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¿Sabes a qué hace referencia el término ‘tirocinio’?

El término ‘tirocinio’ es un cultismo con el que, tiempo atrás, se denominaba el aprendizaje o noviciado en algún oficio, arte o religión.

¿Sabes a qué hace referencia el término ‘tirocinio’?

Etimológicamente, proviene del latín ‘tirocinium’, cuyo significado era ‘aprendizaje del recluta’ y a su vez este vocablo provenía de ‘tironis’ (recluta).

Aparece recogido por primera vez en un diccionario académico en la edición de 1780 del Diccionario Usual de la RAE, dándole la siguiente acepción: ‘El primer ensayo del que aprende cualquier arte. Regularmente se entiende por el noviciado de la religión’.

 

 

Lee y descubre el curioso origen, historia y etimología de infinidad de palabras y palabros

 

 

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¿De dónde proviene la costumbre de regalar una manzana a los maestros?

Desde hace mucho tiempo existe una curiosa costumbre que consiste en regalar al maestro una manzana, como forma de agradecimiento por su labor docente.

¿De dónde proviene la costumbre de regalar una manzana a los maestros?

No se sabe a ciencia cierta cuándo y dónde nació la tradición, existiendo varias conjeturas sobre el motivo que originó esta tradición.

Un gran número de fuentes apuntan a que en la antigüedad se consideró que la manzana representaba la sabiduría, por lo que una manera de devolver el favor de lo que se había aprendido en la escuela era obsequiando al maestro con una pieza de esta fruta.

De todos modos, muchas son las referencias a ese acto tanto en tiempos de la Antigua Grecia como durante la Edad Media. Eso sí, no se trataba de alumnos que eran niños sino adultos que iban a aprender y escuchar de los grandes sabios y filósofos. Algunas de estas clases tenían lugar en un prado, bajo la sombra de un manzano. Era común que un alumno alcanzara la manzana más madura para ofrecérsela al maestro.

Cabe destacar que hay quien señala que dicha hipótesis contradice a la creencia popular (que desde el cristianismo se difundió a través de los evangelizadores) de que la manzana era el fruto prohibido.

Otros opinan que antiguamente los maestros pertenecían a uno de los colectivos peor remunerados, además de que muchos alumnos provenían de familias humildes y una de las formas para pagar y/o agradecer las clases era llevándole algo de comer, siendo las manzanas lo más común o popular.

Hay numerosas historias y cuentos publicados referentes a esto y en alguno se explica que eran tantas las manzanas que podían llegar a recibir los docentes en un mismo día (echándose a perder la mayoría) y otros en los que no les llevaban ninguna que se optó por organizarse para que cada día fuese un alumno diferente quien llevase la pieza de fruta. De este modo el maestro se aseguraba comer a diario fruta y no representaba ningún perjuicio para las familias más humildes.

Actualmente, aunque ya está algo en desuso esta práctica, todavía encontramos que en algunos países del continente americano sigue realizándose la costumbre de llevar una manzana al maestro.

Lo que no se tiene nada claro es dónde nació la tradición. Unos apuntan que en la antigua Grecia (como ya he comentado unos párrafos atrás) y otros dicen que en el norte o centro de Europa.

Cada país tiene sus propias celebraciones y fechas en las que conmemorar el día del docente o maestro, pero muchos son los que coinciden en celebrarlo del mismo modo, llevando esa jornada cada alumno una manzana a su profe.

 

 

 

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Este post lo he realizado inspirándome en una ‘stories’ de Instagram que publicó Silvia (@mamidigoprofe) y cuya cuenta os recomiendo seguir.
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¿Cuál es el origen de poner nota a los estudiantes que se examinan?

¿Cuál es el origen de poner nota a los estudiantes que se examinan?

Estamos en época de exámenes. Por un lado muchos son los estudiantes que estos días están realizando los exámenes de final de curso y otros los que se enfrentan a la temida ‘selectividad’ que les dará acceso a poder escoger sus carreras universitarias.

El hecho de examinar a alguien para evaluar cuánto sabe o ha aprendido es casi tan antiguo como el propio hecho de tener un conocimiento y compartirlo. Ya desde la antigüedad los sabios preguntaban a sus discípulos que atendían a sus explicaciones.

También encontramos que los primeros ‘exámenes oficiales’ (o al menos así consta) se originaron en China en el siglo VII y eran una serie de pruebas que se realizaban para seleccionar a los funcionarios públicos (lo que hoy llamaríamos oposiciones).
A raíz de surgir las primeras universidades en el siglo XI los tribunales académicos comenzaron a realizar exámenes orales a los alumnos.

Pero a pesar de llevar tantos siglos realizándose exámenes no fue hasta el año 1792 cuando a alguien se le ocurrió calificar con una nota el trabajo de sus alumnos. Dicho personaje fue William Farish, profesor de Química y Filosofía Natural (Física) en la Universidad de Cambridge.

Hasta aquel momento los profesores evaluaban los conocimientos de sus alumnos a través de los exámenes aprobándolos o suspendiéndolos, pero no indicaban cuál era el grado de conocimiento que tenía cada estudiante.

Las clases solían ser reducidas para que el maestro pudiera dar una atención más personalizada a cada alumno, pero esto hacía que tuvieran que dedicarle mucho tiempo a cada uno además de ganar menos salario, ya que se retribuía en función del número de asistentes a cada aula.

El hecho de calificar tras cada examen y evaluar con una nota cuál era el grado de conocimiento de cada alumno permitió a William Farish poder tener una clase con muchos más estudiantes que el resto de sus colegas, lo que llevó a que no tardaran en copiar la idea y ponerla en práctica.

 

 

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Fuentes de consulta: joebower / javierdisan
Fuente de la imagen: Wikimedia commons

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [4]

Cuarta entrega de esta serie de post dedicados a traeros un buen puñado (de docena en docena) de cosas que quizás no sabíais cómo se llamaban en realidad o que conocías con otro nombre muy distinto.

Espero que la selección de palabras que he hecho en esta ocasión sea de vuestro agrado, al igual que ocurrió con las veces anteriores.

 

Asonada - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Asonada: Se trata de una reunión (tipo manifestación) en el que un numeroso grupo de personas intentan conseguir algún objetivo, normalmente de modo violento

 

Fosfeno - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Fosfeno: Sensación visual que se percibe al tener los ojos cerrados fuertemente o tras frotarte los párpados

 

Duela - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Duela: Seguro que habéis visto en más de una ocasión algún barril, pues la duela es cada una de las tablas curvas que lo forman

 

Carúncula - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Carúncula: Modo en que se llama la cresta de algunos animales (gallo, pavo…)

 

Morueco - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Morueco: Carnero utilizado para procrear (semental)

 

Tusígeno - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Tusígeno: Aquello que nos produce tos (humo, un atragantamiento…)

 

Orinque - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Orinque: La cuerda que va desde el ancla fondeada hasta la boya

 

Canana - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Canana: El cinturón en el que se colocan los cartuchos/balas (cartucheras) como el que llevaban los vaqueros en el Viejo Oeste o los revolucionarios mexicanos

 

Estepicursor - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Estepicursor: Y hablando del Viejo Oeste, no podemos olvidarnos de la especie de bola hecha de matojos secos que aparece rodando en las películas, eso es un estepicursor

 

Desbullador - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Desbullador: El tenedor para las ostras

 

Cáncana - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Cáncana: Banqueta o banquillo en la que el maestro solía obligar sentarse al estudiante al que castigaba

Giste - Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Giste: Espuma de la cerveza

 

 

 

 

 

 

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