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¿Cuál es el origen del término ‘quisquilloso’?

A través de mi perfil @curiosisimo (en la red social TikTok), me preguntan sobre el origen del término ‘quisquilloso’.

¿Cuál es el origen del término ‘quisquilloso’?

Se conoce como ‘quisquillosa’ a la persona susceptible a enfadarse u ofenderse con facilidad, que casi cualquier cosa le molesta y anda quejándose o protestando continuamente, además de reparar en los más mínimos detalles de los asuntos.

Sobre el origen etimológico del término no existe un consenso entre los etimólogos, encontrándonos que, dependiendo de la fuente de consulta, podemos encontrar diferentes explicaciones sobre la procedencia del vocablo.

Por un lado, el diccionario de la RAE da como respuesta a la entrada ‘quisquilloso’ las siguientes explicaciones: ‘Que se para en quisquillas (pequeñeces)’, ‘Demasiado delicado en el trato común’ y ‘Fácil de agraviarse u ofenderse con pequeña causa o pretexto’, no indicando en ningún momento la etimología de la palabra.

La mencionada entrada redirige en la segunda acepción hacia la palabra ‘quisquilla’: ‘Reparo o dificultad menuda, pequeñez’ y ‘camarón (crustáceo)’ e indica que este término proviene del latín (escrito del mismo modo) y que significaba ‘menudencias’.

Curiosamente, la palabra quisquilla fue recogida por primera vez en el diccionario de la Academia usual en su edición de 1803 y lo hacía como ‘reparo o dificultad de poco momento’, pero sin alusión alguna al crustáceo (que sí había aparecido medio siglo antes en el diccionario de Esteban de Terreros y Pando (1788) con la acepción de ‘especie de pescado marino a modo de araña, pero muy sabroso’). No fue hasta la edición de 1925, del diccionario de la RAE, cuando se le añadió, a la entrada ‘quisquilla’, la acepción de ‘camarón’.

Pero el origen dado por los académicos al término ‘quisquilloso’, remitiéndolo a la entrada ‘quisquilla’ (en relación a ‘menudencia’) no convence a un gran número de lingüistas y etimólogos y entre las voces discordantes nos encontramos la de Joan Corominas que señalaban como más que posible origen a una probablemente alteración del vocablo ‘cosquilloso’, cuyo significado es ‘Muy delicado de genio y que se ofende con poco motivo’ (además del conocido ‘Que siente mucho las cosquillas’).

Y es que la forma ‘cosquilloso’ ya aparecía recogido en diccionarios desde varios siglos antes de hacerlo la forma ‘quisquilloso’ y existiendo entre ambos términos muchos parecidos en sus respectivas definiciones.

 

 

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Fuente de la imagen: openclipart

Astaxantina, el pigmento que le proporciona al salmón su característico color

Astaxantina, el pigmento que le proporciona al salmón su característico color

El salmón es uno de los pescados más consumidos en todo el planeta y que puede ser servido de múltiples maneras: a la plancha, al horno, marinado, con salsa, en sushi, ahumado y un larguísimo etcétera.

Aparte de su sabor, una de las cosas que lo hace más característico es el color de su carne, que puede ir desde un rosáceo intenso a un anaranjado apagado. Los motivos por el que el color del salmón cambie su tonalidad se debe a su alimentación.

Astaxantina, el pigmento que le proporciona al salmón su característico colorLos ‘salmones salvajes’ presentan un color más rojizo si han sido pescados más hacia el norte o más anaranjados si lo han hecho más hacia el sur. Esto depende de los crustáceos con los que se alimentan esos salmones que suelen ser el ‘krill’ (que les aporta el rojo) o ‘camarones’ (dándoles un color más naranja). Estos crustáceos son ricos en ‘astaxantina’ una sustancia que es la que les proporciona el pigmento que les da su característico color o tonalidades.

Pero en realidad, la cantidad de salmón salvaje (pescado en su propio hábitat) que llega a nuestras mesas es ínfimo en comparación al que lo hace proviniendo de una piscifactoría.

El problema radica en que los salmones criados en piscifactorías no tienen una alimentación rica en crustáceos, como ocurre con los que viven en libertad, ya que sería excesivamente caro (la base principal de su alimentación en cautividad es el pienso) lo cual hace que la carne del salmón de piscifactoría tenga en realidad un color grisáceo; algo que provocaría que la mayoría de los consumidores lo rechazasen a la hora de presentárselo en un plato o en un comercio.

Para evitar el rechazo del consumidor y que la carne de los salmones presenten un aspecto de color gris, lo que se hace es administrarles, como parte de su alimentación, un suplemento que contiene la astaxantina presente en los crustáceos.

La forma de obtener esa astaxantina puede ser de dos modos: natural (mediante el triturado y pulverización de la cáscara de crustáceos como camarones o kril) o artificial (sintetizándolo a partir de microalgas).

Astaxantina, el pigmento que le proporciona al salmón su característico color (Carta de color del salmón)La astaxantina es comercializada por empresas especializadas que incluso ofrecen a los responsables de las piscifactorías una carta de color en el que aparecen todas las tonalidades del llamado ‘color salmón’ y en función de ello se le proporciona al pez más cantidad o menos del pigmento que acabará tiñendo su carne y llegará hasta el consumidor presentando su característico color.

Cabe destacar que el hecho de proporcionar la astaxantina no reporta peligro alguno para el consumo humano, aunque en el caso de la artificial está legislada la cantidad que se les debe proporcionar a los salmones por cada kilo de pienso que se les da de comer y esa dosis máxima es de 100 miligramos (no suelen superarse las dosis de 60 miligramos).

Actualización: Tal y como me apunta el amigo Juan Revenga, a través de twitter, la astaxantina es el mismo pigmento que hace que las ‘truchas arco iris’ de piscifactoría nos las vendan como ‘asalmonadas’.

 

 

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Fuentes de consulta y más info: thenewdaily / theatlantic / smithsonianmag / gizmodo (1)  / gizmodo (2) /  dsm / fao.org / efsa (pdf)

Fuentes de las imágenes: pixabay / wikimedia commons / dsm