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¿De dónde surge el refrán ‘Dar una de cal y otra de arena’?

A través de la cuenta en Instagram de este blog (@yaestaellistoquetodolosabe2) me llega un mensaje en el que Loli Casas me consulta sobre el origen del conocido refrán ‘Dar una de cal y otra de arena’ y también quiere saber cuál de los dos elementos se supone que es el ‘bueno’ dentro de la expresión.

¿De dónde surge el refrán ‘Dar una de cal y otra de arena’?

Se utiliza el refrán ‘Dar una de cal y otra de arena’ para referirse a la equidad que se produce en ciertas cosas recibiendo/dando algo positivo y algo, previsiblemente, negativo en un asunto que hace que el resultado sea el idóneo o, dicho de otra manera, para que algo tenga un final perfecto nos tienen que ocurrir cosas buenas y cosas malas.

Pero, entre la ‘cal’ y la ‘arena’ ¿cuál se supone que es la positiva y cuál la negativa? A simple vista todos pensaríamos que a la cal le correspondería la parte negativa (al tratarse de un óxido cálcico y altamente corrosivo) y a la arena la parte buena. Pero originalmente no se les asignaba esos roles a dichos materiales cuando surgió el refrán.

En realidad la expresión formaba parte de una más larga que decía: ‘Una de cal y otra de arena, hacen la mezcla buena’ y es que la mezcla a la que se refería es la argamasa (mortero a base de arena, cal y agua) que ya los antiguos utilizaban para  la albañilería y la construcción de viviendas, muros…

Para que ese mortero quedase bien compacto debía llevar las mismas proporciones de cal y arena, pero muchas eran las ocasiones que, para abaratar costos, dicha mezcla llevaba más paladas de arena (que era más barato que la cal), por lo que la argamasa resultante era de mala calidad y, por tanto, el resultado final de la obra no era satisfactorio.

Incluso, es este sentido, existe una segunda variante de la expresión (también más larga) que dice: ‘Una de cal y otra de arena, y la obra saldrá buena’.

 

 

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Fuente de la imagen: dod.defense.gov

¿De dónde surge la expresión ‘No perder ripio’?

¿De dónde surge la expresión ‘No perder ripio’?

Se utiliza la expresión ‘No perder ripio’ para referirse a aquel que presta mucha atención a cualquier explicación y/o a todo lo que escucha sin perder el más mínimo detalle.

El término ripio proviene del latín ‘replere’ cuyo significado es ‘rellenar’. En castellano se utiliza la palabra ripio para referirse a las piedras, fragmentos de ladrillos u otros materiales que se utilizan en albañilería para rellenar los huecos que quedan tras hacer una obra, levantar un muro, asfaltar una carretera…

Pero también podemos encontrar que dicho término se comenzó a utilizar para referirse a aquellas rimas fáciles y sin sentido que algunas composiciones poéticas llevan y que se han colocado como ‘relleno’ para que tenga la consonancia adecuada al verso (a pesar de que pueda tratarse de una palabra o frase superflua).

Del hecho de querer ‘rellenar’ cada hueco aprovechando al máximo todos los recursos/materiales (sea en albañilería como en poesía) surgieron expresiones como ‘No perder ripio’ o ‘No desechar ripio’ como clara alusión al que está muy atento a lo que oye sin perder palabra (por mi superfluo que sea el asunto) y al que no pierde ni malogra ocasión alguna.

 

 

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Fuente de la imagen: euscreen (Flickr)