) responsable del decaimiento y la depresiónla flema (que se producía en los pulmones) que convertía a la persona en indiferente y aplacada.

Pero no fue hasta el siglo XVII cuando encontramos las primeras referencias escritas en las que se relaciona el término ‘depresión’ con el decaimiento de una persona en la forma ‘animae dēpressio’, cuyo significado vendría a ser ‘bajada de ánimo’.

De hecho, la primera vez que el término ‘depresión’ aparece recogido en un diccionario en español lo hace en la edición de 1780 (de la Academia Usual) y lo hace con la acepción ‘Abatimiento, humillación’, apareciendo una segunda definición referido a la astronomía ‘El arco del círculo vertical, que mide la distancia del lugar de un astro hasta el horizonte, quando está debaxo de él’.

No fue hasta la edición de 1992, cuando al término se le dio la definición de ‘Síndrome caracterizado por una tristeza profunda e inmotivada y por la inhibición de todas las funciones psíquicas’, que podemos encontrar actualmente.

 

 

 

Te puede interesar leer también:

 

 

Fuente de la imagen: Wikimedia commons

¿De dónde surge llamar ‘hipocondriaco’ al individuo exageradamente aprensivo con su salud?

Se conoce como ‘hipocondría’ al síndrome que se caracteriza por una exagerada preocupación por padecer cualquier tipo de enfermedad, siendo muchas de esas dolencias que se sienten de origen imaginario. Aquella persona que desarrolla esta patología (que suele ser por factores psíquicos pero no físicos) es denominada como ‘hipocondriaca’.

¿De dónde surge llamar ‘hipocondriaco’ al individuo exageradamente aprensivo con su salud?

Al médico griego Hipócrates de Cos (que vivió entre el 460 a.C y el 370 a.C) se le atribuye una teoría (altamente defendida por los filósofos y expertos de la época) que catalogaba la personalidad de los individuos en cuatro estados y que fue conocida como la ‘Teoría de los humores’ y en la cual destacaba que el cuerpo humano producía una serie de fluidos (humores) que recorrían por el interior del organismo de cualquier persona y que eran los responsables de las enfermedades o estado de ánimo de cada individuo.

Esos fluidos eran: la sangre (producida por el corazón) la cual proporcionaba valentía y corajela bilis amarilla (producida en el hígado) que daba exacerbación y mal carácter;  la bilis negra (que se producía en el bazo y el hipocondrio) responsable del decaimiento, tristeza y la depresiónla flema (que se producía en los pulmones) que convertía a la persona en indiferente y aplacada.

El hipocondrio se encuentra inmediatamente debajo de las llamadas ‘costillas falsas’ y fue precisamente la relación de esa ‘bilis negra’ con la tristeza y depresión que padecían algunas personas (según dicha Teoría de los humores) la que originó que se conociera como ‘hipocondría’ al miedo a padecer enfermedades, debido a que el temor a padecerlas proporcionaba tal decaimiento en el ánimo de las personas.

Con el paso de los siglos y ya descartado científicamente este tipo de teorías, los términos ‘hipocondriaco’ e ‘hipocondría’ continuó utilizándose con el mismo sentido.

El término ‘hipocondriaco’ nos llegó a través del latín tardío ‘hypochondriacus’, proviniendo del griego ‘hypochondriakós’ y este a su vez de ‘hypochóndrion’ (hipocondrio) formado por ‘hypo’ (debajo) y ‘khondrión’ (cartílago), significando literalmente ‘cartílago que está debajo’ (de las costillas).

 

 

Te puede interesar leer también:

 

 

Fuente de la imagen: pixabay

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [12]

Décimo segunda entrega de la serie de post dedicados a traer a este blog un buen número (de docena en docena) de cosas que quizás no sabíais cómo se llamaban en realidad o que, posiblemente, conocías pero con otro nombre distinto.

Espero que la selección de palabras que he hecho en esta ocasión sea de vuestro agrado, al igual que ha ocurrido con las veces anteriores.

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [12]

 

Mohíno: Se trata de un estado de melancolía, tristeza o disgusto.

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [12]

 

Casmodia: Es la acción de bostezar seguida y repetidamente (incluso acompañado de algún espasmo) y que no se hace por cansancio, sueño o aburrimiento, sino debido a una afección neuronal.

 

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [12]

Conculcar: Es la acción de pisar para dejar la huella del pie en alguna superficie (por ejemplo en el fango, cemento fresco, arena de la playa…).

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [12]

 

Deliquio: Hace referencia al desmayo o desfallecimiento, pero también al decaimiento o pérdida del ánimo (tras una desgracia, en un momento de duelo…).

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [12]

Trasunto: Se trata de la copia (exacta) que se hace de un escrito u obra. Es lo que se hacía antiguamente (antes de la invención de la imprenta) con los libros o los textos originales. El realizar copias a mano de estos se denominaba como ‘trasuntar’.

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [12]

 

Treno: Es una lamentación tras alguna desgracia o calamidad y también hace referencia a un tipo de canto fúnebre.

 

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [12]

Tocón: Un tocón no solo es alguien que toca mucho sino que en este caso hace referencia a la parte de un árbol que, tras ser talado, ha quedado en el suelo unido a las raíces. También es usado para hacer referencia al muñón de un miembro amputado.

 

Noluntad - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [12]

Noluntad: Se trata del acto de no querer hacer algo (en contraposición del término ‘voluntad’ que es la buena disposición a sí querer hacerlo).

 

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [12]Pogromo: Hace referencia a la masacre o aniquilación de un grupo de personas indefensas llevada a cabo por una multitud enfurecida (y alentada para hacerlo desde el poder). Proviene del ruso ‘pogrom’, cuyo significado literal es ‘destrucción o devastación’ y hace referencia a la persecución y matanza que padecieron los judíos (aunque hoy en día el término también es utilizado para referirse a otras culturas, religiones o grupos étnicos).

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [12]

Tirocinio: Este término suena como si se refiriese algún tipo de crimen, pero no, nada tiene que ver. En realidad el tirocinio, que es un término que está prácticamente en desuso, era sinónimo de principiante y/o aprendiz y hacía referencia al aprendizaje o noviciado en algún oficio u arte.

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [12]

Regolaje: Hace referencia al continuo estado de buen humor que tienen algunas personas (que suelen estar frecuentemente risueñas, dadas a las bromas y buen carácter).

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [12]

 

Adamar: Se refiere a acto de enamorarse de alguien, cortejarla y halagarla mediante piropos o palabras que destaquen sus atractivos.

 

 

 

Lee otros post relacionados:

 

 

Fuentes de las imágenes: Wikimedia commons / Wikimedia commons / maxpixel / pxhere / pixabay / Wikimedia commons / maxpixel /  giphy / Wikimedia commons / Wikimedia commons / pexels / Wikmedia commons

¿Por qué se llama ‘cólera’ al ataque de ira? ¿tiene algo que ver con la enfermedad del mismo nombre?

¿Por qué se llama ‘cólera’ al ataque de ira? ¿tiene algo que ver con la enfermedad del mismo nombre?

Se conoce como ‘cólera’ a una enfermedad intestinal infecciosa que provoca fuertes diarreas, vómitos y deshidratación. Desde la antigüedad se tenía el convencimiento que dicha dolencia estaba estrechamente relacionada con la ‘bilis’ (secreción amarillenta o verdosa, altamente amarga, y que es producida por el hígado de los vertebrados). De ahí su nombre ‘cólera’ que etimológicamente nos llega del latín ‘cholĕra’ y a éste del griego ‘cholḗ’ (χολή) que significaba literalmente ‘bilis’.

Por otro lado nos encontramos al médico griego Hipócrates de Cos (que vivió entre el 460 a.C y el 370 a.C) a quien se le atribuye una teoría (altamente defendida por los filósofos y expertos de la época) que catalogaba la personalidad de los individuos en cuatro estados (Teoría de los humores) y en la cual destacaba que esos estados (valiente, enojado, depresivo y calmado) eran producidos por cuatro fluidos (humores) que recorrían por el interior del organismo de cualquier persona.

Los líquidos que provocaban esas condiciones en el carácter de los individuos eran: la sangre (producida por el corazón) la cual proporcionaba valentía y coraje; la bilis amarilla (producida en el hígado) que daba exacerbación y mal carácter;  la bilis negra (que se producía en el bazo) responsable del decaimiento y la depresión; la flema (que se producía en los pulmones) que convertía a la persona en indiferente y aplacada.

Y fue precisamente la relación de esa ‘bilis amarilla’ con la ira y el enojo lo que le dio al término cólera (que, como unos párrafos más arriba he explicado, significa literalmente bilis) la acepción de exasperación, rabia, enfado o furia (entre otras) y dando origen a expresiones como ‘tener un ataque de cólera’, ‘entrar en cólera’ o ‘montar en cólera’.

 

 

Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones

 

 

Post realizado a raíz de una consulta realizada por Karla Lorente a través de la página en Facebook de este blog.
Fuente de la imagen: Craig Sunter (Flickr)

¿Cuál es el origen de la expresión ‘estar para el arrastre’?

¿Cuál es el origen de la expresión ‘estar para el arrastre’?

Este es otro de los muchos modismos que hemos incorporado a nuestro lenguaje coloquial y que tiene su origen en el mundo de la tauromaquia, concretamente del momento del ‘arrastre’, el acto de retirar de la plaza al toro tras caer éste sobre la arena (normalmente tras haberle dado muerte el torero durante la lidia, aunque se ha dado algún caso en el que ha caído por agotamiento).

El animal es retirado de la plaza por unas mulillas que lo arrastran hasta el desolladero.

Ese momento de extenuación del toro es el que dio origen a la expresión ‘estar para el arrastre’ para referirnos a un momento de cansancio, decaimiento o agotamiento extremo, tanto físico como moral (tras una larga jornada de trabajo, hacer deporte o simplemente por edad).

 

Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones

 

Fuente de la imagen: DanMaudsley (Flickr)

 

Nota importante:
Tanto este blog,  su autor, como la web en la que se encuentra alojado (20minutos.es) mantienen por convicción propia y como línea editorial el no fomentar ni apoyar la tauromaquia. Ello no exime, al mal llamado ‘arte’, de haber proporcionado un sinfín de interesantes anécdotas y/o curiosidades a lo largo de la historia siendo dignas de su publicación en esta página, sin que esto pueda representar un cambio de actitud hacia la misma.