Entradas etiquetadas como ‘atención’

¿De dónde proviene el término ‘apreciar’?

El término ‘apreciar’ abarca una variedad de significados, pudiéndose referir al hecho de reconocer y valorar el mérito de alguien o algo, sentir afecto o estima hacia alguien, percibir algo a través de los sentidos o la mente, o bien, en contextos financieros, se usa para indicar el aumento del valor de una moneda en el mercado de divisas o para poner precio a productos vendibles.

¿De dónde proviene el término ‘apreciar’?

Su origen etimológico lo encontramos en el latín appretiare, compuesto por el prefijo ad (hacia), pretium (precio o valor), y la terminación verbal -are, significando originalmente la estimación del valor o precio de algo.

Con el tiempo, el vocablo ‘apreciar’ evolucionó y amplió su significado para incluir la idea de reconocer y estimar el mérito de alguien o algo, así como sentir afecto hacia ellos, percibir a través de los sentidos una cosa o su tamaño, forma, intensidad, etc., y el resto de significados descritos en el primer párrafo.

 

 

Encuentra más curiosidades como esta leyendo otros post de este blog o en mi libro ‘El listo que todo lo sabe ataca de nuevo. Palabras y palabros’

 

Fuente de la imagen: pixabay

¿De dónde provienen las expresiones ‘Ponerse en guardia’ y ‘Bajar la guardia’?

A través de mi perfil @curiosisimo (en la red social TikTok), me preguntan sobre de dónde provienen las expresiones ‘Ponerse en guardia’ y ‘Bajar la guardia’ y si el término ‘guardia’ tiene algo que ver con la policía o los soldados.

¿De dónde provienen las expresiones ‘Ponerse en guardia’ y ‘Bajar la guardia’?

Varias son las acepciones que el diccionario da para el término ‘guardia’, entre las que encontramos aquellas que hacen referencia a los soldados o miembros de un cuerpo armado encargados de la vigilancia, custodia y protección de personas o lugares y también nos ofrece la explicación que, en el mundo del deporte, se denomina de ese modo a la postura del cuerpo y los brazos que sirven para protegerse de los ataques de los adversarios en el boxeo y la esgrima.

Es precisamente en estas disciplinas deportivas en donde surgieron expresiones como ‘ponerse en guardia’, la cual hacía referencia al acto de colocarse en actitud de prevención ante un ataque del adversario, con una postura en modo de defensa y ‘bajar la guardia’, utilizada para indicar que se ha descuidado la vigilancia o defensa y, por lo tanto, puede ser atacado o golpeado por el rival.

Aquellos que sean aficionados a este tipo de deportes (e incluso a las artes marciales) muy probablemente hablan escuchado en más de una ocasión a los entrenadores indicar a los deportistas que se pongan en guardia o no bajen la guardia, siendo estas expresiones unas coletillas muy utilizadas en la ficción cinematográfica o literaria.

Con el tiempo el uso de este tipo de locuciones se ha trasladado también fuera del ámbito deportivo, siendo común utilizarlas para indicar que alguien no está atento o no rinde correctamente (ha bajado la guardia) o es una persona desconfiada ante algún asunto (se ha puesto en guardia).

 

 

Lee y descubre el curioso origen, historia y etimología de infinidad de palabras y palabros

 

  

Fuente de la imagen: pxhere

‘Caricia’ y ‘caridad’, dos términos con una misma raíz etimológica

En mi búsqueda de términos que comparten una misma raíz etimológica he dado en esta ocasión con los vocablos ‘caricia’ y caridad’.

‘Caricia’ y ‘caridad’, dos términos con una misma raíz etimológica

Conocemos como caricia a la demostración afectuosa de cariño, normalmente en forma de rozar suavemente la mano sobre alguna parte del cuerpo (ya sea de un humano o un animal). El término proviene del italiano ‘carezza’ y que está formado por ‘caro’ (‘querido’ y proveniente del vocablo latino ‘carus’, de exacto significado) y el sufijo ‘-ezza’ (utilizado para indicar cualidad).

Por su parte, el término ‘caridad’ hace referencia al acto solidario y altruista de ayudar al prójimo (ya sea económicamente o auxiliándole en persona). Etimológicamente proviene del latín ‘carĭtātis’ formado por el mencionado vocablo ‘carus’ (querido) y el sufijo ‘-tas’ (cualidad), siendo originalmente su significado ‘Virtud o cualidad de amar’.

Cabe destacar que es frecuente creer que el término ‘cariño’ también tiene la misma procedencia etimológica, pero, en este caso, su raíz proviene del latín ‘carere’ (carecer) y originalmente hacía referencia al sentimiento o nostalgia que se sentía hacia alguien o algo de lo que se estaba privado.

 

 

 

Lee y descubre el curioso origen, historia y etimología de infinidad de palabras y palabros

 

 

Fuente de la imagen: create.vista
Fuentes de consulta: etimologias.dechile (I) / etimologias.dechile (II) / etimologias.dechile (III) / RAE (I) / RAE (II) / RAE (III)

¿Por qué solemos bajar el volumen de la radio cuando buscamos aparcamiento?

¿Por qué solemos bajar el volumen de la radio cuando buscamos aparcamiento?

Durante algún tiempo creí que era un bicho raro porque tenía la costumbre de bajar el volumen de la radio (e incluso apagarla) en el momento exacto de empezar a buscar una plaza de aparcamiento. Después, con el tiempo, me di cuenta que no era el único que lo hacía y que era algo habitual que realiza muchísimas personas cuando intentan estacionar su vehículo.

Esto no le ocurre a todo el mundo pero sí a un buen grupo de persona que no estamos dotados de un cerebro multitarea, o lo que es lo mismo, no estamos capacitados para hacer algo que requiere nuestra concentración (en este caso buscar un hueco donde aparcar) y al mismo tiempo que haya un factor externo que pueda distraer nuestra atención (escuchar la radio o mantener una conversación con el copiloto).

No sólo nos ocurre cuando buscamos sitio donde aparcar, también cuando conducimos por un lugar que no conocemos y debemos ir mirando las diferentes señales y carteles.

Evidentemente sí que podemos hacer varias cosas a la vez, pero siempre y cuando no requieran toda nuestra atención.

Podemos pasear e ir charlando amigablemente, atender llamadas de teléfono y pensar en nuestras cosas al mismo tiempo, pero si tenemos que resolver una duda (por ejemplo hacer un cálculo mental) el ritmo en el que vamos paseando desciende e incluso llegamos a pararnos para pensar con más claridad.

Lo mismo ocurre si estamos trabajando, cocinando o realizando alguna tarea y tenemos de fondo puesta la radio o televisión, si de repente nos surge un problema y debemos resolverlo antes de hacerlo bajaremos el volumen o apagaremos el aparato de un modo espontaneo.

Los más jóvenes están mucho más preparados para poder realizar varias cosas a la vez, aunque una de ellas requiera más atención. Ello es debido a que han crecido en un entorno rodeado de las multifunciones que internet y las redes sociales les proporciona, y esto se nota en que son los que mejor preparados están para ir comentando lo que están viendo por la televisión, en un concierto o un evento y no perder el hilo de ello, mientras que las personas más mayores nos cuesta un mundo hacerlo y cuando tuiteamos sobre algo que sale por la tele (por poner un ejemplo) durante esos segundos estamos perdiendo la atención de lo que ha ocurrido en el programa o, por decirlo de otro modo, perdemos el hilo.

 

Lee y descubre en este blog más posts con curiosidades de ciencia

 
Fuente de la imagen: backtoblack18 (deviantart)