Alfred López 29 de marzo de 2019
A través del perfil de este blog en Instagram (@yaestaellistoquetodolosabe2) Nieves Parral me consulta de dónde proviene el término ‘masaje’ y si éste, en su origen, tenía algo que ver con la acción de ‘amasar’.
La respuesta a la segunda cuestión es afirmativa, debido a que, el vocablo que utilizamos para referirnos a la friega o frotación que se realiza, normalmente, con las manos sobre alguna parte del cuerpo, con intención de aliviar y/o relajar, proviene de la similitud de esos gestos con la acción de amasamiento (por ejemplo para hacer pan).
Al castellano llegó desde el francés ‘massage’, de idéntico significado, y éste provenía también del galo ‘masser’, que era el verbo utilizado para referirse a la acción de mezclar con las manos y dar forma a una masa (ya fuese para hornear un pan, hacer algún tipo de barro para moldear…). El término francés para referirse a esos tipos de masa era ‘masse’, provenía del vocablo latino ‘massa’ y al latín llegó desde el griego ‘mâza’ (μᾶζα) que hacía referencia al resultado de mezclar harina y agua para cocinar algún tipo de pastel.
Como es bien sabido, para la consecución de una buena masa y para que ésta quede homogénea, es imprescindible dedicar un buen rato a manosear y mezclar bien los ingredientes. Los movimientos que se hacen con las manos, por ejemplo sobre la espalda, para dar un masaje recordaban a la acción de amasar y de ahí que recibiera ese mismo nombre.
Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones
Fuente de las imágenes: pixabay (1) / pixabay (2)
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Alfred López 19 de enero de 2015
Posiblemente a muchos de los lectores y lectoras de este blog, tal y como han leído la palabra ‘poya’ en el título del post, le ha venido a la mente y lo han relacionado con el órgano sexual masculino, pero no, el modo de llamar al pene de forma vulgar es polla, con doble ele (o ‘elle’ como algunos, consciente aunque incorrectamente, la llamamos) y el término del cual voy a hablar hoy en esta entrada nada tiene que ver y además es con i griega (la RAE se empeña en llamarla ‘ye’).
La ‘poya’ era el pago que se realizaba por utilizar un horno común.
Muchos eran los pueblos en los que antiguamente no se permitía disponer de horno en las casas particulares, por lo que para hornear el pan debían acudir a uno comunitario. Ese lugar era conocido como ‘horno de poya’.
Este tipo de locales donde se encontraba el horno para uso común surgió alrededor del siglo XVI y solía estar en una casa propiedad de uno de los señores feudales o del Concejo municipal siendo una persona (el hornero) la encargada de mantener el horno encendido y preparado (durante todos los días del año) para su uso por todos aquellos lugareños que lo necesitasen, teniendo éstos que pagar por el derecho de uso (que podía ser en especies: parte del pan horneado o con dinero), este acto de remunerar al hornero es lo que se conocía como ‘poyar’.
Anualmente, mediante subasta pública, se elegía al hornero que se ocuparía de tener el horno de poya listo durante todos los siguientes 365 días.
Etimológicamente el término poya tiene la misma procedencia que poyo -del que os hablé en el post ¿Cuál es el origen de la expresión ‘Montar un poyo’?– (podĭum en latín) y cuyo diferentes significados son podio (tribuna/tarima en la que subirse), banco de piedra junto a la pared a la entrada de muchas casas de campo/pueblo y también (que es la que nos interesa en este caso) la tabla o banco de piedra utilizado como encimera que se colocaba en las cocinas (seguro que más de uno/a le llamáis o habéis escuchado a alguien llamarlas poyos o poyetes).
En los hornos de poya esa encimera (poyo) estaba colocada junto al horno y ahí era donde se dejaba la masa para que se asentase antes de introducirla para ser horneada.
Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones
Nota: Este post es mi aporte a la iniciativa #LunesPollas convocada por Francis R. Villatoro (@emulenews) a través del portal Naukas y en el que un gran número de blogueros y divulgadores publicaran posts relacionados con el pene (desde el lado científico del tema, evidentemente). Se trata de la continuación del de la semana pasada #LunesTetas y en el que publiqué el post “¿De dónde surge la expresión ‘Tiran más dos tetas que dos carretas’?”. En esta ocasión he querido aprovechar la confusión y juego que trae dicha palabra (polla/poya).
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