Entradas etiquetadas como ‘bofetada’

¿De dónde proviene llamar ‘papirotazo’ o ‘capirotazo’ al golpe que se da con el dedo corazón?

Existe una etimología popular y errónea que indica que el término ‘papirotazo’ para llamar al el golpe que se da con el dedo corazón, cogiendo fuerza con éste al aprisionar la uña con la yema del pulgar y dejándolo ir sobre el objetivo a golpear, proviene del gesto que se hacía tiempo atrás sobre los papiros (láminas utilizadas en la antigüedad para escribir).

¿De dónde proviene llamar ‘papirotazo’ o ‘capirotazo’ al golpe que se da con el dedo corazón?

En realidad el denominar ‘papirotazo’ (o ‘papirote’) a ese tipo de golpe proviene del lugar de la anatomía en el que originalmente se daba ese tipo de golpe: el papo o papada, la parte que se encuentra entre la barbilla y el cuello.

Y es que antiguamente era muy común golpear en esa zona, como forma de afrenta hacia alguien e incluso en un popular juego infantil.

Si se daba con el dedo, soltándolo violentamente bajo la barbilla, era conocido como papirote o papirotazo, pero si el lugar que se golpeaba (también con el dedo) era otra parte de la cabeza (normalmente la frente), entonces recibía el nombre de ‘capirotazo’ (del latín ‘caput’, cabeza, que también dio el término ‘capirote’).

Cabe señalar que, cuando el golpe dado en la papada no era con el dedo sino con la mano (en forma de bofetada) recibía el nombre de ‘sopapo’.

 

 

Lee y descubre el curioso origen, historia y etimología de infinidad de palabras y palabros

 

 

 

Fuente de la imagen: pixabay

Curiosidades sobre algunos tipos de bofetadas y sus etimologías

Infinidad de términos son los utilizados como sinónimos para referirse a una bofetada: guantazo, revés, bofetón, cachete, soplamocos o sopapo (entre otros).

Algunas curiosidades sobre los tipos de bofetadas y sus etimologías

Pero en realidad, aunque todos se refieren al acto del golpe que se da en la cara con la mano abierta, no todos tienen las mismas connotaciones.

Por ejemplo el revés se produce cuando se da con el reverso y no la palma de la mano.

El guantazo es, tal y como su nombre indica, el que se propina con un guante, pero éste no está colocado en la mano, sino agarrado con esta y es esa prenda vacía la que golpea contra la cara del agredido.

Algunas curiosidades sobre los tipos de bofetadas y sus etimologías

Se conoce como ‘soplamocos’ al bofetón que se le da a alguien en todas las narices (con la mano abierta, no el puño), con tal fuerza que el agredido acaba soltando mocos debido a dicho golpe.

El sopapo en realidad no es una bofetada que se da en la cara sino bajo la barbilla, en la parte conocida como ‘papada’. Y es que el término (que proviene del latín escrito del mismo modo) está compuesto por ‘so’ que significa ‘debajo’ y ‘papo’ que es como se conoce a la parte que se encuentra entre la barbilla y el cuello.

 

 

Quizás os interese leer el post: ¿Por qué antiguamente durante las ejecuciones públicas los padres abofeteaban a sus hijos?

 

 

Fuente de las imágenes: clker / giphy

¿De dónde proviene decir ‘sopapo’ y ‘soplamocos’ para referirnos a dar una bofetada a alguien?

¿De dónde proviene decir ‘sopapo’ y ‘soplamocos’ para referirnos a dar una bofetada a alguien?

A través del apartado de contacto de este blog, Nicolás (Nic Furia) me hace llegar un correo en el que me consulta sobre la procedencia de los términos ‘sopapo’ y ‘soplamocos’.

Como otras tantas veces os he explicado en este blog, nuestra lengua es rica en vocablos para referirnos de innumerables maneras a una misma cosa. Y como ejemplo tenemos el término ‘bofetada’ del que encontramos multitud de sinónimos: guantazo,  bofetón, cachete,  mamporro, revés, tabanazo, tapaboca, torta, tortazo, galleta, manotazo, papirotazo, pescozón, sopapo o soplamocos (estos son solo unos pocos ejemplos entre los muchísimos que hay).

Sopapo proviene del término en latín escrito del mismo modo y está compuesto por ‘so’ que significa ‘debajo’ y ‘papo’ que es como se conocía a la ‘papada’ o parte que se encuentra entre la barbilla y el cuello. En su origen, un sopapo era el golpe seco que se daba en esa parte (en la papada). Con los años quedó como sinónimo de bofetada o golpe que se da con la mano, aunque sin determinar en qué parte de la cara/cabeza.

En cuanto al término ‘soplamocos’ podemos encontrar que también se utiliza para definir varias cosas diferentes: se conoce como soplamocos al niño pequeño que continuamente está resoplando por la nariz y lleva mocos colgando (suele usarse el término para señalar a alguien de carácter o comportamiento infantil); también encontramos que soplamocos se ha convertido en sinónimo de bofetada o golpe que se da con la mano y es que, originalmente, (sobre todo en el Siglo de Oro) se conocía como soplamocos a aquel bofetón que se le daba a alguien en todas las narices, con tal fuerza que el agredido soltaba mocos debido a dicho golpe.

 

Quizás os interese leer el post: ¿Por qué antiguamente durante las ejecuciones públicas los padres abofeteaban a sus hijos?

 

 

Fuente de la imagen: clker

¿Por qué antiguamente durante las ejecuciones públicas los padres abofeteaban a sus hijos?

¿Por qué antiguamente durante las ejecuciones públicas los padres abofeteaban a sus hijos?Tiempo atrás, cuando las ejecuciones a los presos se realizaban públicamente en una plaza, para el disfrute y regocijo de los habitantes de la población, existía una curiosa práctica realizada por un gran número de padres hacia sus hijos.

Esta costumbre consistía en asestar una bofetada en la mejilla derecha del muchacho en el mismo instante en que el filo decapitaba la cabeza del condenado o el verdugo abría la trampilla de la horca.

A la sonora bofetada le seguía unas sabias palabras del progenitor (que muy posiblemente habría heredado de su padre décadas atrás, en una situación similar) y no eran otras que un recordatorio de esa ejecución para el resto de la vida del joven, indicándole que un mismo destino, como el que había tenido el desgraciado que se encontraba yaciendo muerto sobre el cadalso, podría ser el futuro que le esperase al muchacho en caso de meterse en problemas con la justicia y no llevar una vida recta y digna.

Ese ritual de iniciación venía a marcar la puesta de largo del joven (por llamarlo de algún modo) siendo a partir de ese momento cuando comenzarían a tratarlo como a un adulto más de la familia, debiendo incorporarse a la vida laboral y tener responsabilidades.

 

Portada Vuelve el listo que todo lo sabe

 

Curiosidad que forma parte del libro “Vuelve el listo que todo lo sabe” de Alfred López.
Compra el libro online y recíbelo cómodamente a través de Amazón: http://amzn.to/2CbI1Cw