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¿Cuál es el origen del término ‘moroso’?

Se conoce como ‘moroso’ a aquel individuo que no satisface la liquidación de sus deudas, es mal pagador (demorándose en el pago) e incluso quien se escabulle de dicha responsabilidad.

¿Cuál es el origen del término ‘moroso’?

Durante los tiempos de crisis económicas hay un repunte de ‘morosidad’, surgiendo numerosas empresas o profesionales que se dedican al cobro de deudas contraídas por alguien con un tercero (algunas célebremente famosas por el vestuario o métodos utilizados).

El término moroso procede del latín ‘morōsus’, que antiguamente se utilizaba para referirse a la ‘lentitud’, ‘tardanza’ o ‘calma’ en realizar algo (pero no concretamente un pago) y el significado original venía a ser ‘el que va lento’ (en referencia a la realización de alguna cosa). ‘Morōsus’ a su vez provenía del vocablo latino ‘mora’ (retraso), naciendo de ahí otros términos como ‘demora’ (tardanza en cumplir una obligación).

No fue hasta la edición de 1884 cuando el diccionario de la RAE añadió a la acepción de ‘moroso’ la de ‘acreedor’ y fue en la edición de 1925 cuando aparece por primera vez, vinculado a ese término, el concepto de ‘deudor’.

Cabe destacar que algunas son las páginas y fuentes que señalan erróneamente que el término ‘moroso’ proviene directamente del latín ‘mōrosus’ en lugar de morōsus (observar la diferencia en las oes), no teniendo nada que ver ese mōrosus  con la tardanza o lentitud y significando realmente ‘malhumorado o de carácter difícil’, un pequeñísimo detalle que puede cambiar por completo la etimología del vocablo.

 

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Fuente de imagen: pikrepo

¿De dónde proviene llamar ‘calendario’ al sistema que marca los días del año?

¿De dónde proviene llamar ‘calendario’ al sistema que marca los días del año?

El término ‘calendario’ proviene etimológicamente del vocablo en latín ‘calendarĭum‘ que era el nombre con el que la Antigua Roma se le llamaba al libro donde se anotaba la contabilidad.

Y es que el mencionado ‘calendarĭum’ provenía a su vez del término ‘kalendae’ (calendas) con el que se designaba al primer día del mes romano y, por tanto, al día en que estaba estipulado efectuar los pagos (en las transacciones comerciales, tributos…)

Fueron las calendas lo que dieron origen al término calendario con el que designamos al sistema que marca los días del año (y que actualmente también podemos llamar anuario o almanaque). El primer día de mes era el más temido por todos aquellos que tenían que hacer frente algún pago, debido a que era cuando se les presentaba la persona encargada de cobrarles (comúnmente llamado ‘contador’) que iba provisto de su libro de cuentas (calendarĭum) donde anotaba quien pagaba y quién no.

Aquellos que no podían hacer frente a sus pagos y quedaban como morosos eran comparados con los griegos, utilizándose la expresión ‘ad calendas graecas’ que significaba ‘en las calendas griegas‘, ya que en el calendario de la Antigua Grecia no tenían calendas, no habiendo un día estipulado para el cobro y, por tanto, los plazos o pagos no solían cumplirse.

Como dato curioso, debemos tener en cuenta que el antiguo calendario romano era muy diferente a como hoy lo conocemos y en él podemos encontrarnos que el año era lunar, comenzaba en marzo y constaba de tan solo diez meses. Así se mantuvo desde el siglo VIII a.C. hasta el año 46 d.C. en el que Julio César introdujo el ‘calendario juliano’. El que utilizamos hoy en día es el ‘calendario gregoriano’ en vigencia desde 1582.

 

 

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Fuentes de consulta: etimologias.dechile / RAE 1 / RAE 2 / RAE 3 / aliso.pntic
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