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Media docena de palabras recogidas en el diccionario de la RAE y que quizás no conocías (XVI)

Soy un amante de las palabras y los palabros y continuamente ando buscando y rebuscando en el diccionario y otras publicaciones, todo tipo de términos que no sean popularmente conocidos pero que tienen algún significado relevante (o lo tuvo en el pasado, ya que también amo aquellos vocablos que se encuentran en desuso).

Media docena de palabras recogidas en el diccionario de la RAE y que quizás no conocías (XVI)

Tengo una gran recopilación y aquí os traigo la decimosexta entrega de ‘Media docena de palabras recogidas en el diccionario de la RAE y que quizás no conocías’:

Esconjuro:

Exorcismo contra los malos espíritus.

Perdulario:

Que pierde las cosas frecuentemente.
Sumamente descuidado en sus intereses o en su persona.
Vicioso incorregible.

Pródromo:

Malestar que precede a una enfermedad.

Catalina:

Excremento, especialmente el humano.
En bicicletas y motocicletas, plato grande en donde se engancha la cadena.

Tercerol:

En algunas cosas, lo que ocupa el lugar tercero, como el remo de la tercera bancada, el rizo chico en los faluchos, etc.

Tronga:

Mujer galanteada o pretendida por un hombre.

 

 

 

Lee y descubre el curioso origen, historia y etimología de infinidad de palabras y palabros

 

 

Fuente de la imagen: nubedepalabras

¿Cuál es el origen de la expresión ¡Que si quieres arroz, Catalina!?

Cuando alguien hace caso omiso a lo que le están diciendo hay una frase que le viene al pelo para esa situación, ésta es “¡Que si quieres arroz, Catalina!”.

En el libro Diccionario de refranes, dichos y proverbios de Luís Junceda he encontrado el que puede ser el origen de dicha frase:

Vivía en la provincia de León un judío converso cuya esposa se llamaba Catalina. A ésta le gustaba tanto el arroz que lo consumía a diario y además se lo recomendaba a todo el mundo, como el remedio ideal para los males. Un día Catalina cayó enferma y como rechazara todo tipo de medicamentos, sus deudos decidieron servirle una escudilla de arroz, pero ésta lo rehusó también. «Que si quieres arroz, Catalina», le gritaban éstos una y otra vez. Pero Catalina entregó su alma a dios, rechazando lo que con tanto entusiasmo había aclamado en vida.

 

 

(Fuente: “Diccionario de refranes, dichos y proverbios” de Luís Junceda)