Alfred López 02 de agosto de 2023
A través de mi cuenta @yaestaellistoquetodolosabe2 en Instagram, me preguntan cómo sabe el surtidor de gasolina que el depósito ya está lleno.
Cuando vamos a una gasolinera, hay tres formas de repostar el depósito de nuestro vehículo. La primera es pagando por adelantado una cantidad de dinero o indicar en el surtidor cuánta cantidad queremos y la gasolina sale hasta que se alcanza ese precio. La segunda es controlar la cantidad y detener el flujo de gasolina manualmente. Y la tercera es dejar que el surtidor detecte automáticamente cuando el tanque está lleno y se detenga por sí solo, produciendo un chasquido característico. Para esto, se usa una palanca que fija el gatillo del surtidor para que salga combustible hasta que el sensor detecte que el depósito se ha llenado, evite que siga saliendo y rebose combustible hacia el exterior.
La razón por la que el surtidor de gasolina se para de golpe, evitando que salga más gasolina aunque sigamos apretando el gatillo, es gracias a lo que se conoce como ‘efecto Venturi’, un principio de la física que describe cómo la velocidad de un líquido o gas aumenta cuando se mueve a través de un espacio estrecho, lo que provoca una disminución en la presión.
Los surtidores de gasolina utilizan este principio para saber cuándo el depósito del coche está lleno.
El surtidor tiene una abertura que se hace más estrecha a medida que entra el combustible en el tanque y cuando la gasolina fluye a través de esta abertura, la velocidad aumenta y la presión disminuye, lo que se detecta mediante un sensor.
Cuando la presión alcanza un cierto nivel, el sensor detiene el suministro de gasolina al tanque, lo que indica que ya está lleno. Este método de detección es muy preciso y es utilizado en la mayoría de los surtidores de combustible en todo el mundo. Gracias al efecto Venturi, los surtidores son capaces de detectar con precisión cuándo un depósito está lleno, lo que ayuda a prevenir el exceso de llenado y la pérdida de combustible.
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Fuente de la imagen: Wikimedia commons
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Alfred López 15 de enero de 2015
Días atrás publicaba el post ‘Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban’ el cual alcanzó un gran éxito de lectura y muchos fueron quienes lo compartieron en sus redes sociales.
Haciendo caso a varias peticiones que he recibido a través de los diferentes medios de contacto, en el post de hoy os traigo una segunda entrega con otra docena de cosas que quizás no sabíais cómo se llamaban, el cual espero sea de vuestro agrado, al igual que ocurrió la vez anterior:
Chicote:
A muchos os vendrá a la cabeza el popular chef y presentador de televisión Alberto Chicote, pero, en este caso, un chicote es el nombre que se le da a la colilla de un cigarro puro
Zorongo:
Nombre que recibe el característico pañuelo doblado (en forma de venda) que llevan en la cabeza los baturros (, el Diccionario de la RAE los define como «aragoneses rústicos»)
Guedeja:
Es la melena del león. También se le llama así a las melenas muy largas en general
Baceta:
Son aquellas cartas (naipes) que se quedan en un montón y sin repartir (también llamada baza)
Dilúculo:
La última parte en la que se divide la noche. Es justo el momento anterior al que va a asomar el primer rayo de Sol.
Boquerel:
Es la pieza que se encuentra en la manguera de un surtidor de gasolina la cual agarramos y apretamos el gatillo para que salga el combustible
Sicote:
La mugre que se acumula en el cuerpo (sobre todo en los pies) por la falta de higiene y limpieza
Bazucar:
Lo que hacemos con un vaso o cualquier otro recipiente que contiene un líquido y movemos dando giros con la muñeca con el fin de removerlo (por ejemplo el azúcar de un café cuando no tenemos cucharilla)
Bomborombillos:
Es el acto de llevar a alguien montado sobre los hombros (muy típico hacérselo a toreros, deportistas o a los niños pequeños)
Chisguete:
Se llama así al chorrito de un líquido que sale disparado con fuerza (por ejemplo el de una pistola de agua) Pero un chisguete también es pedir que te sirvan un culín de vino (un trago corto)
Zupia:
Y hablando de vino, la zupia es el poso o residuo que queda al fondo de la botella o copa
Jareta:
Es el dobladillo que llevan muchas piezas de ropa por el que se coloca y/o asoma un cordón, goma o cinta que sirve para ajustar la prenda (pantalones, sudaderas…)
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